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Nikolaj Coster-Waldau recuerda como fue filmar el final de Game of Thrones
De caballero egocéntrico, despreciable y violento a soldado humilde, que lucha por lo correcto y se opone a las injusticias, incluso a las cometidas por las personas que ama. La evolución de Jaime Lannister en Game of Thrones fue una de las más complejas, y su cambio resultó uno de los más profundos a lo largo de las ocho temporadas de la serie.
Ante el final del programa, el actor danés Nikolaj Coster-Waldau, que encarna al luchador manco, recordó su trabajo y cómo fue despedirse de Poniente por última vez, y para siempre.
¿Cómo empieza la temporada final de Game of Thrones para su personaje?
La última vez que lo vimos, abandonó Desembarco del Rey para ir al norte porque quería ser parte de la lucha contra la amenaza de los muertos vivientes, pero no sabemos si llega o que sucede con él.
Su relación con Cersei concluyó en un punto bajo.
Porque estaba amenazando con matarlo. He estado en situaciones parecidas en mis relaciones. Nunca es un buen recurso usar esa jugada. Aunque, déjenme hacer una aclaración. Alguien llamado la Montaña estaba a punto de cortarme la cabeza. No tenía mucho tiempo para tomar decisiones.
¿Hay algo, sin importar que tan críptico sea, que se pueda decir sobre lo que pasará con tu personaje?
Bueno, pienso que al tratarse de la temporada final, podemos imaginar que se moverá hacia algún tipo de resolución en lo que tiene que ver con las mayores interrogantes.
Son solo seis episodios, que tardaron más de un año en hacerse. ¿Qué recibirán los fanáticos a cambio de su paciencia?
El hecho es que demoramos el doble de lo normal para filmar estos seis episodios que una temporada normal. Eso tiene que ver con la escala de lo que hicimos. Pienso que fue algo sin precedentes para la televisión, e incluso para la mayoría de las películas, por la cantidad de gente involucrada en las tomas, y la cantidad de personajes involucrados. Hemos filmado toda esta serie donde tuvimos a este grupo de personajes en distintos puntos del mundo de Poniente. Y ahora la mayoría de ellos, como ya vimos en la temporada siete, se han juntado. Solo filmar las escenas con toda esa gente lleva mucho tiempo.
¿Fue difícil?
Fue duro, pero fue más difícil para el equipo que para nosotros, los actores. Nos quejamos y lloramos un montón, pero lo cierto es que teníamos, digamos, tres días difíciles, muy duros, descansábamos dos días y volvíamos. En un momento el equipo técnico trabajó durante más de 50 noches consecutivas de un tirón y seguían sonriendo. Fue una temporada final muy loca. Porque todos, tanto en frente como detrás de cámaras amaron trabajar en el programa, todos estaban decididos a terminarlo bien. También pienso que si no hubiera sido la última temporada, si nos encargaban cuatro años más, el entusiasmo no habría sido el mismo cuando llegó la noche número 43. Pero si, es lo más duro que hemos hecho, pero el final está a la vista y queremos cumplir.
¿Después de todos estos años trabajando en Game of Thrones, hay momentos que vean aún hoy y digan ‘guau’?
Si, especialmente los sets de filmación que construyeron y todas las escenas que se filmaron allí. La probabilidad de que estemos involucrados de nuevo en algo de esa escala...no va a pasar. Hubo unos cuantos de esos momentos en la última temporada. Te sacan el aliento.
¿Qué habilidades que no tenías antes de Game of Thrones tiene ahora?
Soy mejor cabalgando y con mi mano izquierda. Y te convertís en un mejor actor desde el punto de vista técnico. Las escenas grandes llevan tanto tiempo de filmación que aprendés a mantenerte concentrado. Sabés que cada cosa que quieras repetir va a demorar una hora en pasar.
¿Qué tanto secretismo hubo en esta última temporada?
Un montón. Antes cuando querías recordar lo que te había pasado podías fijarte en los guiones anteriores. Ahora, literalmente, el guion se desvaneció. Ya no existe. No soy muy bueno manteniendo secretos, pero con esta serie siempre fue fácil porque sabes que no hay nada que puedas contar sobre la trama.
¿Cómo fue el último día, grabar su escena final?
Para mi fue algo perfecto. No puedo contar nada de las escenas, pero fue el final perfecto para mi experiencia completa en este programa. Fue un día hermoso, en Irlanda del Norte, con un gran equipo, maravillosas escenas. Ya había visto unos cuantos de esos discursos de despedida. Recuerdo que pensaba, ‘¿Por qué la gente se pone tan emotiva? Es ridículo. Soy demasiado duro para eso’. Y entonces, te regalan esta hermosura, un fragmento del storyboard enmarcado –el mío era de cuando me cortan la mano–. Atrás, te escriben algunas cosas lindas y entonces sentí algo húmedo en mi cara. Y yo estaba como, ‘bueno, debe ser que me estoy por engripar’.
*Material cedido por HBO Latinoamérica.
