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Experto explicó a qué desafíos se enfrentan los países ante el auge de la electromovilidad
La movilidad eléctrica está creciendo en el mundo y para Latinoamérica fundamentalmente supone grandes desafíos, entre ellos el de generar una infraestructura que cumpla con las necesidades de los usuarios, explicó a Café & Negocios Andrés Rebolledo, secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE).
A fines de 2022 había 5.600 estaciones de carga en todo el continente, la mayoría concentradas en México y Brasil, ¿cuáles son las perspectivas de crecimiento para Uruguay?, ¿es posible recorrer América Latina en un auto eléctrico?, esos fueron algunos de los temas que el secretario, ex ministro de Energía de Chile y ex embajador de Chile en Uruguay habló en la siguiente entrevista.
¿Qué perspectivas tiene sobre el cambio de autos de combustión a autos eléctricos en América Latina?
En el mundo las tasas de crecimiento (de compra) de vehículos eléctricos han ido al alza de manera muy exponencial. Creo que esto solo va a seguir creciendo.
Hay un desafío muy relevante que los países tienen que tener en consideración desde la planificación de los mercado eléctricos, que es el reforzar las redes de transmisión y distribución eléctrica. Hoy se consume algo de electricidad, pero cuando esto sea masivo vamos a tener muchos vehículos cargando y necesitaremos líneas de distribución más robustas, más tecnológicas, más digitales y más bidireccionales. Eso sucederá a medida que los países generen incentivos y regulaciones para que se den las inversiones para instalar infraestructura.
Más vehículos eléctricos requieren más generación eléctrica, donde hoy en día algunos países están enfrentando escases a propósito del tema hídrico. El mercado eléctrico tiene que hacerse cargo de la mayor penetración de autos eléctricos con la planificación.
¿Esa planificación debería hacerse en colaboración entre países?
Hay un tema principal, que es cuánto de eso se hace en un sentido armónico entre países.
Nosotros como OLADE estamos tratando de propiciar que este tipo de normativas sean coherentes y tengan un grado de armonización regulatoria entre países, de forma tal de que la infraestructura de carga permita circular con un vehículo eléctrico de un país a otro, de manera que sea posible imaginarse un mercado de movilidad eléctrica integrado regionalmente y no solo nacional. Hoy en día hay algunos esfuerzos de armonización en ese sentido, particularmente en materia de infraestructura de carga, pero ahí hay un desafío muy central hacia la lógica de tener un mercado más integrado.
OLADE apoyó el desarrollo de “la ruta eléctrica andina” ¿de qué se trata esta iniciativa? ¿se puede replicar en otras zonas de Latinoamérica?
La ruta es andina porque se hizo en una región particular, pero también se hizo antes en Centro América y ahora en noviembre se va a hacer en el Conosur.
Esta ruta trata de dar visibilidad a un asunto fundamental en relación al desarrollo de la movilidad eléctrica, que es la infraestructura de carga. Trata de mostrar que es posible recorrer distancias largas (en un auto eléctrico) dado que existe una infraestructura que lo permite.
Estas rutas subregionales se han hecho a partir de una alianza de los distintos gremios de usuarios de vehículos eléctricos que existen en casi todos los países de Latinoamérica, y nosotros venimos apoyando eso. El objetivo es mostrar que para que se desarrolle la electro movilidad como un ecosistema tienen que tener resuelto el tema de las estaciones de carga.
¿Cómo ve los avances en movilidad eléctrica en América Latina?
América Latina es, en términos de generación eléctrica, la región más verde del mundo, un 60% de lo que se genera en electricidad es en base a energía renovable, y por lo tanto (el continente) está en una buena posición para descarbonizar sectores como el del transporte.
¿Y cómo ve a Uruguay?
En movilidad eléctrica en base a baterías de litio América Latina está dando pasos importantes. Hay países, realidades y avances distintos. En Costa Rica en 2022 prácticamente el 10% de todo lo que se vendió de vehículos nuevos fue de eléctricos. Y Uruguay también ha ejercido el liderazgo a partir de su propio cambio de matriz energética, o Chile, en relación a la incorporación de buses eléctricos en el transporte público. Colombia también lo ha hecho y hay otros que están dando sus primeros pasos.
UTE tiene el objetivo de instalar un cargador de vehículos eléctricos cada 50 kilómetros, ¿OLADE conoce esta iniciativa?
A finales del año pasado en todo América Latina había alrededor de 5.600 estaciones de carga, el 60% concentrado en los países grandes: México y Brasil. Eso sigue siendo una porción menor de todas las estaciones de carga del mundo, América Latina sigue representando el 0,2% de la infraestructura de carga del mundo, eso también somos en materia de vehículos.
América Latina es el 5% del mundo en general, en comercio, en emisiones, uno pensaría que tenemos que llegar a ser el 5% también en esto (infraestructura de carga).
Desde el punto de vista de quién ejerce el liderazgo corporativo, en cada uno de los países depende de cómo están organizados los mercados eléctricos, en algunos son más privados y en otros más públicos.
Las primeras incorporaciones masivas de vehículos eléctricos fueron buses, y si bien eso sigue creciendo hoy en día el crecimiento de los vehículos corporativos, me refiero a flotas de empresas, están siendo prácticamente igual o más que los buses. Ha cambiado esa tendencia y eso cambia de manera muy relevante las estaciones de carga. Las empresas suelen hacer cargas en la propia empresa, y las estaciones de carga son muy importante, pero hoy en día, en el caso de los usuarios el 80% carga en sus casas durante la noche.
