El dirigente sindical Federico Kreimerman reconoció ante la fiscal Gabriela Fossati haber prendido la bomba de humo en junio dentro de la sede de OSE
La fiscal de Flagrancia, Gabriela Fossati, pedirá la imputación de Federico Kreimerman, presidente del sindicato de OSE, por un delito de atentado especialmente agravado luego de que prendiera el pasado 13 de junio una bomba de humo dentro de la sede del organismo público.
Esto, además, fue reconocido por el dirigente sindical en una audiencia a la que también fueron convocados también otros dos integrantes de la Federación de Funcionarios de OSE (FFOSE). Sin embargo, el pedido de Fossati será sólo para Kreimerman.
Aunque no se fijó una audiencia y un juez no hizo lugar al pedido de la fiscal, Fossati se ampara en el artículo 171 del Código Penal, que contempla el delito de atentado. Allí se establece: "Se comete atentado usando violencia o amenaza contra un funcionario público, con alguno de los siguientes fines: el de impedirle al funcionario asumir la función o tomar posesión del cargo, el de estorbarle su libre ejercicio, el de obtener su renuncia o la prepotencia, el odio o el menosprecio". También se determina que ese delito se paga con tres meses de penitenciaría hasta tres años.
Sin embargo, Kreimerman es primario, es decir, no tiene antecedentes penales, por lo que, en caso de ser imputado y luego condenado, le correspondería el beneficio de acceder a una libertad a prueba en lugar de ir a prisión, informaron a El Observador fuentes al tanto de la investigación. Tampoco está previsto que se pida como medida cautelar la prisión preventiva del dirigente sindical.
En caso de que sea condenado, el ingeniero podría ser destituido como funcionario público de OSE. Esto se debe a que hay tres causales por las que se puede destituir a un funcionario público, entre las que se encuentran la ineptitud, omisión o delito, esto último siempre que haya una sentencia firme. Sin embargo, es necesario demostrar fehacientemente cualquiera de estas tres causales.
Por su parte, Juan Fagundez, abogado del dirigente sindical, señaló en una rueda de prensa que entiende que Kreimerman no cometió ningún delito, puesto que "técnicamente el atentado no se dio" y tampoco "ninguna figura delictiva en materia penal".