Tras la polémica que se desató por un tuit de Graciela Bianchi contra el PSOE español –y que motivó una serie de acciones diplomáticas que incluyeron un pedido de disculpas del gobierno uruguayo al español–, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, evitó criticar públicamente a la senadora nacionalista.
"Con Graciela tengo muy buen vínculo y relación. Acá lo importante es que ustedes nunca nos han escuchado hablar de nadie. Ser crítico... Firme con las ideas, suave con las personas", afirmó en rueda de prensa desde La Charqueada, en el departamento de Treinta y Tres.
El pasado 24 de julio Bianchi se refirió a las elecciones en España y acusó al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de tener "asegurada su financiación y los valores de las narcodictaduras cubana, venezolana, nicaragüense".
La publicación de Bianchi llevó a que el gobierno español convocara a la embajada de Uruguay en ese país, Ana Teresa Ayala, para pedirle explicaciones. Mientras tanto, en Uruguay, el canciller Francisco Bustillo debió trasladarle disculpas en nombre del gobierno al embajador español, Santiago Jiménez Martín, y luego también, por vía telefónica, a su par José Manuel Albares.
El presidente confirmó en la rueda de prensa que habló con Bianchi tras el tuit, algo que había informado El País en los últimos días.
"Tenemos vínculos históricos con España, no vale la pena ahondar en algún matiz o pensamiento distinto. Tenemos un muy buen vínculo con España como tenemos con todos los países. Y cuando hemos tenido que decir cosas, sobre por ejemplo dictaduras, las hemos dicho y hemos actuado en consecuencia en los lugares que tenemos que decir esas cosas", argumentó el mandatario.
Ante la insistencia de los periodistas, respondió tajante: "Entiendo que esto vende, pero ya está".
El presidente también fue consultado sobre el recurso de inconstitucionalidad que promoverá la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE) contra el decreto que promovió el Poder Ejecutivo y que reglamentó el nuevo régimen de certificaciones médicas en el sector público, que equipara las condiciones a las de los trabajadores del sector privado.
"No entiendo por qué se toma esto como un ataque o como algo que, de alguna manera, dificulta el trabajo", afirmó Lacalle Pou.
"No parece muy lógico que otros ciudadanos tengan un estatus distinto. No es que se le empeora respecto a otros sectores. Se tomó noticia de la cantidad de licencias que hay (en el sector público)", agregó.
El presidente dijo que le parece "más lógico" aún equiparar el régimen de certificaciones cuando a los funcionarios públicos les paga el sueldo "cualquiera que se levanta a laburar".
"Tenemos que ser cuidadosos con los recursos de la gente. Cuando vemos que se va muchísimo dinero en licencias, nos parece que hay que emprolijar. No hay que tomárselo como un ataque", precisó. En la Administración Nacional de Educación Pública, por ejemplo, el gasto por certificaciones médicas asciende a US$ 100 millones, según hizo público la ministra de Economía, Azucena Arbeleche.
Consultado sobre la falta de diálogo que esgrime COFE, el presidente señaló que no comparte esa visión.
"No sé dónde dice que hay que discutirlo. Podríamos haberlo hecho de un día para el otro, se ha hablado hasta el cansancio, esto tiene por lo menos un año y medio. Lo hablamos con todos. Lo que se puede decir es que no estamos de acuerdo. Y bueno a algunos nos toca gobernar y a otros hacer reclamos o acciones sindicales", aseguró.
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