Dawson, de trabajar en un remate a ser el mejor arquero del año

"Hace tres meses que no laburo más porque se me complico con los horarios y ya no podía ir. Cuando jugaba en la B atendía el negocio toda la mañana, iba a practicar y después volvía porque los remates eran de noche. Hoy no voy a laburar. Me doy una vuelta para que no me digan que estoy agrandado", dijo Dawson a Referí cuando ganó su primer premio como Mejor arquero del fútbol uruguayo y su declaración cae como si custodiar el arco de un equipo campeón sea un pasatiempo para los ratos libres.

El local de remates donde trabaja su padre comenzó a quedar cada vez más lejos.

Con un pasado en las divisiones juveniles de Nacional, la llegada de Dawson dividió las aguas. Por un lado estaban los que celebran sumar a las filas carboneras un arquero muy seguro, con un perfil técnico depurado y valiente para salir a jugarse la ropa en cada mano a mano.

Para los más exigentes, sumar a un arquero con pasado en Nacional y que llegaba a competirle el puesto al juvenil Gastón Guruceaga no era una buena señal.

Pero el coloniense nunca se alteró. Hizo todo el proceso de adaptación en silencio, se puso a la orden de Óscar Ferro como uno más y se integró bárbaro al equipo de trabajo que componen Thiago Cardozo, Adriano Freitas y el propio Guruceaga.

Callado, de perfil bajo y mucho trabajo, Dawson esperó su oportunidad y saltó a la cancha con un equipo reforzado que lo tuvo como protagonista en el título, con atajadas providenciales y dotando de seguridad a un puesto caliente. Dawson también cumplió un sueño de niño ya que, al margen de su pasado en Nacional, una imagen suya con una camiseta de Peñarol se viralizó en las redes sociales una vez que el equipo aurinegro festejaba el título.

En la final de la Tabla Anual ante Defensor Sporting sufrió una lesión en el codo pero no pidió el cambio bajo ninguna circunstancia. No solo se bancó el dolor para no hacerle quemar un cambio al equipo, sino que fue factor fundamental para aguantar el cero en su arco en un partido que dominó el violeta y lo ganó Peñarol.

Apenas seis meses bajo los tres palos le bastaron para confirmar esa seguridad y ganó la compulsa en su categoría con luz. Obtuvo 63 votos seguido de Esteban Conde con 21 votos, Guillermo Reyes con 11, Darío Denis con 3 y Nicola Pérez con 2.

Dawson llegó a su segundo título como Mejor arquero del fútbol uruguayo y se suma así a otros profesionales que repitieron galardones, como Juan Castillo, Martín Campaña, Martín Silva y Rodrigo Muñoz y supera a otros arqueros como Jorge Bava, Salvador Ichazo, Sebastián Viera y Franco Torgnascioli que ganaron una vez el premio de la cátedra.