El gobierno decretó este lunes la esencialidad de la distribución de combustible porque consideró que es “indispensable para la vida, la salud y la seguridad de la población”, una potestad dada al Poder Ejecutivo por ley cuando se interrumpen determinados servicios. Según lo que dispone la legislación, “en caso de interrupción de servicios esenciales, la autoridad pública podrá disponer las medidas necesarias para mantener dichos servicios, recurriendo incluso a la utilización de los bienes y la contratación de prestaciones personales indispensables para la continuidad de los mismos, sin perjuicio de aplicar, al personal afectado, las sanciones legales pertinentes”.
Los servicios que son considerados esenciales para la población no están especificados en la norma nacional pero sí son descritos a grandes rasgos por el Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional de Trabajo (OIT). Para el organismo son servicios esenciales los relacionados al sector hospitalario, los servicios de electricidad, los servicios de abastecimiento de agua, los servicios telefónicos y el control del tráfico aéreo.
En el caso del combustible, el gobierno aclara que “los servicios comprometidos por las medias gremiales se encuentran dentro de lo establecido en múltiples pronunciamientos” de la OIT. El decreto fue firmado por el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro.
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