En el gobierno son conscientes de que el país registró un fuerte aumento en los casos de covid-19 en los últimos días. Pero, a pesar de que la curva ascendió como nunca antes durante esta semana, están tranquilos por seguir con el control epidemiológico de cada brote de coronavirus que hay en el país. Esa es la principal idea que se manejó en la reunión que mantuvo este jueves el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, con los expertos asesores, las autoridades sanitarias y otros jerarcas del Poder Ejecutivo.
Y ese mismo concepto trasladaron a la población en conferencia de prensa, horas más tarde. "Estamos tranquilos. Estamos lejísimos de decir que esto está fuera de control", afirmó Lacalle Pou. "Una aclaración que nos parece oportuna para generar tranquilidad es que no se perdió el hilo epidemiológico", señaló y agregó que la capacidad de rastrear los casos también está "lejos" de estar sobrepasada.
Al igual que lo hizo meses atrás, el mandatario mencionó una cifra de casos activos a los que habría que llegar para hacer colapsar el sistema de salud: unos 8700. Uruguay registra 444 infectados cursando la enfermedad.
El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, explicó de forma concreta en qué lugares estaban los brotes. En Montevideo, hay una veintena de casos en el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), unos 40 casos vinculados a residenciales, 20 infectados relacionados al brote en el Casmu y 10 brotes intrafamiliares, entre otros casos aislados.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) fue informado este jueves de un caso de covid-19 en un residencial de ancianos en el barrio de Punta Gorda, en Montevideo, según dijeron a El Observador fuentes de la cartera. Las autoridades dispusieron que todos los residentes y trabajadores de la casa de salud sean hisopados esta tarde, para detectar si se dieron contagios internos. El equipo epidemiológico del MSP está en busca del nexo epidemiológico del caso positivo para poder entender cómo el virus llegó al hogar de ancianos.
De todas formas, aunque el gobierno cree que la situación está bajo control, desde el Ejecutivo quieren mantener un "verano restringido" para poder seguir teniendo las riendas de la epidemia en el país y que no ocurra lo que pasó en la mayoría de países de Europa que, tras la temporada estival, sufrieron un importante repunte de casos.
"Las fronteras van a estar cerradas, salvo excepciones", anunció el presidente. "Es una decisión que muchos no van a compartir. La estiramos, la estiramos. Y lo decimos con pena y tristeza", agregó.
Aunque dijo que "el sector turístico es el más golpeado por la pandemia", dijo que es mejor que esa industria mantenga "un 40%" de la actividad a que tenga que volver al "0%" que tenían durante el comienzo de la emergencia sanitaria. Además, aseguró que el gobierno va "a forzar lo posible lo fiscal para dar un alivio" a los operadores turísticos.
Por otro lado, Lacalle Pou se volvió a dirigir a la "barra más joven" para hacer un "llamado a la responsabilidad". "En estos días está claro que hay que evitar circulación, reuniones y fiestas", apuntó.
En ese sentido, anunció que el Ministerio del Interior también fortalecerá los controles sobre ese tipo de eventos a nivel nacional. "Vamos a ser muy estrictos con el tema de las fiestas. Es para cuidar a los padres y abuelos. No es mucho tiempo", afirmó.
También anunció la suspensión de las clases presenciales por dos semanas en la ciudad de Rivera, una medida que busca evitar el aumento de contagios en esa localidad fronteriza que cuenta con más de 120 casos. "Hay muchos casos en centros educativos", aseguró el mandatario. "Estamos ante un impulso de la pandemia", agregó.
Además de la suspensión de clases en la ciudad de Rivera, el mandatario dijo que aumentarán los controles del Ministerio de Defensa en "tres o cuatro" puntos fronterizos. Señaló que se les aplicará el peso de la ley a los extranjeros que violen los controles.
El mandatario se refirió a un aumento de los casos activos a nivel regional y mundial, así como a las características de esta nueva tendencia. "Los contagios han decrecido en los mayores de 50 años y han crecido en los menores de 50 en el mundo, es una novedad", señaló.
Mientras no aparezca una vacuna, sostuvo Lacalle, la única solución para evitar la propagación de la enfermedad es el tapabocas, así como otros elementos de protección personal. "La vacuna que hoy tenemos es esta", dijo sosteniendo un tapabocas.
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