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Peñarol está primero con luz en el grupo, pero está obligado a ganarle a Corinthians para dar un paso decisivo
El objetivo de Mauricio Larriera y sus futbolistas está muy claro: saben como nadie que tienen una gran oportunidad por delante y que no la deberían desaprovechar.
Peñarol quiere terminar este jueves con una nueva sonrisa en su casa, el Estadio Campeón del Siglo cuando reciba a Corinthians de Brasil a la hora 21.30 por la Copa Sudamericana.
Alguien se pude preguntar, ¿cuál es la trascendencia que pueden tener estos tres puntos, si el equipo llega a este compromiso cómodo en la punta de su grupo?
La respuesta puede tener distintas explicaciones. Por un lado, será su último partido como local, por lo que luego habría que jugarse todo en Paraguay y en Perú contra el River Plate guaraní y Sport Huancayo.
Ganándole este jueves a Corinthians, el equipo de Larriera daría un paso casi decisivo a los octavos de final de la Copa Sudamericana, este torneo que cambió de formato en este año y en el cual clasifican solamente los primeros de cada grupo.
Peñarol hasta el momento ganó todos los puntos en juego y le lleva cinco de diferencia a los segundos, River Plate y Corinthians.
Si le gana en la noche del jueves a los brasileños, directamente eliminará a uno de los rivales directos en la llave y no clasificará hasta saber el resultado de los guaraníes que, como ha venido siendo el grupo, seguramente le ganen con tranquilidad a Sport Huancayo.
En ese contexto, aunque Peñarol le gane a Corinthians, si los paraguayos vencen, seguirán a cinco puntos de diferencia en la tabla a falta de seis por jugar.
Es decir, que ganando, Peñarol elimina a los brasileños y pone un pie y medio en los octavos de final, al que clasificarán todos los primeros clasificados, más los ocho terceros de las llaves de grupos de la Copa Libertadores de América.
Por todo eso tiene suma trascendencia el choque de la noche del jueves para los carboneros. ¿Están primeros, con cinco puntos de diferencia sobre sus rivales más cercanos, pero igualmente tienen presión? La respuesta es sí.
Porque así seguirán dependiendo de ellos mismos y no pensar en fantasmas del pasado que lo han dejado fuera de los octavos de final de la Copa Libertadores de América a los que no acceden desde 2011 cuando con Diego Aguirre llegaron a la final ante Santos de Neymar.
Incluso no les fue bien tampoco en las pasadas ediciones que disputó de Copa Sudamericana cuando simplemente le tocó jugar encuentros de ida y de vuelta.
Ahora, cuando está obligado a ganar el grupo y se supone que la clasificación es más difícil, viene muy bien encaminado, pero no puede ceder ni un milímetro en las posiciones, máxime, siendo local.
En ese contexto, y por más que en las últimas prácticas el técnico aurinegro probó a Agustín Canobbio en lugar de Juan Acosta, pasando Giovanni González al lateral derecho, como informó Referí, Larriera repetirá el equipo por tercer encuentro consecutivo.
La oncena será con Kevin Dawson; Juan Acosta, Fabricio Formiliano, Gary Kagelmacher, Joaquín Piquerez; Walter Gargano, Jesús Trindade; Giovanni González, Facundo Torres; David Terans y Agustín Álvarez Martínez.
Por su parte, Corinthians, el rival de turno, llegó a Montevideo con varias bajas del equipo titular que jugó y perdió con los mirasoles en San Pablo.
No vinieron el volante Luan, quien fue elegido el mejor jugador de la Copa Libertadores de América que ganó con Gremio en 2017, ni tampoco el experiente lateral derecho Fágner, quien este martes en la victoria por goleada 4-1 sobre Internacional Limeira que los clasificó a las semifinales del Campeonato Paulista, cumplió 400 partidos con el club.
De los titulares de la ida, tampoco viajó a Uruguay el volante colombiano Víctor Cantillo, aunque sí lo hizo el zaguero uruguayo Bruno Méndez.
El conjunto paulista que dirige Vágner Mancini, no está conformado pero el más probable es con Cássio; Mandaca, Bruno Méndez, Gil, Fábio Santos; Xavier, Camacho; Gustavo Silva, Mateus Vital, Léo Natel y Jo.
A mejorar contra brasileños
Desde que se inauguró el Estadio Campeón del Siglo el 28 de marzo de 2016, Peñarol lleva muy buenos números ante equipos extranjeros.
Por torneos internacionales, ha disputado 21 compromisos, de los cuales ganó 15, empató tres y perdió los tres restantes. Es decir que el porcentaje de efectividad es del 76,2%.
Sin embargo, si se toman en cuenta los adversarios brasileños, de cinco encuentros, Peñarol solo pudo ganar uno, que casualmente fue el último contra Athletico Paranaense (3-2) en octubre pasado por la Libertadores.
En los anteriores compromisos, perdió 3-2 ante Palmeiras por la misma copa, pero de 2017, la noche que terminó en batalla campal, fue goleado 4-1 por Athletico Paranaense que lo eliminó en esa jornada de la Sudamericana 2018, igualó 0-0 con Flamengo -luego de haberle ganado 1-0 en Maracaná- por la Libertadores 2019, perdiéndose no solo la oportunidad de eliminar al futuro campeón de esa copa, sino también de clasificar. Al ganar esa noche Liga de Quito, pese a haber hecho 10 puntos como esos dos rivales, fue eliminado por diferencia de goles.
En otro juego, cayó 2-1 con Fluminense, por lo que fue eliminado de la Sudamericana de ese mismo año.
Por lo tanto, vencer en el Estadio Campeón del Siglo a un equipo brasileño, prácticamente es una materia pendiente que tienen los aurinegros. Porque si se va a aquellos números tan buenos que arrojaban un 76,2% de efectividad, extrapolado a encuentros contra conjuntos norteños, baja notoriamente a un 26,7%.
Peñarol va en busca de otros tres puntos más en el último partido que le queda como local en esta Sudamericana. Todos en el plantel y el cuerpo técnico tienen muy claro que este es el partido y que es necesario ganar para quedar prácticamente clasificado.
