El Kremlin reivindica ataque contra yihadistas en Siria que causó 38 muertos

El presidente ruso Vladimir Putin es un aliado clave del líder sirio Bashar al Asad y le brindó apoyo militar, político y económico durante la guerra civil que comenzó en ese país en 2011.

"El 11 de noviembre, las fuerzas aeroespaciales lanzaron bombardeos en la provincia de Idlib contra instalaciones de grupos ilegales que atacaron al ejército del gobierno de Siria", informaron las fuerzas armadas rusas en un comunicado emitido el domingo.

Según fuentes de Moscú, los bombardeos destruyeron refugios subterráneos y campamentos de entrenamiento del "grupo terrorista Jabhat al Nusra" y dejaron 38 combatientes muertos y más de 60 heridos, según el ejército ruso, que utilizó el nombre antiguó de esta organización yihadista, que ahora se autodenomina Hayat Tahrir al Sham.

La agencia de noticias AFP no pudo verificar estas informaciones, pero el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en el Reino Unido y con informantes en el terreno, indicó que Rusia bombardeó el sábado a este grupo yihadista, que es una escisión de Al Qaida.

El gobierno sirio, apoyado por Rusia, intensificó los bombardeos en Idlib después de un ataque contra una academia militar en Homs que dejó más de 100 muertos el mes pasado, según el OSDH.

Rusia y Turquía negociaron un cese el fuego en Idlib en 2020 tras una ofensiva del gobierno sirio, pero es frecuente que esta tregua sea violada.