Julio terminó mal y agosto empezó peor para la soja en Chicago

En el caso de la soja se fueron diluyendo las expectativas en Estados Unidos sobre una reactivación de la demanda china.  Esta semana se confirmaron esos temores luego de dos días de reuniones –martes y miércoles- entre funcionarios estadounidenses y chinos en Shangai.

El encuentro fue precedido por amenazas del presidente estadounidense Donald Trump que acusó a China de no cumplir las promesas de comprar más productos desde EEUU. A  su vez,  especuló con que Beijing querría esperar hasta las elecciones estadounidenses de 2020 para poder negociar con la nueva administración. Y que esa estrategia china llevará a un posicionamiento más duro por parte del gobierno estadounidense a la hora de lograr un acuerdo.

El miércoles –tras las dos jornadas de negociaciones- solamente se adelantó que los encuentros se retomarán en setiembre. Mientras las autoridades en Washington  dijeron que China comprará más productos agrícolas estadounidenses, los comunicados desde Beijing se limitaron a señalar que este tema fue discutido. Ayer jueves el presidente Donald Trump dijo que a partir del 1° de setiembre impondrá un arancel de 10% sobre las importaciones chinas que todavía no estaban gravadas y que representan alrededor de US$ 300.000 millones anuales.

El contrato agosto de la soja cayó US$ 6,25 por tonelada cerrando en US$ 311,2 por tonelada, el menor valor en más de dos meses. En China los impactos de la gripe porcina africana se siguen sintiendo por lo que es poco probable que se cumplan con las proyecciones de importaciones de soja para el ciclo comercial 2018/2019.

El clima en Estados Unidos se ha vuelto más amigable para el desarrollo de los cultivos que marcan un retraso significativo respecto al promedio de los últimos años.

Si bien hay zonas que están sufriendo por el déficit de lluvias luego que el exceso de agua demorara las siembras, los cultivos atravesarían en las próximas semanas fases clave sin el riego de altas temperaturas.

En la plaza local a actividad de comercialización de soja ha sido casi nula debido al ajuste negativo en los precios. Las expectativas están en que el clima de agosto pueda generar volatilidad que permita subas en Chicago. O que la renovada tensión entre Beijing  y Washington puede activar mayor demanda de soja en la región lo que mejore las primas respecto a Chicago.