"¿Qué diría papá si me viera acá?", le dijo Matías Vecino a Dolly, su madre. Era el 1º de agosto de 2017 y al volante lo acababan de presentar como nuevo jugador de Internazionale de Milán y la vida, de repente, se le hizo una catarata de recuerdos.
Su papá, Mario, y las enseñanzas que le hicieron amar el fútbol. El accidente que hizo que a los 14 años se quedara sin él. Los largos viajes diarios de San Jacinto a entrenar con las inferiores de Central Español. El debut en Primera, el pase a Nacional. Italia. El aprendizaje, la evolución constante. La tentación de la Azzurra. El sueño celeste que parecía no llegar más. El pase a un grande del fútbol italiano.
San Jacinto se encuentra a 51 kilómetros de Montevideo y allí vive Dolly junto a Nicolás de 14 años, el hermano menor de Matías. "Fue al que más lo afectó el fallecimiento de su papá. Durante meses lo buscaba, pensaba que era él cada vez que llegaba alguien a casa o que sonaba el teléfono. Tenía dos años y medio", contó su mamá.
Hoy, el estadio de San Jacinto lleva su nombre recordando su pasado en Liverpool, por la capital, y también el fútbol canario.
Florencia, la hermana mayor, hoy abogada, tenía 16 y Matías 14. "Esa noche los junté en la mesa y les conté lo que había pasado. Pero salimos todos adelante, porque la familia ya estaba bien estructurada y porque no nos sentamos a llorar ni a esperar lástima sino a seguir adelante con la vida", explicó esta maestra de inglés que consiguió tres trabajos para sustentar a sus hijos.
"Se pasaba horas enseñándole. No quería que ganara, quería que aprendiera", dijo su madre.
De San Jacinto viajaba una hora cada día para entrenar en las inferiores del palermitano en el kilómetro 16 de la ruta 8 en la cancha de Los Maristas.
Después de cada entrenamiento le llevaba sus zapatos de fútbol blancos a su abuela Esther para que se los lavara y les pasara tiza para dejarlos impecables. "Eran los únicos que tenía y es algo que le recuerda el camino recorrido ahora que llegó a donde está", dijo su madre.
"Había días que lo veía salir con su mochilita caminando bajo lluvias torrenciales y le preguntaba: ¿Estás seguro de que van a entrenar?' Y él me decía: 'Algo vamos a hacer'", recordó su tío Raúl Falero.
Años después, como en un deja-vu, Raúl lo vio con su mochila partir de San Jacinto, un día soleado, para ir a jugar al Estadio Centenario ya con la Primera de Central Español contra Peñarol, un 29 de mayo de 2011. Hizo un gol, empataron 2-2 y sumaron para evitar el descenso.
Un año antes, Daniel Sánchez ya lo había promovido a Primera División.
"Cuando llego a dirigir la Sexta de Central Español, él ya estaba. Luego fui coordinador de juveniles en el club y finalmente entrenador de Primera. Estando en Cuarta, Miguel Peirano me insistía en que era el mejor valor de la categoría", recordó.
Acuciado por el descenso, el Pecho se la jugó y ascendió para el Clausura 2010 a Vecino y a Diego Riolfo, las joyas de la cantera palermitana.
El 6 de marzo de 2010 debutó contra Tacuarembó ingresando a los 63' por Horacio Peralta. Ganaron 4-1.
"En los primeros partidos lo pusimos en funciones más ofensivas, como para liberarlo de responsabilidades. Pero partido a partido fue asumiendo más protagonismo y lo fuimos retrasando en el campo", expresó el DT que hoy es coordinador de fútbol del colegio Elbio Fernández.
"Mucho tiempo me dijo que no quería que le recordaran siempre ese gol porque quería seguir escribiendo su historia", expresó su madre.
Y vaya si la escribió. Después del Mundial sub 20 pasó a Nacional (2011-2012) que fue su trampolín a Europa donde desembarcó en Fiorentina a principios de 2013.
Ahí surgió el interés de Antonio Conte de nacionalizarlo para que jugara por la selección italiana. "Me decía que no lo sentía, que quería esperar por el llamado de Uruguay", expresó su madre.
"Casi nunca hablamos de fútbol, pero siempre recuerdo su ansiedad porque el Maestro no lo llamaba, hasta que se le dio", dijo Valentín, su amigo de San Jacinto.
El portugués Paulo Sousa, un volante central que fue figura en las finales de la Champions 1996, con Juventus, y 1997, con Borussia Dortmund, fue el que lo redefinió como jugador al colocarlo como volante central en su retorno a Fiorentina (2015-2017).
El 26 de marzo de 2016, en Recife, le llegó el momento. Titular por Eliminatorias contra Brasil y 0-2 abajo en 26 minutos. "Los nervios que pasé ese día no te los puedo contar. Pero no podía faltar, siempre estuve todas en sus primeras veces", reveló su madre.
¿Qué diría hoy su padre al verlo con la camiseta del Inter y la de Uruguay? Matías y su madre saben bien la respuesta.
LAS FRASES
"Matías rompía los ojos en el baby fútbol. Lo llevé a Nacional a un campamento y ni lo miraron. Entonces lo llevé a Central Español donde quedó en la Séptima con Diego Demarco como técnico"
Ruben García, el captor que lo llevó a la capital
"Para San Jacinto, Vecino es un referente para todos los niños que se inician en el baby fútbol y una motivación muy grande para los que vienen de abajo"
Luis Diverio, presidente de club de Baby San Jacinto
"Cuando un jugador llega se mira lo económico, pero el esfuerzo que hay detrás es increíble y Matías es súper profesional: no sale, se cuida en las comidas. Está en Italia para trabajar"
Dollys Falero, su madre
EL MAESTRO: MAURIZIO SARRI
"El segundo gran maestro que tuvo Matías después de su padre fue Maurizio Sarri que lo dirigió en Empoli. '¿Cómo puede ser que no te citen de la selección?' le preguntaba. Hasta último momento quiso llevarlo a Napoli. Es un hombre de un carácter muy hosco, muy crudo para decir las cosas, pero un hombre con un gran conocimiento de fútbol", dijo su madre.
LA EXPULSIÓN CON VAR ANTE LA JUVE
En toda su carrera, Vecino sufrió una sola expulsión. Fue el 28 de abril de este año contra Juventus, en un duelo clave para la definición de la Serie A italiana. El uruguayo le entró fuerte a Mario Mandzukic y recibió amarilla, pero el juez revisó la jugada en el VAR y terminó expulsando al uruguayo.
LAS CIFRAS
21 partidos lleva con la selección. Fue titular en 11. Debutó el 26 de marzo de 2016 contra Brasil en Recife por Eliminatorias y le hizo un gol, dos meses después, a Trinidad y Tobago en un amistoso.
3 goles marcó en su primera temporada con Inter donde jugó 31 partidos, 27 de ellos como titular. El último que hizo,. el 20 de mayo contra Lazio, devolvió al equipo a la Liga de Campeones.
23 partidos jugó en Nacional donde llegó a mitad de 2011, tras el Mundial sub 20 de 2011 y se fue a fines de 2012. Hizo cinco goles y se llevó un gran concepto de Marcelo Gallardo como entrenador por su claridad conceptual para ver el fútbol.
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