Gira por 30 años de Los Nocheros llegará a Uruguay

En 30 años de carrera, Los Nocheros han acumulado éxitos, premios, kilómetros, espectadores y discos, pero quieren más. El grupo salteño, uno de los más importantes del folklore en Argentina y a nivel continental, consolidó su trayectoria presentándose en los tradicionales festivales del género pero también con éxitos que lograron borrar las barreras de un género y llegaron a un público desacostumbrado a los ritmos más tradicionales del interior argentino, acaparando premios y llenando teatros incluso fuera de América.

Este sábado, Los Nocheros volverán a Uruguay, donde cuentan con un amplio abanico de seguidores, para presentar su disco aniversario, en el cual incorporan temas anteriores con producciones nuevas en colaboración con otros artistas argentinos. Álvaro Teruel, miembro más joven del grupo, conversó con El Observador sobre el aniversario y otros temas.

Para nosotros estos 30 años de trayectoria son lo más importante. Todos los años intentamos brindarle algo nuevo a la gente cada vez que tocamos. Somos una banda que estamos girando permanentemente durante todo el año y, siempre con esa intención, hemos elegido para estos 30 años canciones que por ahí no eran las más fuertes de algunos discos y queríamos reversionarlas, cantarlas de una manera fresca. Algunas de esas versiones estaban cantadas por Jorge (Rojas) y ahora, por ejemplo, las canté yo. Sentimos que estas canciones tienen el espíritu más nochero por cómo están compuestas, por la onda que tienen, por los momentos que hemos vivido en el grupo desde el inicio. Yo antes no cantaba pero sí estaba en el movimiento, porque cantaban mi viejo, mi tío, y mi madre estaba componiendo varias canciones. En realidad somos un montón de nocheros.

Siempre hemos tenido una gran relación, buena onda. El había venido a tocar acá a Salta invitado por la fundación que apadrinamos y se copó. Siempre ha tenido una predisposición divina y ya nos había mandado canciones para otros discos, pero esta vez Alejandro Varela, nuestro productor, habló con él y le sintetizó que nosotros queríamos agradecerle a nuestra gente con una canción especial por todos estos años. A partir de eso el creó Gracias, lo siento, te amo, que tiene un pensamiento bien lindo, profundo y necesario, y nos contagió. Fue una experiencia muy linda porque él es un artista muy completo, con un carisma muy particular y ha sabido dar con las palabras exactas. Supo trasmitir con palabras y una melodía hermosa nuestro agradecimiento.

A mi me encanta este momento. Hay discos de folklore nominados al Latin Grammy, por ejemplo. Eso para mi significa que se lo produce bien, la gente que lo labura es muy conocedora y saben cómo arreglar bien las canciones, cómo componerlas, cómo hacerlas sonar, cómo hacerlas vibrar para la gente. Todos, hasta los rockeros, comienzan a tocar la guitarra con alguna canción folklórica, porque son sencillas y van directamente a la conciencia popular de la gente y del pueblo en el que se sienten identificados. Los cantores folklóricos tomamos esos elementos y vamos formando un eslabón que se va corriendo de generación en generación.

Sí. Nosotros vamos todos los años a tocar a Uruguay, a Bolivia, a Paraguay; también tocamos en Chile, tocamos en Argentina en un montón de provincias, de norte a sur. Entonces, sí nos sentimos parte de eso, de lograr que nuestro género llegue a más gente. Lo hacemos cada semana cuando llevamos nuestra música al público.

Cada uno tiene su propia magia. Los festivales tienen un contexto festivo, la gente está con sus amigos, van a pasarla bien, a tomar un trago y es un público específicamente folklorero. Además, generalmente son en verano, por lo que la gente además está dispuesta de una manera particular. Eso es buenísimo y los festivales como Cosquín o Jesús María nos encantan. En Uruguay también tienen festivales hermosos donde meten una cantidad de gente increíble. Pero los festivales no tienen nada que ver con el teatro, que es un lugar diseñado artísticamente para que suenes bien, que puedas brindar un buen espectáculo donde todos vean bien y escuchen bien; la gente se empilcha lindo para ir a vernos. La intimidad que tiene un teatro no te la da un festival tampoco, donde tenés a la gente ahí arriba con vos. Cada uno tiene su magia. Lo mismo un estadio, un micro estadio o un complejo deportivo, o cantar en las calles, en las plazas. No hay uno mejor que otro pero todos tienen magia.

Acá va pasando todo al mismo tiempo. Si bien tenemos una planificación y descansamos bastante para cada show, porque son muchas presentaciones, siempre tenemos la inquietud de ver que vamos a hacer, que vamos a cantar, por donde vamos a seguir. Siempre estamos pensando. Imaginate que encima somos cuatro cabezas que van para lugares diferentes: surgen 10 mil ideas para los próximos pasos.