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Domenech cruzó a Petit por prisión domiciliaria y cuestionó una "pseudohistoria" en que "se juzga con distinta vara"
El proyecto de prisión domiciliaria para mayores de 70 años –impulsado en un inicio por Cabildo Abierto y redefinido por el Partido Nacional para un régimen más general– sentó frente a frente al comisionado parlamentario para las cárceles, Juan Miguel Petit, y al senador cabildante Guillermo Domenech, con visiones antagónicas sobre cómo abordar la situación de los represores presos en Domingo Arena o Coraceros.
Petit reconoció en la comisión de Constitución del Senado sus "fuertes reparos" al artículo que habilitaría la prisión domiciliaria, "de oficio y sin más trámites ni procedimientos", para mayores de 70 años. El comisionado parlamentario, quien destacó otras benevolencias del régimen, sostuvo que solo ese punto "hace mal y contamina toda la norma".
"Los registros son claros en cuanto a que en general las personas de edad avanzada que están en el sistema penitenciario han cometido delitos graves o muy graves", afirmó el comisionado parlamentario, quien sugirió que el juez pueda resolverlo con "todos los elementos de valoración necesarios, sin automatismos, sin negar el rol de las partes del juicio penal".
"Por supuesto que el artículo legal es general y abstracto, pero a nadie escapa que actualmente hay un grupo de mayores de edad privados de libertad por delitos muy graves", afirmó, y advirtió por una posible "fisura muy importante en el rol democrático de los actores del proceso penal" si no se tiene en cuenta las circunstancias de cada uno, generando además "una enorme desconfianza en la ciudadanía, que puede creer que se está queriendo favorecer a un determinado colectivo de personas".
Petit recordó que ya existe la posibilidad de cumplir pena a domicilio o en "establecimientos adecuados" en casos de enfermedad o circunstancias especiales.
Al turno de hablar de los senadores, el cabildante Guillermo Domenech, le salió al cruce: "Cuando escucho algunas manifestaciones me sorprendo, porque el Uruguay tiene una larga historia de delitos con finalidad política", comenzó diciendo.
El senador de Cabildo Abierto sostuvo que "no podemos ignorar" que en la década previa a la dictadura hubo "grupos terroristas que asolaron al país" que fueron amnistiados –"con muy buen criterio", a su entender– en 1985.
"Reconozco que durante el gobierno dictatorial se cometieron atropellos que no acompaño, pero me da la impresión de que se está escribiendo una pseudohistoria en la que se juzga con distinta vara las mismas conductas", arremetió Domenech. El cabildante insistió que le "da la impresión" de que "a determinados sectores ideológicos se les perdonan los delitos cometidos y a otros se les pretende mortificar".
"Bien dijo el doctor Petit que estamos ante un caso de justicia humana y, por tanto, falible. Comparto la apreciación. Para los que tenemos convicciones religiosas, la única justicia infalible es la justicia divina, la que aplica Dios", reivindicó el cabildante, alegando que las personas vinculadas al gobierno militar que se sometieron a la Justicia comparecieron ante "la justicia humana" que, reconoció, no le merece ninguna "confianza" en el sistema uruguayo.
Domenech reiteró varios cuestionamientos a la justicia uruguaya, como el hecho de que se "traslada a una fiscal (Gabriela Fossati) para evitar que se pronuncie en un asunto que tiene claro contenido político, como fue el caso Astesiano, e inmediatamente se archivan las actuaciones relativas a un personaje de trascendencia política que realiza una visita absolutamente increíble a los familiares de este señor Astesiano".
"Si eso no es manipulación política, yo me pregunto qué está sucediendo en la Justicia de este país", dijo, y concluyó que "hace falta una gran ecuanimidad".
A su turno, Petit reiteró que "los delitos son muy malos todos", pero que aquellos "muy graves" por los que hoy cumplen pena 95 personas mayores de 70 años también son "sustantivamente de lesa humanidad" –más allá de que aquellos cometidos en dictadura no están así tipificados– y no deberían pasar automáticamente a la prisión domiciliaria.
El comisionado parlamentario enumeró que esos delitos suponen: "Desapariciones, secuestros y toda la expresión de terrorismo de Estado nazista o fascista que sufrió el Uruguay cuando se atropelló con las instituciones, más allá de que hubo también otras violencias previas de grupos informales que también fueron muy negativas".
–¿La comunista y la marxista no le importa? –lo detuvo Domenech.
–Por supuesto que me importa. Son todas parte...
Petit relató, "para que el senador vea" que no tiene "ninguna limitación en cuanto a los autoritarismos", sus días de recorrida por los perimidos regímenes de Berlín, algo que vivió "muy intensamente". Al decir del expresidente Enrique Tarigo, sostuvo que "todas las formas totalitarias, sean rojas, pardas, verdes, azules o del color que sea, son condenables en la medida en que implican la negación de la dignidad humana".
Domingo Arena
Consultado por los senadores de la comisión, Petit aseguró que Domingo Arena "es una cárcel muy correcta" que ha visitado varias veces. "Es muy digna, con espacios verdes, amplios, con espacios de circulación, habitaciones individuales, con baños individuales", narró.
Hoy hay allí 26 presos por causas vinculadas a la dictadura.
Petit detalló que a la fecha hay 95 mayores de 70 años procesados por una variedad de delitos (y no todos por el tema en cuestión): "Abuso de autoridad, abuso sexual, asistencia al lavado de activos, asociación para delinquir, atentado violento al pudor, autoevasión, desacato, estupefacientes, homicidio –hay muchos casos por este delito–, pornografía, privación de libertad, violencia privada, etcétera", contó.
Por otro lado, son 90 los privados de libertad que están en la franja entre 65 y 70 años –dentro de las que el juez puede considerar la prisión domiciliaria si hay una solicitud, de acuerdo al proyecto actual–, "también por causales muy variadas, pero destacan homicidio, privación de libertad y rapiña".
