Juan Samuelle

Baja la carne y el asadito dominguero no dolerá tanto

Se vienen buenas noticias para los consumidores de carne vacuna (a costa del sufrimiento exportador)

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23 de enero de 2020 a las 15:17

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La carne es por varios cuerpos de diferencia el alimento que nos define como uruguayos. Si se piensa en un conjunto de cosas para crear el estereotipo que nos defina como nación, el asado estará en los primeros lugares junto al mate y el fútbol.

Si, como se dice, somos lo que comemos, la mayoría de nosotros tendría un buen porcentaje de su cuerpo hecho de puro novillo oriental. El consumo per cápita de carne bovina fue de casi 57 kilos según el último dato divulgado el año pasado por el Instituto Nacional de Carnes (INAC), y salta a casi el doble (97,7 kilos) cuando se consideran todas las carnes. El único país que, como en casi todo lo que refiere a aspectos culturales, puede disputarnos la dudosa distinción de mayores carnívoros del mundo es Argentina.

Juan Samuelle

Pero desde que hace unos años los chinos descubrieron el gusto por la carne que produce Uruguay, las cosas empezaron a cambiar. Si bien es una buena noticia para las cuentas nacionales porque valoriza nuestro principal producto de exportación, es también muy mala para la economía del hogar.

Si estás entre los que, como yo, empezaste a encontrarle el gusto a la bondiola de cerdo (tengo un pique con mostaza, miel y especias que si te interesa te paso por privado) de tanto que sufriste al enfrentarte a la vitrina de la carnicería durante el último año, te cuento que se vienen buenas noticias para nosotros los consumidores (a costa del sufrimiento exportador). De eso te voy a hablar hoy.

También te voy a contar cuáles son los países más innovadores del mundo y si Uruguay entra en esa lista.

Cerdos con fiebre hicieron volar los precios

Capaz que nunca escuchaste hablar de la fiebre porcina africana, pero esa fue la causa por la que el año pasado el precio de la carne alcanzó máximos históricos en los principales países productores. Esa enfermedad diezmó la población de cerdos en el país asiático, que ya venía con un sostenido crecimiento del consumo de carne. Con su principal fuente de proteína animal golpeada por la epidemia, los chinos enfocaron su demanda voraz a las carnes sustitutas, en particular la bovina. Así se formó la burbuja de precios que acaba de estallar, como se explica en esta nota, con consecuencias dolorosas para los principales países exportadores de carne, Uruguay entre ellos.

Pero vamos a los efectos locales de todo esto y, más importante, a lo que podemos esperar de aquí a poco.

El último año la carne fue uno de los factores que contribuyó al aceleración de la inflación, que cerró 2019 en 8,79% de acuerdo a la medición del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Diego Battiste

El precio de la carne bovina aumentó 40% durante 2019, de acuerdo al INE, y el asado de tira pasó de un precio medio de $ 205 por kilo en diciembre de 2018 a $ 330 un año después, una variación de 61%.

El salto en los precios al consumo fue un reflejo de lo que China generó en el mercado mundial. En la semana del 11 al 16 de noviembre se alcanzó un pico histórico para el valor del novillo gordo de US$ 4,31 por kilo peso carcasa.


Mirá acá el gráfico interactivo.

No sorprende a nadie que con casi 1.400 millones de habitantes China sea el principal mercado para la carne uruguaya. Pero los poco más de tres millones de uruguayos somos el segundo mercado para la industria local. Aunque en los últimos dos años el consumo de carne se ha ido reduciendo y se ha recurrido a otras alternativas, en el año móvil a junio de 2019 -el último dato disponible-, el abasto interno significó 27% de la producción de los frigoríficos. En ese período, los uruguayos consumimos 127.017 toneladas de carne bovina.

La suba de precios incentivó también la importación del producto desde países de la región, como Brasil o Paraguay. Uno podría pensar que ahora que el precio de la carne uruguaya está a la baja, la importación dejará de ser tan relevante. Pero no es así. La situación china se dio a escala global y afectó a todos los exportadores de carne. Por eso, si cae el precio de la carne local, también cae el precio de la producción de nuestros competidores, lo que hace que la brecha de cotización se mantenga. Brasil hoy opera con valores cercanos a los US$ 2,90 por kilo, mientras que en Uruguay el novillo está en US$ 3,70. Cuando se dio el pico de precios, el ganado en el país vecino rondó los US$ 3,20 por kilo, me comentó el analista Rafael Tardáguila.

Ahora sí, vayamos a los bifes (literal). ¿Bajan los precios en la carnicería? ¿Vamos a poder volver a comer el asadito del domingo sin sentir que se nos va un riñón propio arriba de la parrilla?

Camilo Dos Santos

Festejen uruguayos, diría nuestro presidente, porque así será, al menos por un par de meses. No va a bajar mucho, porque más allá del tema coyuntural chino la demanda del gigante asiático volverá al ruedo sobre fines de febrero o principios de marzo -después de las celebraciones por el año nuevo lunar-, como esperan las autoridades del INAC y la industria. Pero habrá un nuevo piso de precios, que será más alto que el anterior período de estabilidad, pero inferior a los valores actuales, por lo que debemos esperar alguna baja más en los próximos días en las carnicerías locales.

De hecho, en el último mes ya hubo un par de ajustes. La primera rebaja llegó en el trineo de papá Noel. La segunda el miércoles pasado, con $ 5 por kilo en la media res y $ 20 por kilo para el asado, comentó el presidente de la Asociación Nacional de Carniceros, Germán Moller. Eso significó alrededor de 10% para el corte parrillero y entre 8% y 10% para las pulpas.

Blasina complementó que si el precio del ganado sigue bajando, como lo está haciendo, se van a ver nuevas bajas en las próximos dos semanas. Además, desde Brasil ya están llamando a los distribuidores locales para pasar “ofertas”, me comentó Tardáguila.

Pero para encontrar el nuevo nivel de equilibrio habrá que esperar a fines de febrero o principios de marzo. Y si tenemos en cuenta que el asado y los cortes delanteros –como la aguja y la paleta– fueron los más valorizados por la demanda china, también se espera que sean los que más sigan bajando. Por lo menos, en lo que queda del verano, el asadito va a resultar más accesible.

Además...

Uruguay fuera de las 60 economías más innovadoras

La revista digital económica Bloomberg presentó este fin de semana su clasificación anual sobre las economías más innovadoras del planeta, que en esta ocasión encabeza Alemania tras adelantar a Corea del Sur, número uno de la edición pasada. Con 88,21 puntos sobre un total de 100 puntos posibles en el 'Índice de Innovación', el país germano se convierte en la economía más vanguardista.

Los países de habla hispana no aparecen en el ranking de Bloomberg hasta el puesto número 33, con España como el mejor situado, con 65,11 puntos sobre un total de 100, seguido de Argentina, en el puesto número 45 con 53,78 puntos. Uruguay no figura en el ránking, que considera a las 60 economías más innovadoras del mundo.

Para elaborar el Índice de Innovación de Bloomberg se tuvieron en cuenta factores como la inversión en I+D, el número de patentes, la productividad y la alta tecnología, entre otros. 

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Soy Álvaro Irigoitía, subeditor jefe de El Observador. Hasta aquí, esta nueva entrega de Rincón y Misiones, la newsletter exclusiva para suscriptores Member de El Observador para entender mejor la realidad económica y los temas que tocan nuestro bolsillo, y contar con mejor información para tomar decisiones. 

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