Nacional > PASAPORTE NARCO
Interpelación de Bergara dejó gusto a poco entre senadores del FA, que acordaron endurecer el discurso
En las dos veces que le tocó hablar después del miembro interpelante y en la misma instancia en que horas más tarde el Frente Amplio le pediría la renuncia por segunda vez en menos de un año, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, se detuvo a elogiarle al senador Mario Bergara el "tono" con que estaba haciendo frente a la interpelación.
No fue hasta después del cuarto intermedio de una hora que otros legisladores de la oposición tomaron la palabra para endurecer las críticas, levantar la voz en sala y hasta acusar al gobierno por un "olor a podrido" en la entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset.
La diferencia entre la primera parte de la sesión y lo que vino después exhibió un choque en la forma en que dentro de la izquierda procuraban encarar la interpelación, al punto que hubo incluso un acuerdo de salir con mayor contundencia en la segunda parte.
"Con el diario del lunes, tendríamos que haber salido más fuerte", dijo un dirigente frenteamplista a El Observador.
Desde el MPP en particular quedaron con gusto a poco tras las primeras intervenciones de Bergara, ya que se entendió que podía haber marcado más enfáticamente los puntos flacos y contradicciones de la defensa del gobierno.
Pero además, la bancada frenteamplista había designado a Bergara como interpelante a pedido del propio líder de Fuerza Renovadora.
El Frente Amplio resolvió que interpelaría a Heber y Bustillo en su reunión de bancada del pasado lunes 15. Según reconstruyó El Observador en base a fuentes políticas, fue el propio Bergara quien se propuso ante los compañeros para ser el miembro interpelante. La bancada lo aceptó, incluido el senador del MPP, Daniel Caggiani, un vocero frecuente en la oposición cuando de temas internacionales se trata, y que ya se se venía pronunciando en distintos medios por el caso de Marset.
En la fuerza política se aceptaba que el expresidente del Banco Central aún no había tenido la chance de desempeñarse en ese rol. A mediados del año pasado, por ejemplo, Charles Carrera (MPP) fue el encargado de llevar a cabo la interpelación por la concesión de la operativa portuaria a Katoen Natie, un tema en el que Bergara también venía haciendo punta desde la oposición, como miembro de la comisión de Transporte y Obras Públicas.
En esa reunión de la semana pasada la oposición también dirimió entre convocar solo a Cancillería, o interpelar a Heber y Bustillo –una posición en la que insistieron en particular el MPP y el senador comunista Óscar Andrade, y por la que finalmente terminaron decantando–.
Durante su disertación de más de una hora, Bergara mantuvo un tono de voz apacible, sin grandes exclamaciones. En la primera intervención, hizo un largo repaso del caso Marset y dejó diez grandes dudas respecto al accionar del gobierno.
Después de sus preguntas fue el turno para Heber, Bustillo y los subsecretarios Guillermo Maciel (Interior) y Carolina Ache (Cancillería). Tras esa réplica que se extendió por más de hora y media, el senador frenteamplista sostuvo que había "luces y sombras". "Se hacen aclaraciones necesarias y hay cosas de las que todavía quedan dudas, más allá de las diferencias de visiones en los temas planteados", expuso.
En esa instancia, el interpelante realizó algunas repreguntas a los ministros, marcó algunas diferencias pero también hizo algunas concesiones, resaltando su espíritu constructivo.
Sin embargo, varios compañeros de su bancada reconocieron a El Observador que ese "estilo" no fue el que hubieran optado atendiendo a las circunstancias, y las grietas que observaban en la línea de tiempo presentada por el gobierno.
En concreto, en la bancada frenteamplista observaron con preocupación que al retomar la palabra el senador no atacara con contundencia los flancos que el oficialismo había dejado abiertos –tales como por qué Ache no avisó a Interior que se estaba expidiendo un pasaporte para Marset, pese a que el subsecretario de esa cartera le preguntó en dos ocasiones por el caso del narcotraficante–, y sobre los que sus compañeros concentrarían todos sus dardos después del cuarto intermedio.
El senador pidió a los ministros que confirmaran si estaban desmintiendo los trascendidos respecto a que Interior ya estaba colaborando con la DEA americana al momento en que se expidió el pasaporte –algo que Heber ni confirmó ni desmintió y que luego otros jerarcas reconocieron por la vía de los hechos–. Bergara bromeó con que no todos los jugadores de fútbol andan por el mundo con pasaportes falsos, remarcó que el envío del documento fue "inusual" y habló de "entrar un poco en discrepancia" respecto a que el gobierno estuviera atado de manos por el decreto del gobierno de José Mujica para acceder a la solicitud de Marset, sobre el cual Heber planteó buena parte de su defensa.
El punto de quiebre
Según pudo saber El Observador, el Frente Amplio decidió durante el cuarto intermedio "salir con un tono contundente" a enfatizar en lo insuficiente de las respuestas del gobierno. El puntapié fue una conferencia de prensa brindada por los senadores opositores, y en la que Bergara pasó a referirse por primera vez a un "escándalo de proporciones". "Claramente podrían haber sabido quién era Marset en octubre, noviembre. El canciller pregunta quién era Marset en noviembre. Es inadmisible que se plantee que esto es un trámite común", dijo entonces.
Al retomar la sesión, el primero en hablar fue Daniel Caggiani: “Yo siento olor a podrido, siento por las explicaciones que se destapó una gran caja de Pandora”, cuestionó el emepepista. La diferencia del tono le valió la respuesta del colorado Germán Coutinho, quien pidió la palabra para "intentar no perder el foco de la tarde productiva" que venía teniendo el Senado, con una intervención que quería "generar diferencias y grietas cuando lo único" que hasta allí había habido eran "preguntas y respuestas".
El comunista Óscar Andrade criticó que no se derogara el decreto bajo el que el gobierno aducía estar embretado a entregar el pasaporte, pese a los conocidos antecedentes de Marset. "Es más, si mañana el ministro se para con este decreto vigente, y pasa lo que pasó, ¡estoy seguro que al menos lo demora el pasaporte!", le propinó el exsindicalista.
"Falló el sistema de inteligencia. Un ministro del Interior maneja información de primera mano y su obligación es hablarlo con el presidente de la República. Si no lo hace está omiso", dijo en tanto Charles Carrera. El senador del MPP señaló además que era "inadmisible" que Heber desconociera el caso cuando a mediados de diciembre estuvo reunido con el Grupo Tripartito que lideraba la investigación en Ciudad del Este (Paraguay).
Alejandro Sánchez, de la misma agrupación, sostuvo que en el mundo "Uruguay ha quedado enmarañado en una situación terrible, espantosa". "Una persona que en el país que estuvo preso en 2013 por recibir una avioneta con cargamento de marihuana proveniente de Paraguay, que termina preso en Dubai por un pasaporte falso uruguayo, ¿cómo puede ser que en la inteligencia no sonara una alarma gigantesca para decir: 'Ojo ahí'?", dijo.
Para el final de la interpelación, ya pasada la medianoche, Bergara dijo en sala que las respuestas estaban lejos de ser satisfactorias y leyó la moción de censura promovida por la oposición, en la que se reclamaba la renuncia de los dos ministros.
