Los cruces internos que generó la elección de los directores de la INDDHH en el Partido Nacional y en el Colorado

Fue después de una jornada muy fraccionada, en donde se negoció hasta el final tras cuatro interrupciones sucesivas, motivadas por la falta de un acuerdo que llegó a partir de contactos frenéticos a todos los niveles y que trascendieron la clásica división entre oficialismo y oposición. 

Comenzando por el Frente Amplio, que ni bien empezó la sesión pidió el primer cuarto intermedio. La fuerza política seguía discutiendo internamente qué hacer. Luego de haber fustigado duramente el proceso de selección y las candidaturas "políticas" presentadas por la coalición, aceptó participar y así, por lo menos, incidir en la designación de uno de los directores. 

Si la oposición hubiera declinado votar, le habría facilitado las cosas a un oficialismo plagado de problemas internos. Fundamentalmente, en el Partido Nacional.  Según se había definido en lo previo los blancos podrían "aportar" dos de los cinco directores, los colorados uno y Cabildo Abierto el restante.

Una instancia anterior, en donde los designados debían reunir el apoyo de dos tercios de la asamblea (87 votos) había fracasado. Ahora se precisaba una mayoría absoluta (66). Pero como cada legislador debía votar hasta  cinco nombres en una sola plancha, había que asegurar de antemano que cada uno tuviera el apoyo mínimo suficiente. 

Entre los blancos, se daba por hecho que Todos, el paraguas que engloba a los sectores del presidente, elegiría a uno de los dos nominados del partido. Sería Carmen Rodríguez, que recibió 120 votos. El problema surgió cuando el senador Jorge Gandini (PLP) reclamó que los "no lacalllistas" designaran al otro director, para el que se pretendía apoyar a Javier Palummo. 

La mayoría partidaria no dio el brazo a torcer. Haciendo valer su peso, promovió el apoyo a Marcos Israel. "Está todo trancado" anunció Gandini, retirándose de la reunión de bancada visiblemente molesto. El senador optó por encerrarse en su despacho y adelantó que evaluaba retirarse de la sesión. En su tesitura lo acompañó el diputado de su sector, Álvaro Viviano. De concretarse, su ausencia derrumbaría toda la elección. 

Finalmente, Gandini declinó su actitud. Israel fue designado director con 121 votos. 

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Entre los colorados la cosa tampoco fue sencilla. El jueves, delegados de Ciudadanos comunicaron oficialmente que el partido apoyaría en bloque a María Jimena Fernández, la candidata que ese sector había presentado. Una decisión que, sin embargo, no era conocida por Batllistas. 

Los liderados por el expresidente Julio María Sanguinetti señalaron que ese supuesto acuerdo no existía, e insistieron con la candidatura de Gloria Robaina, respaldada por el propio exmandatario. Los liderados por el expresidente cuestionaron duramente el anuncio de Ciudadanos y mantuvieron en vilo la definición hasta el final. 

Pero, "apostando a la unidad", terminaron plegándose y Jiménez se convirtió en directora con 120 votos. Batllistas también tuvo que asimilar que Raúl Batlle, que ocupa una de sus bancas en el Senado, apoyara a la candidata de Ciudadanos. 

Cabildo Abierto miraba de reojo. Solo promovió un candidato y, sin interna, no había nada que discutir. Bernando Legnani integrará así la INDDHH, aunque con un apoyo sensiblemente menor. Tuvo 68 votos, apenas dos más que el mínimo requerido. Menos apoyo aún tuvo Wilder Tayler que, con 66 votos, será el único que repetirá mandato en la institución. 

Al igual que sucedió con Legnani y el Frente Amplio, su bajo caudal obedeció a que buena parte de los blancos rechazaron apoyarlo. Por ejemplo, la senadora Graciela Bianchi, que cuestionó públicamente su "falta de profesionalidad y de ecuanimidad" durante su primer gestión. Los nacionalistas recordaron el contrapunto que el director mantuvo con la vicepresidenta Beatriz Argimón, que a principios de año lo había acusado de intervenir en la campaña sobre la derogación de la ley de Urgente Consideración (LUC) a partir de los pronunciamientos de la institución. 

Su nombre, promovido por varias organizaciones sociales, fue incorporado a la plancha por el Frente Amplio, que se vio obligado a optar. Al poder nominar solo a un director, debió dejar por el camino a Mariana Mota y a Jaime Saavedra. 

La tensión en las respectivas internas quedó reflejada en un hecho: hubo otros cinco candidatos que no formaban parte del acuerdo pero que lograron cosechar votos. Fue por obra del Partido Independiente, que se desmarcó del plan. El diputado Iván Posada explicó específicamente a El Observador su disconformidad con lo actuado y con la idoneidad técnica de la mayoría de los directores designados. 

La rebeldía de los independientes quedó patente en resultado final: El partido optó por votar a uno de sus dirigentes, Dardo Rodríguez. También a Robaina, a Palummo y a Isabel Wschebor. 

En tanto Sergio Molaguero y Santiago Ruete, que tampoco figuraban en los análisis previos, registraron un voto cada uno.