"Necesitamos construir un consenso muy amplio, y ese consenso hoy no está en el Frente Amplio", dijo Fernando Pereira el lunes de noche ante la dirigencia de la Mesa Política y lo reiteró este martes en diálogo con El Observador.
A pocos días de que el PIT-CNT resolviera en una votación dividida impulsar un plebiscito por seguridad social, el presidente de la coalición de izquierdas planteó el tema en la cúpula de la estructura, y llamó a aguardar para "conocer el contenido específico de la papeleta".
"Pedí especialmente (a los dirigentes) que no nos metiéramos en la interna sindical", reconoció Pereira, quien durante años dirigió la central y lideró la corriente sindical Articulación que la semana pasada se abstuvo en la Mesa Representativa de respaldar la consulta popular. "Son ellos los que meditan sus resoluciones, nosotros vamos a esperar por un contenido concreto y a partir de ahí vamos al debate, pero no un debate funcional a la velocidad de Twitter", dijo.
"Las diferencias que podemos tener son tácticas sobre cuál es el camino. Más de una vez en su historia la central sindical ha ido por el diálogo social y en este caso entiende que debe ir por un plebiscito. Precisamos consensos muy amplios, de lo contrario, hay que administrar el disenso. Mi trabajo es tejer, y lo voy a hacer", anticipó el dirigente.
Su tono conciliador no evitó los reproches de los sectores –en especial del MPP y los seregnistas– en la Mesa Política a la forma en que el PIT-CNT zanjó la discusión en su Mesa Representativa. "Error táctico importante de nuestros aliados", escribió en su libreta un dirigente frentista al tomar nota de la reunión en la Huella de Seregni, por cuyos pasillos empiezan a comentar la posibilidad de conceder "libertad de acción" a la estructura.
16 sindicatos (ver cuadro aparte) votaron la semana pasada embarcarse en un plebiscito que garantice "un mínimo de protección social equiparando el monto mínimo de jubilaciones y pensiones al Salario Mínimo Nacional, el no aumento de la edad jubilatoria más allá de los 60 años y la eliminación a texto expreso de las AFAP, el ahorro individual y el lucro en la seguridad social", de modo que sea "solidaria, sin fines de lucro y 100% pública y estatal”, según consta en el acta oficial a la que accedió El Observador.
La firmeza de ese último punto, el más controvertido para una izquierda que no suprimió ese pilar incluso cuando fue gobierno pese a sus postulados ideológicos, embreta a los dirigentes que aún guardan la esperanza de relativizar la redacción para poder ampliar los apoyos a la iniciativa. De hecho el representante de los trabajadores en el directorio del BPS, Ramón Ruiz, opinó en M24 que tienen "una segunda oportunidad para que" en el texto se pueda "recomponer esa mayoría".
El Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT creó este martes un grupo con dos representantes por cada corriente para negociar el contenido de la papeleta en el correr de las próximas dos semanas, aunque mandatados por la moción aprobada con 16 votos en 44.
Sergio Sommaruga, titular del sindicato de la educación privada (Sintep), dijo a El Observador que deberán contemplar "una transición ordenada y garantista en la eliminación de las AFAP, que no haya lucro cesante, que se respeten los contratos y que no se aproveche para generar pánico". El dirigente añadió que la fijación de los 60 años de edad para el retiro no será "un mecanismo rígido" y deberá "respetar las actividades bonificadas".
En una declaración que varios en el Frente entendieron como ambigua, el Partido Comunista definió el fin de semana buscar "el más amplio consenso posible" para alinear a la fuerza política, un tono que coincide con la moción presentada por la corriente comunista en la central, llamando a "buscar los mayores consensos posibles" y exhortando a "maximizar los esfuerzos para unificar las propuestas".
Esa línea defendida por el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, quedó por el camino con dos votos menos que la moción más radical que se impuso. El secretario general del Partido, Juan Castillo, se limitó a afirmar este lunes ante la dirigencia frentista que aún cuentan "con tiempo" para conciliar el tema.
Por su parte, la delegada por el Partido Socialista, Daniela Brandon, respondió ante los reproches de los dirigentes críticos con la central que la votación dividida en la interna "no le quita legitimidad" a la consulta popular. "Son los mecanismos válidos de la democracia interna de la central. No considero oportuno públicamente hacer declaraciones que pongan en duda eso", señaló en diálogo con El Observador.
El exsenador Daniel Olesker –por años dirigente sindical– se había pronunciado en esa misma línea en el último Comité Ejecutivo del Partido Socialista, alegando que "muchas veces han habido discusiones en tercios". "Hay que sacarle dramatismo a que haya una minoría mayor, cuando es un tema en que en el fondo del asunto todo el movimiento sindical está de acuerdo", defendió.
Con más de la mitad del Frente Amplio de punta contra la consulta popular, la oposición comienza a evaluar la salida menos ruidosa para su interna.
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