La fiscal Gabriela Fossati indagó el pasado lunes 12 de diciembre al exjefe de la custodia presidencial, Alejandro Astesiano, por las averiguaciones que realizó de forma reservada sobre un viaje privado de Lorena Ponce de León, según confirmó El Observador con allegados a la investigación.
La esposa del presidente Luis Lacalle Pou viajó a Miami el pasado 4 de julio desde Montevideo, pero no había comunicado su destino a la custodia, pues se trataba de una salida al exterior ajena a sus funciones como primera dama y fundadora del programa Sembrando. Por esas fechas, además, llevaba dos meses separada del presidente de la República.
Según surge de chats divulgados el martes por MVD Noticias, Astesiano consultó por Whatsapp sobre este tema al número tres de la Policía Nacional, Jorge Berriel (indagado por Fossati y de licencia en su cargo), así como al custodio de Ponce de León. A Berriel en concreto le pidió información sobre el vuelo y el destino de Ponce de León, a lo que el subdirector ejecutivo de la Policía respondió, aportando los datos del vuelo y los detalles del destino.
Estas comunicaciones fueron motivo de consulta por parte de la fiscal Fossati, tal como informa El País este jueves. En el interrogatorio, que duró más de cuatro horas, Astesiano aseguró que Ponce de León no había informado sobre el destino ni la fecha del viaje. Tampoco había solicitado custodia.
Consultado sobre si se implementó un esquema de seguridad para proteger a la primera dama en ese viaje, Astesiano respondió: “No se implementó, porque el presidente no quería molestarla. Nosotros queríamos hacerlo. Fue en momentos en que la separación de ellos estaba complicada desde un punto de vista mediático”.
Según supo El Observador, la fiscal Fossati consultó de este tema a Astesiano e investiga si se excedió en sus funciones. Sin embargo, esto sucedió también en otros casos, donde el exjefe de custodios fue interrogado sobre todas aquellas actividades que pudieron estar ajenas a sus responsabilidades. Las fuentes consultadas agregaron que luego se analizará si esta, como otras cuestiones, suponen un delito.
Por el momento, la fiscal que investiga el caso tiene cuatro líneas distintas de trabajo. Una de ellas refiere a los pasaportes adulterados que se entregaban a ciudadanos rusos y ucranianos; otra a todos aquellos chats que surgen del celular del custodio y que no tienen que ver con la maniobra de falsificación de documentos; también analiza el pedido que recibió Astesiano de elaborar fichas personales sobre los senadores Mario Bergara y Charles Carrera, quienes denunciaron ser objeto de “espionaje”; y la cuarta –más reciente– busca determinar cómo surgieron las filtraciones de las conversaciones de Whatsapp y otros elementos de la investigación que fueron divulgados.
