Economía y Empresas > SECTOR EN CRISIS

Free shops trabajan con menos del 30% de la plantilla y apuestan a los uruguayos

La ventas en las grandes cadenas apenas llegan a un tercio respecto al volumen del año pasado por los efectos de la pandemia
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07 de septiembre de 2020 a las 05:00

La Asociación de Free Shops de Rivera hizo una asamblea a principios de marzo con la intención de pedirle al gobierno que declarara la emergencia económica del comercio de fronteras. Todavía no se había confirmado los primeros casos de coronavirus en Uruguay, que complicaría aún más la situación de estos centros comerciales fronterizos.

Las ventas en las grandes cadenas de free shops se desplomaron a un tercio respecto a las cifras del mismo período del año y la plantilla de trabajadores se redujo a un 20% del total, informó a El Observador el secretario general de la Cámara de los Free Shops, Carlos Loaiza.

La crisis en el rubro se agravó porque la emergencia sanitaria por el coronavirus lo toca de manera especial: el cierre de fronteras hizo que pierda su principal cliente (Brasil). En las seis ciudades fronterizas donde están presente, quienes pueden comprar son los habitantes del lado brasileño. Sin embargo, el "principal volumen de ventas" estaba en quienes llegaban desde afuera de la ciudad y hacían "turismo de compras", explicó el ejecutivo.

"Si bien todo el mundo está sufriendo la pandemia en la reducción de ventas, el comercio local sigue teniendo clientes, que siguen pudiendo comprar. Nosotros no tenemos un cliente potencial y necesitamos uno", analizó Loaiza.

En Rivera, cerca del 70% de los trabajadores están en seguro de desempleo total o parcial. Los despidos, en tanto, han estado cerca del 4%. El free shop Fénix, que tenía dos sucursales, cerró definitivamente. En Bella Unión, en tanto, está trabajando el 50% de la plantilla y en otras fronteras más del 60% está en seguro de paro, informó a El Observador la presidenta de la Asociación de Free Shops de Rivera, Lina Varela.

Los pedidos al gobierno

El sector de los free shops arrastraba problemas antes de la crisis del coronavirus por la baja del consumo de los brasileños, que se dio por "el agotamiento del crédito y el consumo en Brasil", a la "diferencia de cambio" y a que ya están instalados varios free shops del lado de Brasil que pueden venderle a personas de la misma nacionalidad, explicó Loaiza.

La cámara tuvo reuniones con el gobierno que tomó medidas insuficientes para la cámara. Una de esas medidas es la de nacionalización de la mercadería que estaba en los Depósitos Fiscales Únicos (DFU), pero que no ha sido utilizada por los miembros de la cámara.

La cámara le propuso al gobierno que se genere un sistema similar al de las encomiendas postales, pasar un sistema de "lista negativa" como el brasileño –es decir, que estén listados los productos que no se pueden vender– y que el régimen tenga un sistema de seguros de paro particular para el sector.

Que el régimen uruguayo se parezca al se Brasil supone que se habilite la venta a uruguayos. Aunque en Uruguay "no es tan fácil" como en Brasil.

"En el sistema brasileño vos tenés tu cédula de identidad, comprás y cuando superás la franquicia mensual te empiezan a cobrar impuestos. Ese sería un sistema aceptable en Uruguay, pero como el territorio es más pequeño eso puede generar una distorsión del comercio importante por los precios y la competencia con el comerciante local", dijo Loaiza. "Plantamos alguna fórmula como ecommerce, que no sea venta al mostrador", agregó.

En ese sentido, el presidente de la Asociación de Free Shops de Chuy, Carlos Calabuig, propuso que el turista uruguayo tenga "una cuota mensual" que sea controlada con el número de cédula de identidad. "Si logras que la plata quede del lado uruguayo mejor porque sigue generando mano de obra, sigue pagando impuestos y estás dentro de tu país", explicó el empresario.

La Asociación de Free Shops de Rivera se reunió con el presidente Luis Lacalle Pou cuando surgió el primer brote de coronavirus en Rivera, pocos días después de la reapertura de los comercios.

En ese encuentro, el pedido de la asociación fue que se aprobara un protocolo que se había presentado en marzo para que puedan seguir abiertos. "El nuestro es un sector que, por ser régimen de excepción, no abarcó ningún tipo de medidas de las que le dieron a las empresas", explicó Varela a El Observador. Los free shops, dijo, el único beneficio que tienen es que puede acceder al seguro de paro flexible que implementó el gobierno por la pandemia.

En agosto tuvieron la asociación tuvo otra reunión con el gobierno, que esta vez estaba representado por el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y por el equipo económico.

Uno de los pedidos a Lacalle fue sobre la ley de encomiendas postales, que le permite a los uruguayos hacer compras de US$ 600 al exterior al año. El pedido de los free shops a Lacalle fue que, durante la pandemia, puedan abastecer con mercadería.

También le solicitaron al gobierno que estos comercios puedan vender por internet, cuando los free shops solo tienen autorizada la venta a extranjeros y de forma presencial.

"Las medidas no son para agotar un stock sino para asegurar un flujo de caja hasta tanto no se abra las fronteras", explicó Loaiza.

No desaparecer

Calabuig dijo que a esa ciudad entran algunos turistas pero que la situación más problemática es Río Branco, donde le puente está trancado y "no entra nadie" porque los brasileños que entran por Yaguarón no pueden llegar a esa localidad de Cerro Largo.

En el Chuy había entre 600 y 650 trabajadores directos trabajando en los free shops y hoy ese número no llega a 100. En esa ciudad fronteriza de Rocha hay en total 23 centros comerciales, pero en este momento solo funcionan cerca de 15. "Para la gente que depende específicamente de la venta para bancar gastos está muy difícil", comentó.

En Rivera hay 52 empresas habilitadas en régimen de free shop En Rivera, el público que tienen los free shops son los pobladores de Santana do Livramento, que "están en condiciones sanitarias complicadas". En el departamento cerraron el 2019 en el entorno de 1.400 empleos directos.

Calabuig tiene incertidumbre sobre el futuro del rubro. "Si se genera alguna brecha con el turista uruguayo puede ser que entremos a nivelarnos y a no desaparecer. Por lo menos podemos respirar un poco", comentó.

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