Israel extendió este lunes su ofensiva contra Hamás en la asediada Franja de Gaza, mientras crece la preocupación internacional sobre el creciente saldo de muertes civiles en la guerra, desatada por los ataques del 7 de octubre.
"Las tropas terrestres de las Fuerzas de Defensa de Israel continúan operando en la Franja de Gaza, al tiempo que la fuerza aérea atacó aproximadamente 200 objetivos terroristas de Hamás", indicó un portavoz del Ejército.
En su balance diario de las operaciones, las Fuerza de Defensa de Israel (FDI) dijeron que atacaron "infraestructura terrorista" ubicada dentro de una escuela en Beit Hanun, en el norte de la Franja, donde desmantelaron dos túneles desde donde habían sido atacados.
También citaron el ataque un avión de combate a vehículos con misiles y granadas próximos a atacar a las tropas terrestres israelíes, y ataques navales.
El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, teniente general Herzi Halevi, aseguró el domingo que sus fuerzas están expandiendo sus operaciones hacia el sur de la Franja, zona donde hasta ahora no habían irrumpido las tropas terrestres y anteriormente calificada como "zona segura" para la evacuación masiva de civiles.
El Ministerio de Salud en Gaza, controlado por Hamás, asegura que "la ocupación amplió el alcance de sus ataques contra civiles y no dejó ni un centímetro de Gaza sin bombardeos (...) Afirma falsamente la existencia de zonas seguras".
El sábado, Israel ordenó la evacuación de varias zonas de Jan Yunis, en el sur del enclave, argumentando que esa zona ya es una "peligrosa zona de combate", a pesar de que previamente ordenó el desplazamiento de la población del norte de la Franja hacia ese lugar.
"En las últimas horas, solo 316 muertos y 664 heridos han sido rescatados de los escombros y llevados al hospital, pero muchos más continúan bajo los escombros", aseguró en un comunicado Ashraf al Qudra, portavoz del ministerio de Salud de Hamás.
El creciente saldo de muertos en Gaza aumentó la consternación internacional sobre la conducta de Israel en la guerra por erradicar a Hamás.
El domingo, los hospitales del sur de Gaza estaban desbordados de muertos y heridos, algunos gritando de dolor.
"Me estoy quedando sin formas de describir los horrores que viven los niños aquí", expresó James Elder, portavoz de la agencia de la ONU para la niñez (Unicef) en un video grabado en el hospital Nasser en Jan Yunis.
"Este es el peor bombardeo en la guerra ahora en el sur de Gaza. Estoy viendo bajas masivas de niños", agregó en el video subido en X, antes Twitter.
Desde el inicio de la respuesta israelí al ataque de Hamás del 7 de octubre, 1,7 millones de palestinos huyeron de sus hogares y unos 15.500 han muerto, entre ellos 6.000 niños, según datos admitidos por Unicef.
Las FDI indicaron el domingo que habían realizado unos 10.000 bombardeos aéreos desde el inicio de la guerra.
Bajo una tregua mediada por Catar, con apoyo de Egipto y Estados Unidos, 80 rehenes israelíes fueron liberados a cambio de la salida de 240 presos palestinos.
Pero el sábado, el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu anunció que negociadores israelíes se retiraron de Catar "tras un impasse en las negociaciones" para renovar la tregua.
Con 137 rehenes aún en Gaza, según el ejército israelí, Hamás ha descartado nuevas liberaciones hasta que se acuerde un alto el fuego permanente.
Los temores a una conflagración regional se potenciaron luego de que un destructor estadounidense derribó varios drones sobre el mar Rojo mientras asistía a buques comerciales que habían sido blanco de ataques desde Yemen, informó el Comando Central de Estados Unidos.
Rebeldes hutíes en Yemen, apoyados por Irán, dijeron que atacaron a dos de los barcos, además de lanzar drones y misiles contra Israel las últimas semanas.
(Con información de agencias)