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Con tres volantes el equipo de Munúa mejoró y encontró el gol del triunfo
Gustavo Munúa se resiste a salir jugando con tres volantes. No está en su ADN y así quedó demostrado ya en el primer ciclo al frente de Nacional, donde lo hizo en contadas situaciones: en los clásicos o en el partido contra Boca Juniors en la Bombonera por la Copa Libertadores.
Este año formó siempre con dos mediocampistas: junto a Felipe Carballo se alternaron Trasante, Yacob o Neves.
En el primer partido del año, frente a Liverpool por la Supercopa, el técnico varió la forma de jugar para el segundo tiempo y pasó del 4-2-3-1 al 4-3-3.
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Con la inclusión del argentino Yacob, adelantó a Gonzalo Castro y Carballo, dejando arriba a García, Bergessio y Ocampo, y un encuentro que perdía 2-0 lo empató sobre el filo de los 90 (aunque después Liverpool le ganó en alargue).
Este jueves contra Estudiantes de Mérida, volvió a formar con el doble cinco: Gabriel Neves y Felipe Carballo. Le costó la recuperación del balón y las dos veces que sufrió en defensa fue porque Neves perdió la pelota y los zagueros quedaron desarmados.
Para el complemento Munúa repitió la fórmula de aquel partido contra Liverpool en Maldonado: entró el argentino Yacob (volvió tras recuperarse de una lesión) por Rodrigo Amaral y adelantó a Neves y a Carballo. Así, con tres volantes, llegó el gol de Carballo y el triunfo frente al conjunto venezolano que lo deja primero en el grupo F de la Copa Libertadores.
"El ingreso de Claudio nos liberó mucho a Gaby y a mí. Tenemos cosas a mejorar y seguimos por ese camino", reconoció Carballo en conferencia de prensa.
Quizá sea el comienzo de un cambio que hasta ahora Munúa se resiste a implementar desde el inicio de los partidos.
