El Tribunal Superior de Justicia de Brasil votó reducir la pena del expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva de su condena por recibir a modo de soborno un apartamento de tres plantas en la playa de Guarujá, abriendo la posibilidad de que deje la cárcel este año, según informó Folha de San Pablo.
Los jueces de un tribunal de apelaciones de Brasil respaldaron este martes reducir la condena del expresidente por corrupción pasiva y lavado de dinero de 12 años y un mes a 8 años y 10 meses de cárcel.
El fallo fue adoptado de forma unánime por los cuatro magistrados de la quinta corte del Superior Tribunal de Justicia (STJ), un colegiado de tercera instancia.
La resolución permitirá al exmandatario de 73 años beneficiarse antes de fin de año de un régimen semiabierto, con derecho al trabajo diurno, de acuerdo con expertos judiciales.
La legislación brasileña prevé que los presos puedan obtener el beneficio de un régimen semiabierto a partir del cumplimiento de un sexto de su condena. Ese plazo se cumpliría, según el profesor de Derecho Constitucional Lenio Streck, en octubre de este año, dado que Lula, detenido desde el 7 de abril de 2018 en Curitiba, ya cumplió un año de reclusión.
La resolución ocurrió luego de que el juez Felix Fischer, instructor de la Quinta Sala del Tribunal Superior de Justicia de Brasil, propusiera este martes que la pena aplicada por corrupción a Lula da Silva sea reducida a 8 años y 10 meses de prisión.
Fischer presentó la propuesta frente a los otros cuatro miembros de la Quinta Sala del Tribunal Superior de Justicia, que este martes revisó la sentencia dictada contra Lula por una corte de segunda instancia y además analiza una serie de apelaciones presentadas por los abogados del expresidente (2003-2010).
Lula está en la cárcel desde el 7 de abril de 2018 y su defensa ha apelado a esta tercera instancia en lo penal con la intención de que sea anulada o al menos reducida la pena de doce años que el año pasado le fue impuesta por una corte inferior.
El caso se refiere a la primera condena dictada contra Lula en la segunda instancia, por corrupción pasiva y lavado de dinero, una vez que la Justicia consideró probado que recibió a modo de soborno un apartamento de tres plantas en la playa de Guarujá, en Sao Paulo, a cambio de favorecer a la constructora OAS en contratos con Petrobras.
Sobre Lula ya pesa otra condena a otros doce años de cárcel en un caso muy similar, pero dictada hasta ahora en primera instancia y no aún confirmada en la segunda.
En ese proceso, el asunto se refiere a una casa de campo en el interior del estado de Sao Paulo, que también le habría sido entregada a título de soborno a Lula, quien además enfrenta otras seis causas penales por supuesta corrupción.
La propuesta de reducción de pena presentada por el instructor deberá ser analizada por los otros cuatro miembros de la Quinta Sala que, si acogen esa sugerencia, pueden dejar a Lula en condiciones de ser beneficiado con un régimen de prisión domiciliaria a partir del próximo mes de septiembre.
Desde que fue encarcelado, Lula permanece en una celda especial, de 15 metros cuadrados y adaptada a su condición de expresidente, en un edificio de la Policía Federal en Curitiba, ciudad del sur del país en la que tiene sede el tribunal a cargo de la operación Lava Jato contra la corrupción.
(En base a AFP y EFE)
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