El exdirector de la Policía Nacional, Mario Leyera, dijo que nunca percibió "tensas relaciones" con la Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA) que llevaran a que cerrara su oficina en Montevideo a finales de 2019, como dijeron cuatro exfuncionarios de la DEA a la agencia de noticias Reuters.
Según agentes estadounidenses, la salida de la DEA de Uruguay puso fin a años de empeoramiento de los vínculos antinarcóticos que convirtieron incluso las operaciones más comunes en un dolor de cabeza.
"Tal vez, esa interpretación o expectativa tiene que que ver con un gestión de la interna de la DEA, porque nunca me fue manifestada a mí. Pudo haber sido manifestada", dijo Layera este miércoles en Informativo Sarandí (radio Sarandí).
Antes de dirigir la Policía Nacional (2016-2020) Layera estuvo 18 años en la Dirección de Drogas. "Es la encargada de mantener las relaciones internacionales en cuanto al intercambio de información en el tema específico del narcotráfico por la norma, y nunca tuvimos una restricción. Siempre tuvimos la capacidad o independencia técnica para intercambiar información", sostuvo.
De todas formas, señaló que hay aspectos de legislación en Uruguay que limitaban ciertas estrategias de Estados Unidos.
"El intercambio de información está permitido, ahora, por ejemplo, que un agente de la DEA dirija a un grupo de policías uruguayos no está permitido. Tampoco está permitido, (si) hay operaciones encubiertas significativas, provocar el delito trayendo un cargamento acá de mil kilos y sacarlo por el puerto en una situación tipo de control para que llegue a su destino y para ver todas las ramificaciones que tiene y las organizaciones. Sería como que nosotros estamos autorizando legalmente ese pasaje y eso no está contemplado en nuestra legislación. Podemos hacer lo que se llama entrega vigilada, no podemos hacer la vista gorda", explicó.
En cualquier caso, para Layera los policías estadounidenses "en su momento fueron una pieza fundamental para la logística, para la tecnología, para el apoyo".
El exdirector descartó que la ideología del gobierno frenteamplista haya sido un obstáculo en el relacionamiento con la DEA.
"Con el Frente Amplio comenzó el trámite de abrir una oficina acá, en 2006, y que fue provocado por la operación Campanita que ahí se demostró que nosotros necesitábamos una tecnología y unos recursos que la DEA no podía proporcionar porque no tenía una oficina estable acá", dijo.
"Ellos necesitan una aprobación de un presupuesto que pasa por el Congreso y demoró ocho años para que se concretara ese trámite. Indudablemente, ya a los ocho años el contexto había variado", expresó.
Finalmente Layera fue consultado sobre si es importante que la DEA esté en Uruguay y señaló varios aspectos por los que piensa que sí.
"Si la oficina está acá el relacionamiento es más directo y para mí estratégicamente simboliza un escudo, porque las organizaciones internacionales está mirando lo que hace la DEA", indicó por un lado.
Además, subrayó que es una de las agencias con "más representaciones de oficinas en el mundo" y que tiene una base de datos "muy importante".
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