Más conciencia por el agua apuntala desembarco de Dvigi

Del lanzamiento estuvo presente la gerente general en Argentina, Gisella Djenderedjian, quien señaló que el desembarco en Uruguay fue “muy a pulmón”, pero que lo acontecido en los últimos tiempos movilizó mucho y resultó propicio para comunicar por qué es importante un purificador en el hogar. “Porque el agua que llega a los hogares es insegura, tiene mucho cloro, que es un componente cancerígeno de alto riesgo. El purificador elimina este componente, sin modificar los minerales del agua, reduciendo metales pesados como plomo o durezas, tratando los sedimentos y otros componentes orgánicos como los plaguicidas”, comentó.
La empresaria destacó que el aparato es muy sencillo de utilizar que restituye la condición natural del agua, no ocupa mucho espacio, y lo puede colocar el propio usuario, conectándolo al grifo o a la conexión del agua fría. “El mantenimiento es pasarle una franela para limpiar; prácticamente no tiene mantenimiento. Hay que cambiar el filtro cada 18 meses pero no la unidad completa”, destacó. Según el gerente general para Uruguay, Leonardo Ferreira, “el purificador Dvigi dura para siempre”.

En relación al agua mineral, los ejecutivos señalaron que, más allá de que es competencia, se trata de productos diferentes. Subrayaron el ahorro en stockeo de bidones y en costo, ya que con el purificador el litro de agua cuesta $ 0,43 (si se toma en cuenta que el filtro cuesta $ 1.490 y brinda un promedio de 3.500 litros)
Djenderedjian agregó que las expectativas para Uruguay son muy buenas, ya que se encuentran con la misma competencia que ya conocen en Argentina, lo que observan como otra oportunidad. A mediados de este mes se lanzará un nuevo producto en el mercado local: una jarra de dos litros de capacidad, con un filtro que se cambia cada cuatro meses, y más adelante una botella purificadora.

Hoy se puede acceder al producto a través de la web, vía telefónica y a través de sitios como WOOW, pero a mediados de julio la marca abrirá un local en Luis Alberto de Herrera y Ayacucho.

Un buen feeling
Dvigi llegó a Uruguay a raíz de la inquietud de Leonardo Ferreira, quien hace dos años adquirió un purificador, y la tecnología le despertó curiosidad. Se dio cuenta que era la única marca que se comercializaba en Uruguay y no tenía competencia. Via Internet se puso en contacto con Dvigi, y se generó química entre las contrapartes, al coincidir en una misma filosofía empresarial.
En Dvigi, Ferreira se encontró con Djenderedjian, quien en 2010 había tomado las riendas de la compañía familiar y estaba generando una pequeña revolución, que se tradujo en un crecimeinto de venta de 400% entre 2010 y 2012. Los padres de Djenderedjian empezaron con el producto hace 20 años y un trabajoso camino de concientización. “Se le estaba dando importancia al canal de venta directa, y vi que era necesario incorporar otros canales como las redes sociales y la venta . Además le dimos protagonismo incorporando los retails más grandes como Garbarino y Falabella”, explicó la empresaria. En ese crecimiento también incidió el comienzo de la operativa en Uruguay.
“Estamos en expansión, no acompaña el entorno económico de Argentina, pero nosotros estamos en un buen momento. El objetivo es poder llegar a cada hogar en la región”, apuntó. l