La Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales (MUFP) llamó a las distintas gremiales del continente a trabajar de forma conjunta para evitar que se repitan situaciones como las de esta semana, en la que jugadores debieron disputar partidos en Colombia en medio de las protestas sociales que se viven en ese país.
A raíz de lo que vivió el plantel de Nacional en la ciudad de Pereira por el partido ante Atlético Nacional de Medellín por Copa Libertadores, la gremial emitió un comunicado en el que lamenta que ese día no se haya tomado una “decisión empática” y acorde a la “dramática realidad que sacude al pueblo colombiano”.
La Mutual convocó a todas las agremiaciones de futbolistas de América a trabajar en conjunto para elaborar un plan de acción ante estos casos.
“Y sobre todas las cosas, para que prime el respeto al derecho a la vida por encima de la celebración de cualquier espectáculo deportivo”, dice el comunicado.
En la nota, además, la gremial de futbolistas repasa cómo fue su accionar desde que se anunció que el encuentro entre tricolores y verdolagas se iba a jugar en Colombia, y también cuando se vivieron horas de incertidumbre en la previa del partido, cuando los albos no podían salir de su hotel debido a las manifestaciones y se manejó la posibilidad de no disputar el partido.
Además del comunicado de la MUFP, este jueves la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales emitió una nota en la que se solidariza con “los colombianos que exigen un país mejor” y solicitaron a las autoridades del fútbol y a los clubes a que no se fijen partidos en los torneos locales en la actual situación de orden público.
A pesar de los comunicados y las repercusiones que había levantado la situación vivida por Nacional el miércoles, este jueves hubo fútbol de Copa Libertadores en Colombia donde se disputó un partido que tuvo que ser interrumpido en varias ocasiones por los gases lacrimógenos que llegaban al campo de juego desde los enfrentamientos que había en las inmediaciones del escenario.
Atlético Mineiro le ganó 3-1 a América de Cali en un juego disputado en Barranquilla y que fue detenido en más de cinco ocasiones debido a los gases que llegaban de los incidentes que había afuera del estadio.
La terna arbitral del encuentro fue uruguaya y estuvo encabezada por Andrés Cunha.
Los alrededores del estadio Romelio Martínez fueron nuevamente escenario de fuertes enfrentamientos entre manifestantes y la policía, en medio de una crisis social que desde hace dos semanas tiene a Colombia semiparalizada.
Como se vivió el miércoles en el partido entre Junior y River Plate de Argentina, el choque entre los Diablos rojos y el Galo fue interrumpido hasta por cinco veces por Cunha por la presencia en el ambiente de gases lacrimógenos que afectaron a los jugadores y cuerpos técnicos en el gramado.
Las fuertes protestas antigubernamentales que han dejado al menos 42 muertos en Colombia no cesan luego de dos semanas y han alterado el desarrollo de los partidos de Libertadores de las últimas dos fechas.
"Sabemos lo que está pasando en el país, lo vivimos hoy en el terreno de juego", declaró en conferencia de prensa el capitán del América, Adrián Ramos.
El accidentado partido hace temer por la Copa América 2021, que se disputará en 30 días entre Argentina y el convulsionado país sudamericano.
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