Pelosi concluye su gira en Tokio bajando el tono: “No buscamos cambiar el statu quo”

Pelosi no había confirmado su paso por Taipei, la capital de Taiwán, y esa parada desató un vendaval, tanto por los ejercicios militares chinos en las inmediaciones de la isla como por la distancia que la Casa Blanca pretendió tomar de la decisión “autónoma” de la presidenta de la Cámara de Representantes.

En Corea del Sur, Pelosi mostró también que no teme tensar las cuerdas en un momento de tanta inestabilidad mundial al ir a la frontera entre las dos Coreas. Sin embargo, tras su entrevista con el primer ministro japonés, la veterana política demócrata afirmó: "Nuestra delegación no busca cambiar el statu quo en Asia o Taiwán. Buscamos mostrar respeto a estos países”.

Queremos tener paz en el estrecho de Taiwán" dijo a los periodistas el viernes en Tokio. En Japón, Pelosi tiene prevista como últimas actividades una reunión con su homólogo en Japón, Hiroyuki Hosoda, quien preside la Cámara de Representantes y, finalmente, irá a una gala en la embajada estadounidense en Tokio.

Además de los ejercicios militares de tres días en las cercanías de Taiwán, China tensó las cuerdas con Estados Unidos a raíz de ese viaje de Pelosi. Beijing suspende los mecanismos de cooperación con Washington y también el cruce de buques y aviones por el Estrecho de Formosa.

Dos días después del controvertido viaje de la veterana política, Beijing anunció también otras medidas como la suspensión de la cooperación en materias como la judicial, repatriación de inmigrantes ilegales, asistencia judicial penal, lucha contra los delitos transnacionales y las conversaciones sobre la lucha contra el cambio climático.

Con Japón

Si bien Pelosi no actúa como representante de la Casa Blanca, fue recibida por el primer ministro japonés, FumioKishida. Ambos compartieron su mirada sobre la presión sobre China para que cambie el status de Taiwán, ya que las Naciones Unidas reconocen “una sola China”, la continetal, y en consecuencia no le dan carácter de independiente a Taiwán. Japón, por su cercanía geográfica, mantiene relaciones de cooperación con China pese a las profundas diferencias políticas entre sus gobiernos. Kishida recriminó a China los misiles caídos recientemente “en aguas económicas exclusivas japonesas”.

Durante un desayuno en la capital nipona, última parada de su gira asiática, Pelosi y Kishida intercambiaron "opiniones sobre la situación internacional, incluyendo la invasión de Ucrania, la situación con China y Corea, y la consecución de un mundo sin armas nucleares", dijo el mandatario japonés en declaraciones a los periodistas tras el encuentro.

Kishida trasladó a Pelosi la contrariedad de Japón por la caída en la víspera de al menos cinco misiles balísticos disparados por China durante sus maniobras militares en protesta por el reciente paso de la política estadounidense por Taiwán, y tildó la actitud de Beijing como "un grave problema para la seguridad de Japón", según consigna la agencia AFP.

El acto de China "afecta gravemente a la paz y a la seguridad de la región y de la comunidad internacional, por tanto he pedido de inmediato el cese de estas maniobras", señaló el líder japonés.

Kishida y Pelosi también subrayaron su voluntad para "seguir cooperando de forma estrecha por la paz y en la estabilidad en el estrecho de Taiwán".

Este estrecho es el escenario de unas amplias maniobras militares de las tropas chinas con fuego real iniciadas en la víspera como respuesta del gigante asiático a la visita relámpago de Pelosi a la isla, que Pekín considera como parte de su territorio.

Después de su viaje a Taiwán, Pelosi se desplazó a Corea del Sur entre el pasado miércoles y el jueves, y en la víspera llegó a Japón, la última parada de su gira asiática.

Además de su reunión con el primer ministro japonés, la legisladora norteamericana tiene previsto encontrarse este viernes con su homólogo nipón, HiroyukiHosoda, y visitar la embajada estadounidense en Tokio.

En Tokio, tras la reunión con el primer ministro, Pelosi dijo que Washington “no permitirá” que China aísle a Taiwán, aunque las decisiones de políticas de Estado corren por cuenta del presidente Joe Biden, quien mantuvo silencio respecto del viaje encarado por la también veterana política demócrata.

“Pueden tratar de evitar que Taiwán visite o participe en otros lugares, pero no aislarán a Taiwán impidiendo que viajemos allí”, dijo a los periodistas. Pelosi, de 82 años, se convirtió en la política del Partido Demócrata que por primera vez visita Taiwán desde que Naciones Unidas en 1971 reconoció a China continental como único representante ante el organismo multilateral. En los hechos, desplazó las pretensiones de Taiwán de tener su propia banca en la ONU.

Si bien Beijing considera la isla como una “provincia” de China, el intercambio comercial entre Beijing y Taipei creció mucho desde 2010 cuando establecieron aranceles cero para muchos productos. Taiwán es un gran proveedor de chips y de otros componentes de la industria informática y cuenta con sólidas inversiones de Corea del Sur y de Estados Unidos.

China también tiene radicadas empresas de todo el planeta, incluyendo las mismas que tiene Taiwán. En este contexto internacional, con la guerra de Ucrania y la crisis climática agravada es difícil saber si esta semana pesará de un modo especial o solo será un alerta para las grandes potencias. Mientras tanto, Taiwán hizo grandes inversiones en equipamiento militar y China realiza ejercicios con fuego real.