Bentancur celebra el primer gol

Selección > EL ANÁLISIS

Diego Alonso despertó a las fieras y Uruguay volvió a rugir: el Mundial 2022 quedó a mano

En una expresión futbolística de alto nivel y con grandes rendimientos individuales, Uruguay goleó a Venezuela
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01 de febrero de 2022 a las 22:35

La selección necesitaba una actuación como la de este martes en el Estadio Centenario y el hincha precisaba un festín de goles y fútbol como el que vio en el partido ante Venezuela, para volver a disfrutar a la celeste desde un lugar que hacía tiempo no ocurría.

El 4-1 de Uruguay ante Venezuela, que dice mucho por el resultado, expresa más por la forma en que ganó, por el nivel de fútbol que desplegó en el primer tiempo, por la convicción con la que avasalló a su rival, por las respuestas anímicas que tuvo en el campo y, fundamentalmente, porque necesitaba dar un portazo de estas características en el cierre de las Eliminatorias para acercarse al Mundial de Catar.

Los jugadores vivieron una fiesta con los hinchas en el Estadio Centenario

La forma en que lo consiguió tiene un valor en sí mismo en un clasificatorio tan irregular y lo expresado en 180 minutos de fútbol fue la actuación perfecta de la celeste en esta doble fecha de Eliminatorias.

El 1-0 ante Paraguay y el 4-1 frente a Venezuela, rivales a los que Uruguay debía vencer porque por nivel futbolístico está un escalón arriba, refuerzan el sueño mundialista y reactivan la capacidad de este equipo.

Fue la noche perfecta. Porque el público llenó el estadio. Porque Uruguay regó la cancha de fútbol, y porque la efectivida de la celeste estuvo en un nivel como hacía mucho no ocurría. 

Algo de esto se había visto en los partidos de Uruguay ante Colombia y Argentina en octubre y noviembre, pero faltaba ese fuego, la cuota de fortuna y, particularmente, la intensidad que con respuestas anímicas terminaron poniendo los jugadores en el campo.

En su estreno en la selección, Diego Alonso se lleva sus méritos, porque consiguió despertar a las fieras que estaban apagadas y desde impulsos anímicos y propuestas futbolísticas los encendió en su máximo nivel.

Acertó con la inclusión de Ronald Araújo como lateral derecho, pese a la sorpresa que generó la decisión. El defensa se desempeñó en una función en la que nunca había jugado en la selección, pero en la que se le había visto en Barcelona. En este partido ante Venezuela lo confirmó no solo con su desempeño seguro en defensa sino cruzando la mitad de la cancha para entrar en el circuito ofensivo. Así llegó el primer gol de los celestes a los 50 segundos, cuando Cavani descargó con el lateral, fue a buscar la pelota al fondo de la cancha y la jugada terminó con el golazo de Bentancur.

También Alonso cambió las miradas de desconfianza cuando el jueves, una hora antes del partido ante Paraguay, en Asunción anunció que Facundo Pellistri sería titular.

El exfutbolista de Peñarol pagó derecho de piso en el primer tiempo de ese partido, luego, absorbió todo lo que necesitaba para transformarse en ese motor fuera de borda que el DT quiere para su equipo. Y en este partido ante Venezuela confirmó lo que se sabe, pero que generaba incertidumbre: un cambio de ritmo y una capacidad de juego como para ser el jugador que quiere el nuevo entrenador de la selección. A través de una gran jugada, en la que ingresó al área dejando rivales por el camino, en un movimiento de fútbol de salón, dejó a De Arrascaeta de cara al gol.

No fue la única de Pellistri. Estuvo el penal y un constante ida y vuelta en el que mostró un nuevo rumbo para la celeste.

Valverde-Bentancur volvieron a jugar como en sus mejores tiempos y le regalaron a Uruguay un fútbol capaz de hacer funcionar a la perfección al resto del equipo. Le dieron equilibrio al mediocampo y funcionamiento al equipo.

Se encendió Cavani, que volvió a ser el de los mejores tiempos, con el overol y dispuesto a sacrificarse para bajar hasta la zona de volantes, defender como los más jóvenes y tener resto para llegar hasta el fondo. Regresó el Matador. Es otra buena noticia.

Luis Suárez volvió a convertir, de penal, pero volvió a marcar hasta transformarse en líder exclusivo de la tabla de goleadores histórica de las Eliminatorias, además de extender su dominio como máximo artillero de la celeste.

Uruguay jugó uno de esos partidos que devuelve la confianza y la fe, porque el rendimiento de los celestes quedará grabado en la retina de las 55.000 almas que llenaron el Estadio Centenario y volvieron a darle al fútbol, aún en la pandemia de covid-19, aquellas emociones tan especiales que existía previo a marzo de 2020.

Uruguay goleó a Venezuela y terminó con el “ole, ole” bajando de la tribuna, en ese ida y vuelta inconfundible y disfrutando de un espectáculo futbolístico que llenó el alma del pueblo futbolero, que volvió a sentir el placer de ver a la celeste en su plenitud.

El entrenador Alonso dio la talla en esta doble fecha con aciertos en la elecciones de los futbolistas, en la estrategia, en la forma y, especialmente, en la capacidad para hacer despertar a estas fieras celestes que fueron los grandes protagonistas y que le respondieron con su mejor versión, como para seguir de largo y sentir que el Mundial está muy cerca.

Volvió Uruguay, y es una buena señal para lo que viene.

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