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Ciencia, innovación y AUPA: creando oportunidades
Por Fabio Montossi (*), especial para El Observador
El pasado 14 de diciembre de 2020, la Asociación Uruguaya de Producción Animal (AUPA) –aupa.org.uy– aprobó su primer estatuto para solicitar su personería jurídica ante el Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
Además de los miembros de AUPA, participaron autoridades nacionales que apoyaron y proyectaron la significancia estratégica de este paso fundamental de la asociación. Se destacan: el ministro del MGAP (Ing. Agr. Carlos Uriarte), el asesor del MEC (Ing. Agr. Alberto Majó), el decano de la Facultad de Veterinaria por Udelar (Med. Vet. José Piaggio), y el presidente de INIA (Ing. Agr. José Bonica).
Este evento contó con una conferencia del Dr. Rafael Radi, presidente de la Academia Nacional de Ciencias del Uruguay y miembro del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) del gobierno nacional para el control de la epidemia de Covid-19, quién abordo la temática de “Lecciones aprendidas de la pandemia Covid-19: ciencia, tecnología y sociedad”.
El destacado profesional valoró el reposicionamiento de la ciencia uruguaya y la credibilidad que generó el sistema científico y sanitario hacia la sociedad. Sobre el final resumió las lecciones aprendidas, destacando la importancia de tener un sistema científico pujante y bien formado, que pudo acoplarse a las necesidades sanitarias y comunicarse con los poderes públicos y la sociedad.
Estos conceptos nutren el análisis y reflexiones sobre desafíos futuros de la producción animal/sociedad y el rol de asociaciones como AUPA vinculadas a las mega tendencias (2050).
Podemos destacar 10 mega tendencias: crecimiento de la población mundial sobre todo en Asia, mayores exigencias en la comercialización entre países, digitalización de la comercialización, mayor preocupación por el cuidado y preservación de los recursos naturales y la biodiversidad, fomentar la seguridad alimentaria, favorecen la salud humana, reducir los efectos de la ganadería en el cambio climático, promover la producción ética, favorecer la producción local, y trazabilidad/transparencia.
Estas influirán en las preferencias de los consumidores, y en particular de aquellos de alto poder adquisitivo y sofisticados que valoran la origen y procesos de producción. Por ello, “elementos fuerza” como contribuir a la intensificación sostenible (ambiental, económica y ambiental) de la producción animal, producción animal VEL –verde (reducir impacto ambiental) / ética (promover el bienestar animal) / y limpia (reducir el uso de productos contaminantes)–, una “sola salud” (animal, humano y ambiente), y fomentar la generación de alimentos saludables y fibras naturales y biodegradables.
El alineamiento de los sistemas de producción con estos conceptos seguramente favorecía las preferencias y lealtad de estos consumidores exigentes y dispuestos a pagar un valor diferencial por alimentos y fibras de origen animal generados en estas condiciones. En este escenario, la ciencia, tecnología e innovación (CTI) se transforman en elementos centrales de generación de confianza entre productores y consumidores desde “desde el campo al plato/vestimenta”.
En forma adicional, la CTI es imprescindible para la creación de competitividad del sector privado y del diseño y aplicación de políticas públicas.
La inversión y desarrollo en CTI son parte de promover un modelo de producción animal sostenible, inteligente, inclusivo y próspero. La integración sinérgica y cooperación entre cadenas de valor/temas trasversales y estratégicos, profesiones, disciplinas, organizaciones públicas y privadas, integrantes de la sociedad, internacionalización, y educación/capacitación son pilares fundamentales para promover este modelo.
En este contexto, el objetivo de AUPA es colaborar con el incremento sostenible de la producción animal en el país, estimulando la enseñanza, asimilación, adaptación, generación y transferencia de conocimientos científicos y tecnológicos vinculados a la misma.
Para lograrlo trabajamos con profesionales, productores, estudiantes e instituciones públicas y privadas, y con una proyección internacional con asociaciones hermanas del mundo y organizaciones aglutinadoras, por ejemplo: Asociación Latinoamérica de Producción Animal (ALPA).
Alcanzar la personería jurídica permitiría fortalecer la identidad, institucionalidad y crecimiento de AUPA.
La ciencia, tecnología e innovación son parte esencial de una sociedad moderna y de una nueva realidad que nos proyecta para avanzar como civilización.
En AUPA somos parte del futuro próspero a construir.
(*) Presidente de AUPA
