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El gigante inmobiliario chino Evergrande se desplomó en el día de su vuelta a la bolsa de Hong Kong
La reanudación de las operaciones se produjo después de que la compañía anunciara el viernes haber cumplido con los requisitos de la bolsa de valores de Hong Kong, incluida la publicación de sus resultados financieros y el cumplimiento de otras reglas para poder cotizar en el mercado accionario.
Evergrande, que llegó a ser la compañía inmobiliaria más grande de China, se declaró en default en 2021 y tiene más de US$ 300.000 millones en pasivos, lo que la convirtió en un símbolo de la crisis inmobiliaria que registra China y que muchos temen que pueda extenderse a nivel mundial.
El precio de las acciones de la firma cayó hasta un 87% durante la jornada, reduciendo el valor de mercado de la empresa a menos de US$ 600 millones, un nivel irrisorio de cara a la valuación del orden de los US$ 50.000 millones que registraba conforme a la cotización de los papeles en 2017.
El domingo, Evergrande informó de nuevas pérdidas en la primera mitad del año de US$ 4.530 millones, resultado negativo que sin embargo supone una mejora con respecto a los casi US$ 9.000 millones en pérdidas que exhibió la compañía en el mismo período del año pasado.
Sin embargo, según los datos de la empresa, sus activos disponibles cayeron de US$ 2.000 millones a US$ 556 millones en su regreso a los mercados, un reflejo de su menguante liquidez y del significativo enfriamiento del sector inmobiliario en el primer semestre del año, exacerbando por la volatilidad y varias quiebras.
En marzo de 2022, la bolsa de Hong Kong suspendió la negociación de acciones de Evergrande después de que la inmobiliaria no publicara sus resultados financieros de 2021. Sus ganancias para 2021 y 2022 se publicaron el mes pasado, con una pérdida neta de más de US$ 113.000 millones en ese período de dos años.
La compañía corría el riesgo de ser retirada de la bolsa si sus acciones quedaban suspendidas durante 18 meses. En este contexto, Evergrande, que tenía que celebrar reuniones con sus acreedores para acordar una propuesta de reestructuración de su deuda en el extranjero, anunció que la negociación se aplazó por un mes.
El plan de Evergrande es ofrecer a los acreedores la opción de intercambiar su deuda por una nueva, emitida por la compañía y acciones en dos subsidiarias: Evergrande Property Services Group y Evergrande New Energy Vehicle Group. A principios de este mes, la compañía se declaró en bancarrota en los Estados Unidos, una medida para salvaguardar sus activos estadounidenses durante su reestructuración.
Evergrande necesita la aprobación de más del 75% de los tenedores de cada clase de deuda para aprobar el plan. “En el futuro, las cosas seguirán siendo difíciles tanto para sus operaciones como para el desempeño de sus acciones”, dijo Steven Leung, director de UOB Kay Hian con sede en Hong Kong.
“Hay pocas esperanzas de que Evergrande pueda depender de la venta de casas para pagar la deuda porque los compradores preferirían promotores estatales y no podrá beneficiarse de las políticas de estímulo”, agregó Leung.
La profundización de la crisis de deuda en el sector inmobiliario pesó sobre la recuperación de la economía de China, ejerciendo más presión sobre las autoridades para que implementen medidas de estímulo. Hasta ahora, el gobierno relajó las normas sobre préstamos para viviendas residenciales y apoyó viviendas asequibles, alentando así a los inversores.
“No vimos una mejora significativa en los fundamentos del mercado inmobiliario”, dijo Mark Dong, gerente general de Minority Asset Management, también con sede en Hong Kong, firma que administra más de US$ 1.000 millones en activos.
(Con información de agencias)
