Una vez que terminen con Reino Unido –algo que aspiran a que ocurra a principios de 2023– los 11 países que integran el Acuerdo Transpacífico deberán resolver si comienzan a negociar con Uruguay o si se decantan por hacerlo con China, Taiwán, Ecuador o Costa Rica, una decisión que es esperada con interés por las autoridades uruguayas, dado que si el país es el elegido, deberán pisar el acelerador para presentar a la brevedad la primera oferta, responder un largo y complejo cuestionario, y encarar una serie de reformas que incluirán una profunda discusión política dado que supondrán modificaciones a normativa vigente en servicios, empresas públicas, telecomunicaciones y propiedad intelectual.
Este postulado, junto a los procedimientos que debe seguir Uruguay para poder sumarse, está incluido en un informe reservado de más de 60 páginas, elaborado por el Ministerio de Relaciones Exteriores al que accedió El Observador, que además de señalar los desafíos que debe afrontar el país para ingresar a este selecto club de libre comercio y analizar cuánto bajarán los aranceles para los principales productos de exportación, incluye comentarios de representantes de Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam, y Reino Unido realizados a diplomáticos uruguayos en el marco de consultas “oficiosas, técnicas y reservadas”.
Los comentarios incluyen valoraciones positivas sobre las posibilidades de adhesión, pero también advertencias sobre la exigencia de las negociaciones y la importancia de presentar ofertas ambiciosas que cumplan con los altos estándares exigidos.
A su vez, también revelan peripecias hasta ahora desconocidas de las negociaciones que viene manteniendo Reino Unido y que sirven para ilustrar las complejidades que enfrentará Uruguay.
En conversación con diplomáticos uruguayos, representantes canadienses señalaron que el orden de presentación no será necesariamente tomado en cuenta y manifestaron que el procedimiento que lleva adelante Reino Unido “marcará un precedente” ya que fijará un rumbo a seguir para los siguientes países aspirantes.
En este sentido, los vietnamitas mencionaron que las solicitudes de China y Taiwán introdujeron un “problema político” que ha demorado la “toma de decisión respecto a la consideración de nuevas adhesiones”.
De acuerdo con ellos, las negociaciones llevan alrededor de dos años, aunque es fundamental el nivel de preparación de los postulantes, un punto en el que Nueva Zelanda agregó que era importante que Uruguay pudiera demostrar que es capaz de alcanzar los “altos estándares y presentar una oferta que cubra todos los sectores”.
Representantes australianos revelaron a su vez que había “grandes expectativas” con Reino Unido, y que por eso fueron sumamente minuciosos en verificar que cumpliera con los altos estándares del acuerdo. “Si el Reino Unido no los alcanza, ningún otro país podrá hacerlo”, contaron.
Desde Reino Unido, en tanto, dijeron que “no esperaban” un proceso de adhesión tan riguroso y demandante “tomando en cuenta que ya tenían un marco convencional con todos los países”.
Los australianos fueron enfáticos en que se debe presentar la “mejor oferta posible sin esperar nada a cambio hasta que sea considerada aceptable”, revelaron que Reino Unido “partió de una base muy conservadora” que no fue “bien vista por los miembros del CPTPP” y que ahora está en su cuarta oferta. Diplomáticos vietnamitas agregaron que algunos miembros como Nueva Zelanda y Canadá fueron “insistentes” en solicitar “mayor apertura” de Reino Unido para “mantener los altos estándares del acuerdo”.
Como consejo, los australianos agregaron que cuanto mayor sea la ambición, “más ágil” será el proceso, y enfatizaron en que las ofertas que se hagan sean plurilaterales (a todos los miembros) porque solo en algunos casos se pueden considerar bilateralidades, mientras que Japón subrayó como “clave” que las economías “se muestren preparadas”.
Los delegados de Vietnam y de México dejaron entrever que es bueno acercarse a algún país para que los “patrocine” o “apoye” para que sea considerado con mayor prioridad y dijeron que estaban “dispuestos a ayudar”.
Una de las preguntas fundamentales que hizo Uruguay refirió a las expectativas en cuanto a la preparación de ofertas, algo que provocó diferentes respuestas.
Mientras que Canadá dijo que hay cierto margen para negociar siempre que estén dispuestos a un alto grado de liberalización y cumplimiento de los compromisos del acuerdo, Nueva Zelanda subrayó que podrían contemplarse de manera diferente a los países en desarrollo, por ejemplo con períodos de implementación más largos.
Australia, en tanto, señaló que hay “cierta apertura” para que los países conserven algunos espacios de política para proteger “sensibilidades nacionales siempre que sean pocas excepciones”.
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