Nadie puede estar tranquilo. Se escucha atrás de las puertas, se mira por cerraduras y se desconfía siempre. De un momento a otro quien parecía ser un amigo confiable se puede transformar en rival. Las parejas se miran con recelo. Las estrategias son descarnadas y todos tienen el mismo objetivo. Quedarse con el mejor actor del momento es todo lo que importa y para eso no hay límites. Mentiras, trampas, sexo, todo vale.
Es el lado B del mundo del espectáculo parisino y Ten percent lo describe entre humor y drama en una serie de –hasta ahora– cuatro temporadas, que, aunque data de 2015, en las últimas semanas revivió entre los usuarios de Netflix.
El nombre indica el porcentaje que cobran los representantes de los actores –sí, el 10%– pero en la serie eso es completamente secundario, ya que el foco está puesto en los egos de las estrellas, los aspirantes a estrellas y los que siempre están del lado oscuro.
Camille llega a la agencia ASK en busca de Mathías. Llevan mucho tiempo sin verse. Ella lo ve, se le ilumina la cara. Él la ve, se pone nervioso, la mete en una oficina y le pregunta qué hace ahí. Camille es su hija, pero nadie lo sabe.
Por cuestiones del destino quizás, o por aquello de estar en el lugar indicado en el momento indicado, Camille ese día entrará a trabajar en ASK para otra de las agentes, Andrea, y el secreto comienza a hacer lo suyo.
Mientras, todo va bien en ASK, los agentes tienen una buena cartera de clientes –estrellas– y dejan todo para lograr que tengan los mejores papeles y que el prestigio de la agencia se mantenga como está, en lo alto. Pero inesperadamente algo cambia las vidas de todos en un segundo. Samuel Kerr, el veterano dueño de la agencia, muere durante un viaje de placer.
Esa muerte desnuda a un hombre que gustaba de pasar demasiado tiempo con mujeres, lo que lleva a su esposa a querer deshacerse cuanto antes de la agencia.
Desesperados y en medio del shock por la muerte de su mentor, los agentes empiezan a buscar alternativas para poder quedarse con la empresa, no perder el trabajo y que sus actores sigan elidiéndolos. Quizá eso es lo más difícil ante una competencia seductora con mucho dinero y sobre todo absoluta carencia de escrúpulos para lograr despedazar y pegar en el piso a quienes parecen no poder recibir más golpes.
Conscientes del descaro con el que se comportan sus rivales, las habilidades de quienes manejan a los actores para arrebatarlos de las manos de sus competidores empiezan a desplegarse puertas adentro de la agencia y por momentos el lugar se asemeja a un ring en el que todos suben y gana el que pega más rápido y más fuerte. Las relaciones amorosas de los personajes también tienen un rol importante, ya que generan situaciones que benefician tanto como complican la situación de la empresa.
A lo largo de las cuatro temporadas se intercalan las angustias personales de cada uno de los agentes, sus problemas familiares tan parecidos a los de cualquier humano promedio, los vínculos amorosos, la llegada de hijos no siempre buscados, el trabajo por encima de todo, los negocios, las sombras de la industria del cine, la llegada de las series como competencia feroz y los caprichos de los actores. Ese es un punto alto de la serie, que además de generar el deseo permanente de caminar las calles de París a través de sus imágenes, trae en cada capítulo a un actor que hace de sí mismo aunque en papeles que muestran características algo exageradas de las estrellas. Entre los más conocidos por el público latinoamericano están Juliette Binoche, Sigourney Weaver, Jean Reno y Mónica Belucci, entre otros.
Seguramente no es de esas series que se atesora para siempre o que se ubica en el top five personal, pero tiene guiños interesantes y una historia entretenida a la que vale la pena dar una oportunidad y dejarse ir en historias en las que uno no cree pero tampoco le importa.
Andrea (Camille Cotin)
Es una de las agentes principales de ASK y de las figuras más interesantes de la serie por su personalidad en apariencia extremadamente fuerte.
Mathias (Thibault de Montalembert)
Su aspiración principal es ser director de ASK y para eso pondrá en juego sus vínculos personales más importantes.
Camille (Fanny Sidney)
Es la hija oculta de Mathias e intenta conseguir a toda costa el amor y reconocimiento de su padre, a la vez que forja una carrera basada en su esfuerzo y trabajo.
Gabriel (Gregory Montel)
Su personalidad sensible y leal y a veces algo depresiva no le permite jugar el juego oscuro del resto. Él prefiere perder antes que traicionar y más de una vez termina con el corazón roto..
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