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La Copa América 2019 de Uruguay: de aquellos sueños a esta realidad
El destino lo puso en el lugar más incómodo, y esas lágrimas, que se transformaron en la imagen de la frustración, representaron el sentimiento de los uruguayos tras la eliminación de la Copa América. La reacción de Luis Suárez luego de la salida de Uruguay en cuartos de final fue la de un pueblo futbolero que sabía que tenía por delante una oportunidad histórica: la ocasión de hilvanar entre este año y 2022 algunos sucesos que podían ser inolvidables. Brasil 2019, la Copa América 2020 y el camino al mundial de Catar 2022, que afrontaría con los últimos destellos de una generación histórica y los primeros de una nueva que viene surgiendo.
El primero de los objetivos quedó trunco, mucho antes de lo esperado. Tabárez no consiguió darle la forma que necesitaba al equipo. Buscó de diferentes maneras. Con todas las opciones que tuvo a su alcance y con diferentes sistemas. Por milímetros, siete posiciones adelantadas ante Perú -tres goles anulados-, quedó afuera en el corte de los ocho mejores. La baja por lesión de Vecino, que trastocó los planes, y la escasa de fortuna, esa que le acompañó en otros momentos de estos mismos jugadores y que tanta importancia adquiere en el resultado final, terminaron dejando a Uruguay en el costado de la historia de esta Copa América en el que no quería ni debía quedar.
¿Es fracaso? Sí. Uruguay debía estar en la final. Al menos en la semifinal. Tenía equipo para ubicarse en esa zona. Quedó demostrado en la cancha, en donde Perú rematando una sola vez al arco y jugando el resto recostado en su arco le alcanzó para sufrir el empate sin goles y ser elegido por la suerte de los penales para avanzar entre los cuatro mejores.
Hubiera sido un gran bautismo para los nuevos futbolistas de esta selección, como impulso para lo que vendrá, y un gran cierre para los que empiezan a ir. Habría sido un gran premio para Suárez, Cavani y Godín, como para coronar con un título tantos años de fidelidad y amor por la celeste. Sin embargo, aquellos sueños se transformaron en una dolorosa e inesperada eliminación.
