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Illya Kuryaki en modo verano y discotequero
Desde que pusieron un pie en Ovo Nightclub, la discoteca del hotel Conrad en Punta del Este, Emmanuel Horvilleur y Dante Spinetta, creadores y cerebros detrás de Illya Kuryaki and the Valderramas, dejaron claro que estaban ahí para hacer lo que les sale mejor: dar un show sólido, estructurado alrededor de los clásicos y los nuevos hits de la banda. Todo eso sin parar de apelar al baile, arriba y abajo del escenario.
Horvilleur, Spinetta y los cinco músicos que los acompañaron (incluido el uruguayo Matías Rada en guitarra) respetaron un estricto código de vestimenta en blanco y negro. La pantalla que los escoltaba, las luces y el sonido jugaron su papel a la perfección para destacar lo que estaba pasando sobre el escenario.
Ula Ula, de su último disco Chances de 2012 –séptimo de la banda y con el que volvieron después de su separación en 2001– fue el elegido para poner en marcha la casi hora y media que duró su concierto puntaesteño. Jaguar House, Jugo, Latin Geisha y Expedicion Al Klama Hama le siguieron.
“No nos exijan que estamos de vacaciones”, advirtió Horvilleur, que se puso sobre los hombros el rol de primer bailarín, con agresivos movimientos pélvicos como paso protagonista. También tuvo un ida y vuelta intenso con el público: sacó fotos con un celular que una mano desesperada le ofrecía desde la distancia y más de una vez prestó su micrófono para amplificar alguna voz anónima.
Spinetta se mostró más recatado en su estilo de baile, pero sí se lució cuando se colgó la guitarra –instrumento que domina con talento–, apodada La Dragona, su compañera verde que lo sigue desde hace años.
El punto emotivo lo puso Águila amarilla, homenaje a Luis Alberto Spinetta. “Esta canción se la escribimos al más grande”, dijo Dante sobre su padre. Agregó que era especial tocar ese tema un 23 de enero, cumpleaños de Spinetta y por ley desde 2014 Día del Músico en Argentina.
Después de este quiebre, el setlist siguió apoyado en los hits de la banda: Adelante y Helicópteros, por el lado de los más recientes, Chaco y Jennifer del Estero dentro de los más maduros, proponiendo un viaje a lo más profundo de los años 1990.
El tramo final del show siguió confiando en esa década, primero con Coolo. “¿A ver si se acuerdan de esta?”, desafió Spinetta. Fabrico cuero (un rap con líneas como “Si te gusta la molleja te irá mejor”) y Es tuya Juan –de Fabrico Cuero, primer álbum de unos adolescentes Kuryaki– fueron el preámbulo para el cierre esperado: Abarajáme.
Sobre las 4:00, la banda nacida de dos amigos que desde hace tiempo se confunden por hermanos dejó el lugar, cuando todavía seguía resonando en al aire el mantra que habían hecho repetir a sus seguidores hasta llegar a un grado hipnótico: Illya Kuryaki and the Valderramas, Illya Kuryaki and the Valderramas.
