El miércoles pasado Nacional tuvo que jugar en Colombia frente a Atlético Nacional y padeció las consecuencias de la decisión de Conmebol. En medio de un clima de inseguridad en los alrededores del hotel de Pereira, donde se hospedó, las autoridades del fútbol sudamericano presionaron para que los tricolores se presentaran a disputar el encuentro, que incluso se aplazó una hora. En vez de empezar a la hora 21 local, comenzó a las 22.
Esta semana que pasó también jugó River Plate de Argentina frente a Junior en Barranquilla. El partido se paró a los 22 minutos del primer tiempo por los gases lacrimógenos que llegaban desde la calle.
Asimismo, el martes en Cali, el partido entre el América local y Atlético Mineiro, se detuvo cinco veces por la entrada del aire de los gases lacrimógenos a la cancha. Incluso los equipos tuvieron que irse al vestuario durante varios minutos para evitar las molestias del gas.
En la semana anterior, la Conmebol había reprogramado otros partidos de los torneos continentales. Santa Fe de Bogotá-River de Argentina y Atlético Nacional-Argentinos Juniors se jugaron en Asunción del Paraguay. También en la capital guaraní se enfrentaron La Equidad-Lanús por la Sudamericana.
Las acciones violentas estallaron el 28 de abril, en medio de una serie de marchas de protesta y un paro nacional en rechazo a la reforma tributaria anunciada por el gobierno del presidente Iván Duque. El mandatario optó por retirarla el lunes, sin que la tensión social haya aminorado.