Siete meses, mucha paciencia, capacidad para esperar y las gestiones del gobierno con el canciller Francisco Bustillo como principal actor, desembocaron en la noticia que la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) esperaba: el preparador físico Óscar Ortega estará con la selección uruguaya en el Mundial Qatar 2022.
En este tiempo transcurrieron una serie de hechos que marcaron un largo proceso que desembocó en el mejor lugar para las aspiraciones de la AUF.
El 29 de marzo en Santiago de Chile, cuando Uruguay cerró su participación en las Eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022 ante Chile, también puso fin a un vínculo fugaz con la selección el Profe Ortega, quien se integró al combinado de forma excepcional para acompañar a Diego Alonso en el remate del clasificatorio mundialista.
En su primer vínculo con la AUF, Ortega firmó un contrato part-time para trabajar durante las dos ventanas de las Eliminatorias durante 10 días cada vez. No cobró sueldo. Recibió un viático por esos 20 días, en los que llegaba con los jugadores en un vuelo chárter que pagó la AUF, y un premio por clasificar al Mundial.
El 30 de marzo, cuando se despidió de los dirigentes de la AUF, partió con la ilusión de estar en el Mundial de Qatar 2022 con la selección, pero sabiendo que sería casi imposible, por su vínculo con Atlético de Madrid, estar otra vez el cuerpo técnico de Diego Alonso.
El presidente Ignacio Alonso sabía que la excepción que hizo el presidente de Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, sería muy difícil de repetir, aunque en el ánimo de los dirigentes y del propio Ortega existía el deseo de estar, pero faltaban señales.
Junio fue un mes clave en este proceso, que llegó a buen puerto.
El 10 de junio, la AUF realizó una charla para entrenadores con Ortega como uno de los principales expositores. Su espacio, Metodología integrada aplicada al fútbol, fue destacada por los participantes y aplaudido con entusiasmo en la Torre de las Comunicaciones de Antel, en el auditorio Mario Benedetti. El coqueteo de la AUF con Ortega dejaba escrito un mojón.
Al día siguiente aparecería en escena un actor clave: el presidente de la República Luis Lacalle Pou.
El sábado de tarde en el Estadio Centenario, en aquella fría jornada de invierno en Montevideo, con estadio colmado, Uruguay jugaba un amistoso ante Panamá que servía como reconocimiento por la clasificación al Mundial y, al mismo tiempo, como despedida para Qatar 2022.
En ese momento, de receso en el fútbol europeo, Ortega llegó como invitado especial a Uruguay porque recibiría un homenaje de la AUF.
Lo que ocurrió en el campo de juego marcaría un antes y un después. El gobierno representado por Lacalle Pou y el secretario nacional del Deporte, Sebastián Bauzá, le entregaron el Pabellón Nacional al capitán Diego Godín y participaron de la ceremonia todos los jugadores del plantel, el técnico Alonso y el profe Ortega.
Cuando Lacalle Pou se encontró con un viejo conocido de su juventud, el profe Ortega, se fundieron en un fuerte abrazo.
¿De dónde conoce el presidente al preparador físico? Ortega fue profe de Lacalle Pou en el colegio British, cuando el ahora presidente tenía cinco años. Además lo dirigió en el baby fútbol y lo apodó Artimito.
Luego de los abrazos, los saludos y los recuerdos, el presidente le preguntó por su futuro con la selección en el Mundial.
Con la deseo de estar en el Mundial, y las puertas cerradas para esa posibilidad en ese momento, porque Ortega tiene contrato exclusivo con Atlético de Madrid, silenciosamente el gobierno comenzó a recorrer el camino para ayudar a la AUF para tener a Ortega en el Mundial.
En ese momento, Lacalle Pou le manifestó a Ignacio Alonso su intención de ayudar a la AUF para tener a Ortega en Qatar 2022. El presidente de la AUF le dio luz verde.
Entonces, ingresó a escena el segundo actor y el principal de la campaña para conseguir que Ortega pueda ir con Uruguay al Mundial: el canciller Francisco Bustillo.
El presidente de la República le pidió a Bustillo que iniciara gestiones.
Embajador de Uruguay en España desde octubre de 2012 hasta julio de 2020, había generado un vínculo personal con el presidente del club madrileño, Cerezo.
Esa amistad de Bustillo con Cerezo se extiende al punto que durante algunas de las veces que el canciller estuvo en España durante esta administración se reunió con el presidente del club madrileño, como el viernes 27 de agosto y el el sábado 27 de noviembre de 2021.
Los meses de junio, julio y agosto se transformaron en un período en el que los dirigentes de la AUF cultivaron la paciencia.
No podían hacer nada y debían esperar la movida del Gobierno.
Paralelamente, mientras los meses transcurrían, se acercaba el Mundial y las posibilidades parecían desvanecerse, las gestiones de Bustillo comenzaron a allanar el camino.
El momento clave de la gestión ocurrió durante la última gira de Bustillo por Europa, en la que se volvió a reunir con el presidente de Atlético de Madrid.
Finalmente, después de siete meses, de gestiones en silencio y con mucha paciencia, el presidente del club accedió a ceder al preparador físico, que tiene contrato hasta el final de la temporada 2023-2024.
El Profe Ortega viajará con Josema Giménez a Abu Dhabi para integrarse a la selección en noviembre, al día siguiente al último partido de Atlético de Madrid antes del receso por el Mundial.
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