Cómo es el verano en Rocha sin extranjeros, con horarios y aforo limitados

El primer fin de semana de enero fue largo para muchos uruguayos –por ser feriado el viernes 1°– que aprovecharon a hacer turismo en Rocha, departamento que tiene 51 casos activos de covid-19 y se encuentra en la zona naranja, según el índice de Harvard al tener 10,8 casos en promedio en los últimos siete días cada 100 mil habitantes.

Los datos del peaje Garzón, en el límite con Maldonado, indican que entre el 31 de diciembre y el 2 de enero ingresaron a Rocha 50 mil personas, sin contar a los pasajeros en ómnibus y a quienes fueron desde Treinta y Tres y Cerro Largo, señaló el intendente del departamento, Alejo Umpiérrez, en diálogo con Telenoche.

"La situación era previsible ante la falta de posibilidades de turismo en el exterior. Se iba a volcar un turismo masivo hacia Maldonado y Rocha, las zonas costeras por excelencia del litoral atlántico, y eso está ocurriendo", explicó.

Al mismo tiempo, señaló que este número es similar al verano de 2020, pero sin la presencia de argentinos y brasileños. Es decir, que más uruguayos optaron por este departamento para vacacionar.

En cuanto a la ocupación hotelera, en algunos balnearios como La Paloma, La Pedrera y Punta del Diablo se llegó al 70% y 90% del aforo permitido, dijo a El Observador la presidenta de la Corporación Rochense de Turismo, Delvair Amarilla.

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En cuanto al perfil del público visitante, la mayoría viajó en familia y algunos jóvenes concurrieron a lugares como Punta del Diablo y La Pedrera, algo que "siempre ha sido así", apuntó Amarilla.

A pesar de la buena ocupación en algunas zonas, los alojamientos y campings se vieron afectados debido al aforo limitado y a que muchos turistas alquilan casas para instalarse por algunos días. En tanto, la medida del gobierno de limitar el horario de los restaurantes para que cierren a la medianoche complicó la situación del sector gastronómico. "El gasto es mínimo comparado con otros años. Si la gente se queda en la playa hasta tarde no va a cenar a las once si el lugar va a cerrar a las doce. Eso impide que la familia vaya a comer", apuntó la presidenta de la corporación.

Por esta razón, los empresarios turísticos y alcaldes del departamento acompañan la solicitud para extender una hora más el horario de los restaurantes. "Entendemos que hasta el 10 de enero rige la medida pero esperamos que se pueda revertir", señaló Amarilla.

Esta medida tiene otra consecuencia, y es que, según Amarilla, la gente "sale a la calle a disfrutar de la noche una vez que cierran los comercios", lo que puede derivar en aglomeraciones que perjudiquen la situación sanitaria.

El alcalde de La Paloma, Alcides Perdomo, se mostró "conforme" con la cantidad de visitantes el fin de semana largo, aunque este lunes la ciudad se veía con menos movimiento. "Se fue bastante gente, la temporada va a ser de fines de semana", adelantó.

Sobre las medidas sanitarias, explicó que a pesar de algunas fotos que circulan en redes sociales donde se ven presuntas aglomeraciones, en la playa "había distancia". "Quizás con un dron desde arriba se daban cuenta de que no había aglomeración", destacó.

En La Pedrera sucede lo que también reconoció Amarilla con las personas que se reúnen una vez que cierran los boliches y restaurantes. "Se junta la gurisada pero se trata de que no se queden en la avenida y vayan a la playa", dijo Perdomo.

En tanto, el alcalde de Castillos, Juan Manuel Olivera, señaló que en La Esmeralda, Aguas Dulces y Valizas "estuvo a tope" de turistas el fin de semana, aunque destacó que se cumplen las medidas sanitarias y no hubo "problemas de aglomeraciones grandes".

De todas formas, coincidió en que la medida de limitar el horario de restaurantes perjudica al momento de evitar aglomeraciones. "Es una medida que no comprendemos. Si los boliches permanecen más horas abiertos es más gente que puede comer y que no se amontonan en las calles", mencionó.

Lo mismo sucede en los balnearios cercanos al Chuy. El alcalde de este municipio, Eduardo Calabuig, acompaña la medida de los empresarios de extender el horario hasta la una de la mañana. "A veces se sale un poco más tarde a hacer la noche por estar en la playa, veo bien que abran hasta más tarde", señaló.

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Locatarios

Los balnearios de Rocha recibían la visita de brasileños y argentinos aunque por tradición eran más los uruguayos. Perdomo señaló que se perciben diferencias en el público. "Hay muchos residentes que están más adaptados a nuestro estilo pero, en general, se nota que no hay presencia masiva de argentinos, está todo más tranquilo", resumió.

Ese cambio del tipo de turista se percibe, además, en los hábitos de consumo, ya que hay más compras en supermercados porque el uruguayo elige comprar en estas superficies y, debido a la problemática que genera el horario limitado, salen menos a comer afuera.

El director de Turismo de Rocha, Federico Zerbino, coincidió con el cambio en los hábitos de consumo de Rocha. "Se nota que la gente va más a supermercados, se ven a más familias por lo que el concepto de burbuja se mantuvo".

Sin embargo, le preocupa que la buena ocupación del fin de semana no se haya proyectado en las reservas. "Las reservas son de tres o cuatro días", resumió.

Amarilla señaló que el consumo de los uruguayos se vio afectado debido a la situación económica del país. "El gasto por familia no va a ser igual que hace un año atrás, no salimos de la misma forma", remarcó. 

Por su parte, Olivera explicó que si bien el argentino que llega a Rocha es "clase media", este año ese vacío lo llenaron los uruguayos, ya que los que no pudieron viajar al exterior utilizan los servicios locales. En Valizas, Aguas Dulces y La Esmeralda "los restaurantes trabajaron bien", apuntó.