La migración y la lucha contra el narcotráfico fueron los temas centrales de la reunión entre López Obrador y Biden

Otro asunto fijado en el temario de la bilateral fue el cambio climático. Este tema también figuró en las conversaciones a las que se sumó el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, en la X Cumbre de mandatarios de América del Norte que fue bautizada encuentro de “Tres amigos”.

La Casa Blanca emitió un comunicado en el que AMLO y Biden fijaron acuerdos para “atajar la inmigración irregular”. Esto es, evitar la marea humana que llegaa la frontera norte de México tras atravesar ríos, selvas, desiertos y luego no consigue los permisos necesarios por parte de las autoridades migratorias de los Estados Unidos.

El comunicado de Washington dice que los presidentes buscaron “un compromiso para tratar las causas raíz de la inmigración”. Eso significaría, de fondo, reducir la pobreza y los conflictos en los países centro y sudamericanos que más flujo migratorio generan, como Venezuela, Honduras, Guatemala y El Salvador. Otros puntos desde los que salen personas sin papeles a los Estados Unidos son Haití y Cuba, pero esos no involucran a México ya que viajan en barcazas, generalmente riesgosas, o en avión.

AMLO instruyó a sus autoridades migratorias y fuerzas de seguridad a detectar vehículos y caminantes que viajan con la esperanza de cruzar la frontera norte. Ahora sumaron puntos donde hay funcionarios mexicanos y estadounidenses en las ciudades donde hay tránsito para que esas personas puedan llenar formularios y esperar una respuesta por parte de los Estados Unidos. Dado que los cupos son muy limitados, México debe regresar al país de origen a aquellos que no logran los permisos: la gran mayoría.

En sus declaraciones iniciales, Biden y López Obrador hablaron por separado sobre este asunto. AMLO exhortó a Biden para que Washington invierta de modo contundente en programas sociales y económicos que permitan crear trabajo en países de Centroamérica y frenar el éxodo de inmigrantes.

“Es el momento de terminar con ese olvido, abandono y desdén hacia América latina y el Caribe”, dijo AMLO. Y agregó: “Presidente Biden, tengo la certeza de que usted es un gobernante humanista y visionario. Hay condiciones inmejorables de integración económica y social en nuestro continente”. Para mostrar la sintonía entre ambos gobiernos, el mexicano dijo al veterano mandatario: “No hay otro dirigente llamado a implementar esta empresa”.

A su turno, Biden puso el énfasis en la inseguridad; la crisis de salud pública que vive su país por el consumo de sustancias tóxicas que, a su criterio, son el resultado del tráfico de drogas sintéticas, y los problemas profundos alrededor de la inmigración irregular. “Estamos en un punto de inflexión, lo que hagamos en los próximos años va a cambiar lo que suceda en las próximas décadas”, dijo.

La captura de Ovidio Guzmán, capo del narcotráfico radicado en Culiacán, una especie de santuario del cartel de los Chapitos (seguidores de Joaquín “el Chapo” Guzmán, padre de Ovidio), mostró que las fuerzas mexicanas podían darles un golpe a los capos de la droga, que en el noroeste mexicano exhiben sin vueltas el poderío de los carteles, que pueden corromper, asociar o matar funcionarios.

No es mera coincidencia que a Guzmán hijo lo capturaran el 6 de enero, tres días antes de la llegada de Biden a Ciudad de México. Guzmán estaba en su casa, con escoltas que no tiene siquiera el propio AMLO. Ya en 2019, el ejército mexicano lo había tomado prisionero; sin embargo, lo liberaron ante las amenazas de Los Chapitos respecto de generar más muertes y desmanes de los que producen habitualmente.

Ahora que se apagaron las luces de la cumbre, es difícil prever la capacidad de las fuerzas federales mexicanas para dar golpes en esa región que lleva tres décadas financiada por los narcos, con plantaciones de amapola adormidera, con rutas terrestres y marítimas para llevar coca desde Colombia y Ecuador, con laboratorios para drogas sintéticas que tienen las mismas tecnologías y profesionales capacitados a niveles similares a los laboratorios de drogas medicinales legales.

Cambio climático

Otro tema clave que se trató en la cumbre bilateral fue el calentamiento global. Quien fuera vice de Barack Obama, John Kerry, es el funcionario de la Casa Blanca en la materia. Kerry estuvo en Ciudad de México y repasó con sus homólogos en la materia el llamado “Plan Sonora”. Se trata de la propuesta de AMLO para abordar la transición energética de hidrocarburos a energías no contaminantes. En México, la explotación petrolera es una fuente de ingresos muy importante y las energías renovables no contaron con los apoyos suficientes como para comenzar el cambio.

AMLO propuso generar recursos económicos para la región. El “Plan Sonora” contempla inversiones en la cadena de suministro de semiconductores y es uno de los acuerdos más importantes. Para eso, contempla el aumento de explotación del litio, además de los otros minerales tradicionales de esa zona montañosa del Estado de Sonora, en el noroeste mexicano. La propuesta es unir esos recursos primarios con las industrias del pacífico estadounidense. El plan contempla la disminución del impacto en el medioambiente a cambio de alternativas que se traduzcan en un impulso a la integración comercial bajo la sombrilla del TMEC.

Migración

En la reunión se habló de una inversión conjunta mexicano-estadounidense en Centroamérica, con programas para El Salvador y Honduras, Guatemala y Belice. Washington ya había decidido el límite de 30.000 migrantes anuales provenientes de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití. Para tomar dimensión de la gravedad del tema, el año fiscal 2022 cerró con más de dos millones de detenciones de inmigrantes, la mayor cifra desde la Segunda Guerra Mundial, donde los migrantes eran familias europeas, con gente calificada y que nutrió el tejido productivo y académico del país.

Fentanilo

Para Washington, tan importante como frenar el flujo de migración irregular es limitar el ingreso de sustancias tóxicas. El consumo de opioides cobra decenas de miles de vidas cada año por sobredosis, sobre todo en la población joven.

Washington quiere intervenir de modo directo en la lucha contra los carteles mexicanos. México es reticente a eso y mantiene su soberanía en esa lucha. “Ambos presidentes discutieron aumentar la cooperación para llevar ante la justicia a los narcotraficantes y desmantelar las redes criminales, incidir en la oferta de precursores químicos ilícitos usados para producir fentanilo, clausurar laboratorios y prevenir el tráfico de drogas, armas y personas en la frontera compartida”, se señaló en un comunicado del encuentro bilateral.