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Los primeros pasos del Mides en el corazón del Comcar
"¿Usted es del Mides? ¿Me puede ayudar?", preguntó el hombre que iba caminando por el Módulo 5 del exComcar. Escuchó hablar a un grupo de personas que conversaban cerca de las rejas que separan los pasillos y, aunque caminaba hacia la dirección opuesta, dio la vuelta e insistió.
- Cuando salga voy para la calle, ¿me puede ayudar?”
- ¿Cuándo sale?, le preguntó una funcionaria.
- En abril de 2024.
- Bueno, pero la oficina va a trabajar con los que les falta seis meses para salir, hay que esperar a que se acerque la fecha.
Según el último censo de personas en situación de calle que presentó el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en julio, de las 2.553 personas que vivían en esa situación, el 54% estuvo preso.
El hombre que se acercó a esa funcionaria no quería caer en la estadística. Esa situación también la presenciaron las autoridades del Ministerio del Interior durante las recorridas en días de ola de frío polar, ya que muchos de los que vivían en la calle habían salido de la cárcel hacia poco tiempo.
Para cortar con ese círculo, el gobierno inauguró la oficina del Mides en el exComcar, que atenderá a privados de libertad seis meses antes de la fecha de egreso.
En la oficina trabajan tres técnicos del ministerio y en diciembre se sumarán dos más. El director de Gestión Territorial del Mides, Alejandro Sciarra, dijo a El Observador que los primeros días se dedicaron a recorrer todos los módulos, conocer a los funcionarios y a los privados de libertad, pero las entrevistas personales empezaron este viernes.
El objetivo de esta oficina es que las personas que salgan de la cárcel no terminen en situación de calle, y “romper con la puerta giratoria de entrada y salida” de las unidades penitenciarias, señaló Sciarra. También se busca la reducción de la reincidencia para no volver a delinquir una vez que están en esa situación. Los técnicos trabajan en entrevistas con los reclusos en busca de su “proyecto de vida”.
“Ellos ya saben a qué barrio van a volver, y nosotros ya tenemos una oficina en ese barrio y podemos ir trabajando en el terreno con la familia y sus vínculos”, explicó el abogado que trabajó en cárceles de Italia.
En este sentido, se busca hacer el seguimiento de los vínculos sanos del privado de libertad e indagar si puede volver a ellos una vez que egrese de la cárcel, si la familia estará cuando salga y quiere que vuelva o si “lo echarán al otro día”. “Implica preparar el terreno para la vuelta”, puntualizó.
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En primera instancia la oficina trabajará con un cupo de 40 privados de libertad que saldrán de la cárcel entre abril y mayo del año próximo.
Varias inquietudes
Aunque todavía no empezó a desarrollarse el trabajo de campo en el exComcar, en el Mides manejan “suposiciones” de lo que más preocupa a los reclusos sobre el futuro tras las rejas.
“Lo material es lo que aparece primero, que no vamos a solucionar”, comentó Sciarra. Sin embargo, esa inquietud puede estar acompañada de una necesidad de retomar el vínculo familiar.
Nexo institucional
La oficina también ayudará a “identificar cualidades”. Por ejemplo, si un privado de libertad es electricista, buscarán que a través de la Dirección Nacional de Economía Social pueda acceder a beneficios tributarios por ser monotributista y tener su propio emprendimiento, o acceder al programa Uruguay Trabaja. “La idea es tomar cupos de esos lugares para asignar a las personas para que salgan con algún proyecto”, explicó el encargado de la Dirección Territorial.
El Mides coordinará, a su vez, con la Dirección Nacional del Liberado (Dinali), que busca reinsertar en el mercado laboral a los adultos que egresan del sistema penitenciario desarrollando talleres y pasantías en empresas y organismos.
“Estamos analizando oportunidades de articulación, Dinali tiene 200 cupos de pasantías y vamos a coordinar con ellos”, afirmó Sciarra.
El director de Seguridad y Convivencia del Ministerio del Interior, Santiago González, explicó que la alianza con el Mides contribuirá a la ampliación de oportunidades laborales para los privados de libertad, ya que hasta ahora la Dinali cuenta con “un presupuesto ajustado”, aunque “se ampliará la llegada a todo el país con convenios con instituciones”.
Al mismo tiempo, se espera que quienes reciban la ayuda del Mides puedan trasladarse al Centro de Pre Egreso que se inaugurará en esa unidad en diciembre, y funcionará como una comunidad en la que los reclusos vivirán en un espacio sin rejas, compartirán dormitorios, espacios comunes, tendrán televisión y deberán limpiar, cocinar, sentarse a comer en la misma mesa, estudiar y trabajar.
