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La nueva cara de Atenas: trabajo, proyección, crecimiento y un equipo campeón
Atenas se consagró campeón de la Divisional Tercera de Ascenso (DTA) tras ganarle a Welcome y en su segundo año, tras retomar la actividad basquetbolística, logró su ascenso para disputar El Metro 2023.
En 2019, el equipo había abandonado la disputa de la Liga Uruguaya tras un episodio de violencia (barras irrumpieron en el vestuario con armas para amenazar a sus propios jugadores) y en 2020 el alas negras estuvo al borde de la desaparición. Sin embargo, un grupo de dirigentes que actualmente comanda Edison Lanza, logró rescatar a Atenas de una de sus horas más complejas y le dio un nuevo impulso para devolverlo al sitial que le corresponde.
"En mayo de 2020 el club estaba muy cerca de la desaparición, muy mal administrado, con una directiva a la que le quedaban dos personas, la infraestructura muy deteriorada, muchas deudas, con un padrón de cero socios. En una asamblea extraordinaria en la que participaron 100 personas, Álvaro De los Santos fue electo presidente y fue el primer presidente afrodescendiente en la historia del club. Y ahí comenzó a trabajar este grupo de dirigentes", revela Lanza a Referí.
La charla se da en un club en movimiento. A pesar de que las juveniles cesaron sus actividades, hay empaques de ropa donde se prepara la colonia de vacaciones. La cancha reluce una moderna iluminación, hay muchas manos que van y vienen trabajando por el club, obras proyectadas en el viejo frontón y fotos. Muchas fotos que son historia pura.
"Tratamos de recuperar la historia de Atenas y antes de cada temporada hacemos un homenaje. El primero que hicimos fue retirar la 12 de Manolo Gadea y colgarla en el gimnasio, fue el estandarte del campeón del 1969. Con la llegada de los americanos en la década del 1980 el equipo hizo muy buenas campañas con los Chino Belén, Walter Pagani, Daniel Alonso que se coronó con la Liguilla de 1980", cuenta Lanza.
El mural de esos campeones ya luce en una de las tribunas mientras que en la sala de reuniones hay una foto enorme de la Troupe Ateniense. Con Ramón Collazo y su hermano, Juan Carlos, entrenador de Uruguay en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, pero también músico y creador de la música del tango Garufa. "Esta foto estaba en la cantina", cuenta el directivo Hugo Arturaola. "Un día, un borracho sacó un arma y se le escapó un tiro. Le dio a la foto en el pecho del único integrante de la troupe que en ese momento estaba vivo".
El Carnaval sigue ligado a la vida íntima del club. En la sede ensayan sus coreografías la comparsa del barrio, La Facala, animadora de Las Llamadas.
Como todo club de barrio, hay un motor social e integrador que va más allá de lo deportivo. Atenas tiene acuerdos con tres instituciones sociales que desempeñan en el club actividades deportivas para personas con discapacidad o en estado de vulnerabilidad.
Una, liderada por Gonzalo Carballido, atiende a chicos con discapacidad. Otra es el Centro Psicosocial Sur Palermo, un centro de rehabilitación psicosocial integral para personas con trastornos mentales severos y persistentes con graves problemas en su socialización y reinserción ocupacional. También la Escuela Etro, a la que asisten chicos con síndrome de down u otras discapacidades, tienen lugar en el club para realizar actividades lúdicas.
También en su cancha desarrolla sus actividades de básquetbol ADIC.
Pero para eso, hubo que reordenar al club tras tiempos donde la situación de los funcionarios era caótica y donde hasta había gente metida adentro del club, viviendo.
"Lo reordenamos, lo refinanciamos y pagamos las deudas. Teníamos una iluminación pésima y la cambiamos, la sanitaria colapsada y la arreglamos, refaccionamos los vestuarios, las azoteas perdían por humedad. La pandemia nos permitió, con un plan de inversión, recuperar las instalaciones", declara Lanza.
"Desarrollarnos el área de marketing y las redes sociales que se han profesionalizado", agrega.
Arturaola acota: "Atenas siempre se mantuvo como un equipo competitivo y su hinchada tiene estirpe de aguerrida y mística. Vemos banderas de Sur y Palermo siempre, porque Atenas es de dos barrios, y por eso se lo pusimos en la camiseta, pero acá viene gente de Cerro Norte, del 40 Semanas. Atenas trasciende al barrio".
Cuando el club cerró sus puertas se quedó sin socios y sin juveniles. Pero este año apostaron por el exjugador y entrenador de Biguá, Juan José Rovira, para armar su proyecto de juveniles. Entre la escuelita y las formativas ya hay 90 chiquilines entrenando. A los que vienen del interior se les paga pasaje. A varios se les paga boleto e incluso a algunos de contecto crítico se les sirve hasta la cena.
"El secreto de esta etapa es que hay un gran colectivo atrás y entre ellos una comisión de básquetbol que todo el año recauda fondos para poner al equipo en cancha para competir. Y eso es un gran esfuerzo. Daniel Planells, Fabián Bauhoffer, Fernando Almada. Nos planteamos no hacer locuras, no nos planteamos llegar a la Liga en dos o tres años, tenemos recursos limitados", reconoce Lanza.
Gonzalo Vico, Nany Faro, José Calderón y Daniel Barruti son los otros miembros de la directiva que acompañan a Lanza, De los Santos y Arturaola.
"Hay que consolidar obras para poder crecer. El viejo frontón lo vamos a transformar en una cancha auxiliar para formativas. Pero eso requiere una inversión", cuentan.
La seguridad, el drama de las hinchadas grandes
"Atenas es un club grande y los clubes grandes tenemos problemas complejos. Estamos vendiendo 400, 500 entradas por partido y metiendo 700, 800 personas en la cancha. Contratamos nuestra propia seguridad. Desde que estamos nosotros, la hinchada no ha generado problemas. Sí hay un grupo de chicos que dentro de los asuntos de convivencia que tiene el país, tenemos los mismos problemas que pueden tener otras instituciones. Pero también tenemos diálogo con ellos. De afuera muchos te dan consejos como si fuera fácil, pero no es nada fácil. Son hinchas que lo siguen a todas partes, tienen sus lógicas. Se les habla, se les trata de hacer entender", admite Lanza.
En el partido de la fase regular contra Welcome, el juego fue suspendido por el uso excesivo de los bombos de los hinchas de Atenas y cuando los jueces se fueron recibieron insultos. Eso le costó al alas negras un cierre de cancha de cuatro partidos, la pérdida del partido y la quita de dos puntos.
Por esa razón, el equipo decidió ir para atrás contra Yale en un llamativo hecho reñido con la deportividad para evitar a Welcome en las semifinales.
"En el caso de los bombos les dijimos que nos costó una sanción. ¿Fue exagerado lo que hicieron los jueces de ese partido? Sí, lo manejaron mal. Pero nos advirtieron que no debían seguir tocando los bombos. Cuando se generó esa situación, que parecía que nos podía costar problemas mayores, decidimos no jugar con hinchada visitante ni tampoco íbamos a llevar hinchada a los partidos de visitante, cerramos el padrón y todo salió bien", dice Lanza.
"El año que viene va a haber un reglamento de convivencia y comportamiento y ya nadie podrá prescindir de tener su propia seguridad, dicha seguridad debe ser profesional y tener cursos aprobados y tenemos que convivir y seguir hablando con estos muchachos. Cuando nos vamos de las reglas los perjudicados somos todos. Igual, reitero, no hemos tenido problemas de violencia. Pero somos conscientes de que la hinchada hizo algo que se le había advertido que no debía hacer y si lo seguía haciendo iba a tener problemas", agrega.
El ansiado ascenso
"Los dos años armamos equipos para subir. Atenas estaba en Tercera no por desméritos deportivos. Estaba en Primera y dejó de competir y lo que hubiera correspondido era que bajara a jugar El Metro, pero todos los clubes votaron que no fuera a El Metro sino a Tercera. Ahora ya estamos en El Metro por mérito deportivo", dice Arturaola cuyo padre, también llamado Hugo, fue un entrenador de fútbol de destacada trayectoria y que además fue fundador de la murga La Nueva Milonga, del Tito Pastrana, y presidente de DAECPU en más de una ocasión.
"Pasadas las vacaciones vamos a armar un equipo para competir en El Metro, un equipo que no se salga de los parámetros de nuestra realidad, que compita. Y después se verá el resultado. Los ingresos que el club consigue son para mantener el costo operativo del club y las formativas. El básquetbol profesional va por otro carril", revela.
En 2021 el club se estrelló sorpresivamente en semifinales contra San Telmo Rapidosport. Este año apeló a un muy buen plantel, Martín Perdomo, Joaquín Terra, Johnny Rodríguez, Joaquín Jones, Nahuel Santos, Rogelio De León, Cristian Modernell y Camilo Colman, y a Martín Sedes como entrenador. El equipo fue campeón y en 2023 será de El Metro. Un paso más cerca de lo que sus 104 años de historia reclaman.
