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Cerdos frescos y asados: productor y carnicero formalizados por faena ilegal
La Dirección Nacional de Seguridad Rural (DNSR) incautó cerca de 3.000 kilos de carne originada en faena ilegal, evitando que esos alimentos lleguen al consumidor, despejando riesgos sanitarios que suelen suceder cuando la faena del animal, obtención de cortes, transporte de la carne y su venta son acciones que se desarrollan sin los controles correspondientes.
También hay otro beneficio cada vez que estos delitos se evitan: la protección de los intereses de quienes proceden del modo correcto en la cadena de producción y comercialización de carnes.
En conferencia de prensa, realizada en la sede de la DNSR en Florida, Williard González –director nacional de Seguridad Rural– señaló que en una zona próxima a la ciudad de Tala, en Canelones, se concretó la incautación de unos 2.700 kilos de carne bovina y porcina y que por los señalados procedimientos ilegales hay dos personas que fueron formalizadas por la Fiscalía correspondiente, con base en el delito de faena clandestina y en forma continuada.
“Están involucrados un productor rural y una persona que tiene un comercio en el rubro carnicería”, informó González.
En el allanamiento realizado por la Policía se incautaron más que nada lechones crudos, pero también algunos ya asados, lo que tenía como destino el carnicero mencionado para la venta en su local, pero también se abastecía a personas que directamente iban a comprarle al productor el fruto de su faena ilegal.
La investigación de este caso demandó varias semanas y se indicó a El Observador que hay otros delitos aclarados y otros en la etapa de investigación.
Todo esto sucede cuando se reavivó la polémica por la conveniencia de habilitar la faena predial artesanal, tras una habilitación legal instaurada a nivel parlamentario, que generó apoyos y a la vez cuestionamientos.
