Lucas Torreira tuvo el debut más esperado con la celeste

Este viernes se produjo el esperado debut de Lucas Torreira en la selección Nacional. El volante de Sampdoria ingresó a los 68' del partido que Uruguay venció 2-0 a República Checa por la China Cup. Reemplazó a Matías Vecino y ocupó su lugar en la cancha, de doble 5 al lado de Bentancur.

Empezó con toques cortos, como para ir tomando confianza. Después se tiró a los pies de un rival para recuperar un pase corto que le dio Carlos Sánchez. Unos minutos más tarde se animó con un gran cambio de frente para Gastón Ramírez.

Estuvo en la cancha un poco más de 20 minutos que sirvieron para verlo en acción, ocupando espacios, tratando de recuperar la pelota (una de sus mejores capacidades futbolísticas) y llegando al arco rival para asociarse con Sánchez. La capacidad de recuperación de balón, acompañada del buen manejo del mismo y su pegada, son el combo que lo catapultaron como uno de los mejores futbolistas de la liga italiana y que abrieron las puertas para que llegara a la selección.

En aquellas tardes de fútbol en la calle, en su Fray Bentos natal, Lucas Torreira corría tras la pelota con la ilusión de vestir la camiseta celeste. Cargado de sueños, bajó a la capital y pasó por Wanderers, luego llegó a Europa, se afianzó en el fútbol italiano y convenció al técnico Óscar Washington Tabárez que estaba maduro para defender a la selección. Aquél día que tanto espero, llegó para el volante de Sampdoria.

Cuatro goles en la actual temporada italiana le dan un valor agregado a su aporte a su equipo.

¿De la actuación de Torreira dependerá si va a Rusia 2018?

El técnico anunció que estos partidos no serán definitivos para conformar el plantel ni para asegurar un lugar en la oncena titular en el estreno en el Mundial. Por esa razón, no es definitiva su presencia ni ausencia, pero a juzgar por la forma en que procedió el técnico cuando confió en un futbolista, el volante de Sampdoria está frente a una gran oportunidad para defender con fútbol el espacio que genera.

Tabárez viene diseñando un plan, que ensayó en el final de las Eliminatorias (con la llegada de Federico Valverde y Rodrigo Bentancur, la madurez de Matías Vecino y el despliegue de Giorgian De Arrascaeta) y que le permitió poner en cancha una nueva versión de fútbol para la celeste, asociada a los jugadores con buen pie que desembarcaron en el combinado. En esa línea se suma el buen juego de Torreira y sobre esa idea piensa trabajar para el Mundial. En sus últimas expresiones públicas, el entrenador se refirió a las nuevas posibilidades futbolísticas que le plantean los mediocampistas que tiene.