Las mil y un anécdotas de los clásicos contadas por sus protagonistas

Exjugadores de Peñarol y de Nacional volvieron a vestirse con las camisetas más sagradas para participar de un clásico amateur, en un torneo senior, y revivir aquellos tiempos, cuando los partidos eran por plata y por gloria. “El clásico es la historia viviente de lo que son dos clubes grandes con muchas copas internacionales”, dijo a Referí Wilmar Cabrera, centrodelantero de Nacional en las décadas de 1970 y 1980, mientras que Antonio Alzamendi, puntero de la misma época, que jugó en los dos grandes, señaló: “En los dos equipos me sentí muy cómodo.  A veces gané y en otras perdí, pero eran lindos clásicos. Me tocó en Peñarol agarrar buenos clásicos y en Nacional cuando jugamos recuerdo el gol de Washington González con el que le ganamos a Peñarol en el Centenario”.

El entusiasmo es el mismo, pero la forma de jugar cambió: “Por encima de que ahora se entrena mejor, los campos están mejores, los balones son otra cosa, se ha cambiado mucho el estilo de juego y la personalidad de los hombres; hoy nos cuesta ganar, por diferentes razones pero fundamentalmente por los hombres y por la forma de jugar y de que quizá nosotros entrábamos a la cancha de una forma que era  perder la vida o ganar la vida y hay una diferencia”, señaló Wilmar, quien mantuvo duelos épicos con Walter Olivera. “Íbamos siempre al choque, nos marcábamos mutuamente, pero nunca con mala intención”, recordó el Toro de los Cerrillos.

Mientras que Alzamendi, que también jugó el River-Boca e Independiente-Racing, indicó: “Jugar clásicos es lo mejor que te puede pasar y no todos tienen ese privilegio. No comparo las épocas, pero ha cambiado. Ser titular no era nada fácil, ahora es un poco más libre, no hay tanta rivalidad en el banco. Antes vos mirabas para el costado y tenías jugadores que eran impresionantes y tenías que matarte entrenando y no dar una ventaja en nada. Hoy quizá se ha perdido cierta calidad de juego, quizá por la velocidad, tal vez porque se van muy jóvenes los jugadores; antes nos manteníamos más”.

Para Marcelo De Souza, volante aurinegro en la década de 1990, los clásicos ahora son distintos: “La televisión le sacó un poquito de picardía que tenían aquellos partidos que lo hacían mucho más atractivos. Se recuerda que eran siempre jugados a muerte  por los dos equipos, pero siempre leal, sin intenciones de lesionar a un colega, tratando de dar lo mejor para el equipo de uno”.

Gentileza Torneo Senior (Miguel Barboza)

A pesar de que pasaron casi 20 años de su último clásico, sigue sintiendo los mismos nervios. “Presión hay siempre, cuando se juega un clásico, por más que sea amistoso o en este caso senior, la presión siempre está. Uno representa a Peñarol y como tal hay que hacerlo de  la mejor manera. Cada vez que te ponés la camiseta de Peñarol o del tradicional adversario la presión la vas a tener”, dijo De Souza a Referí.

Camejo, que una vez siendo capitán de Nacional no saludó al capitán de Peñarol Pablo Bengoechea, dijo que para él los recuerdos clásicos “siempre van a ser favorables, porque tuve la suerte de compartir un grupo bastante bueno, donde el pensamiento de nosotros era siempre ganar y ganar, y eso no se va a borrar”.

Luciano Barbosa, más conocido como Cafú, defendió a Peñarol a principio de los 2000 y habló del contexto en el que se jugará el clásico oficial de este domingo en el Campeón del Siglo: “Peñarol y Nacional van a ser grandes siempre. Está el tema de que uno es mejor que otro, son los más grandes de América, tienen muchos títulos, capaz que nosotros no nos respetamos entre nosotros, pero de afuera saben de la grandeza de Peñarol y Nacional”.

A esta edad, ya retirados del fútbol profesional, lo que más disfrutan los jugadores es el reencuentro con excompañeros y también con rivales. Por eso se dan saludos de un equipo y otro, abrazos, anécdotas: “Ahora están las ganas de jugar, pero no la presión, si bien estás defendiendo la camiseta con la que querés ganar siempre aunque sea a la bolita”, expresó a Referí  Fabián Coelho, quien agregó: “Lo que me quedó de los clásicos es la semana previa y la posterior, que podía ser buena o mala dependiendo del resultado; la previa lo que el hincha te hacía sentir y son recuerdos que ahora los sentimos los propios hinchas pero en menor magnitud”.

Coelho actuó en muchos clásicos en la década de 1990, mientras que Gustavo Varela debutó en Nacional en 1998 y recuerda aquellos partidos contra Peñarol: “Hay de todo, uno se queda con lo bueno, la época de 1998 cuando se cortó el sexenio de Peñarol que fue lo más importante, en ese caso, de mi carrera. El primer semestre fue muy difícil de jugar y después el segundo se alivianó con la obtención del Apertura y del campeonato”.

Juan Martín Parodi llegó desde Paysandú para observar el partido senior y dijo: “Para mi fue divino jugar clásicos. Son partidos especiales, no es un partido más, es diferente, se encara diferente durante la semana, por la previa, por lo que se habla, la gente está diferente, me siento un afortunado de haber tenido la posibilidad de jugarlos”. El tiempo pasa, pero los recuerdos perduran y este domingo, nuevos protagonistas seguirán escribiendo las páginas de la historia de los clásicos del fútbol uruguayo.