En Alemania se producen dos ataques por día contra las personas de la comunidad queer

Unos de los casos, en Münster, culminó en asesinato cuando una persona transgénero identificada como Malte C. intervino para defender a un grupo de lesbianas que estaban siendo acosadas e insultadas por un grupo violento durante el Día del orgullo gay. Uno de los agresores la tiró al piso y la golpeó repetidas veces ocasionándole traumatismos de cráneo y daño cerebral que le produjeron la muerte seis días más tarde.

El caso produjo una consternación general y la copresidenta del gobernante partido Social Demócrata (SPD), expresó en su cuenta de Twitter que “este caso es un recuerdo brutal de que continúan los crímenes contra la comunidad queer todas las semanas, todos los días”.

De acuerdo con estadísticas oficiales, se producen dos ataques de ese tipo cada día, aunque la ministra de Interior, Nancy Faeser, estima que ese número es mucho más alto y organizaciones como la Asociación lesbiana y gay (LSVD) coinciden con la policía en afirmar que un 90% de los casos de agresión no son denunciados. Muchos de los casos ocurren durante las celebraciones del Día del orgullo gay, conocido en Alemania como Christopher Street Day en recuerdo de los incidentes en un bar de la calle Christopher en Nueva York cuando se produjo el primer gran acto de resistencia de la comunidad LGBT.

Pero Alfonso Pantisano, de la junta directiva de la LSVD, afirma que no es correcto considerar que los ataques se producen mayormente durante los desfiles del día del orgullo, en realidad, suceden todos los días, en calles atestadas de gente y en callejones perdidos, en el subte, en los micros, en los patios de las escuelas, en los clubs y en los shoppings.

Las autoridades policiales federales llevan estadísticas sobre dos categorías de agresiones: “identidad de género/sexual” y “orientación sexual” desde 2020 solamente y muestran que las agresiones han crecido un 66% y un 50% en las respectivas categorías.

También existe una gran diferencia entre los casos registrados en Berlín y otras ciudades alemanas, probablemente porque fuera de la capital, los crímenes contra la comunidad queer no aparezcan diferenciados sino como simples agresiones físicas. Pantisano afirma que esta diferencia se debe a que Berlín presta atención y registra correctamente estos ataques ya que tiene un nivel mayor de preparación y experiencia en la materia.

El asesinato de Malte C. en Münster ha estimulado el debate sobre el perfil y las motivaciones de los agresores que de acuerdo con lo que se puede inferir de las magras estadísticas oficiales son habitualmente gente joven, en algunos casos musulmanes y en un gran porcentaje, personas imbuidas por ideas de extrema derecha.

El comisionado federal para la Aceptación de la diversidad sexual y de género Sven Lehmann remitió recientemente el borrador de un plan de acción a varias asociaciones relacionadas con la defensa de los derechos de la comunidad LGBT para consensuar su aprobación.

Pantisano afirma que el plan no es suficiente y que Alemania sigue estando detrás de otros países en su legislación sobre estos temas y pone por ejemplo que en el país aún está prohibido que las personas homosexuales y transgénero donen sangre. Otros países, como Malta y Argentina, están mucho más avanzados, explicó Pantisano.

El dirigente del LSVD agregó que después del crimen de Malte C. el gobierno tardó un año en convocar un grupo de trabajo de los 16 estados alemanes para combatir la violencia transfóbica y homofóbica.

“Vivimos en un país que dice apoyar la diversidad, pero desde mi punto de vista, Alemania tiene un problema con la diversidad y es necesario ocuparse de eso”, agregó.