Mundo > FATIGA DE GUERRA

¿Podrá Brasil ayudar a la paz en Ucrania tras más de 15 meses de conflicto?

El gobierno de Lula decidió sumar su aporte a los caminos para que Kiev y Moscú encuentren algunos puntos de acuerdo para que las armas dejen un lugar a las palabras
Tiempo de lectura: -'
07 de junio de 2023 a las 05:01

Desde su toma de posesión el pasado mes de enero, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva hizo de la defensa de una salida pacífica a la guerra en Ucrania una de las primeras prioridades de su política exterior.

Los académicos argentinos Mónica Hirst y Juan Tokatlian publicaron un artículo de opinión en El País de Madrid cuyos conceptos y preguntas ayudan a entender no solo la falta de caminos para la paz sino también el agotamiento de las naciones en desarrollo. Lula, desde su asunción, decidió sumar su voz a una salida pacífica a una guerra que lleva más de 15 meses.

El llamamiento “a una solución negociada entre todas las partes en conflicto es ahora una bandera enarbolada por Lula dentro de la narrativa de que Brasil está de vuelta”, sostienen los autores.

El presidente brasileño relanzó la idea de “reivindicar un mundo multipolar inclusivo y comprometido con un sistema multilateral internacional revigorizado, equitativo y seguro”, dicen. Lula intentó “en un primer momento, y sin éxito, obtener el apoyo de Joe Biden a su campaña por la paz durante su visita a Washington”.

Después, al ir a la capital de China, Lula buscó “establecer un paralelo entre su esfuerzo diplomático con la iniciativa china de paz de 12 puntos ante la prolongación de la guerra en Ucrania”.

La concepción del presidente brasileño “defiende un alto el fuego inmediato y promueve el compromiso de que todas las partes implicadas trabajen en un plan de paz que sea justo y duradero”, publica El País. Además de la gravedad de la guerra, los autores advierten que el conflicto se convierta en una “confrontación mayor con alcance mundial con devastadores daños sociales y costos económicos incontrolables”.

Este fue el mensaje del asesor de Lula, Celso Amorim, llevado a Kiev, cuando se reunió con el presidente Zelensky en abril pasado. “Es fundamental entender que las reacciones del Gobierno brasileño ante la guerra en Ucrania coinciden con las posturas manifestadas por otros gobiernos latinoamericanos”.

En la región “ha prevalecido un consenso en cuanto a la negativa a unirse a Estados Unidos y Europa en el envío de suministros militares a Kiev y la falta de apoyo a las sanciones contra Rusia lideradas por Occidente”, dicen Hirst y Tokatlian.

“América Latina ha rechazado el uso de métodos coercitivos unilaterales para gestionar los conflictos internacionales”. El voto de Brasil en las Naciones Unidas, incluidos el Consejo de Seguridad y la Asamblea General, ha sido inequívoco. Condenó la invasión rusa, defendió el principio de soberanía y abogó por el cumplimiento del derecho internacional”.

En febrero de este año, Lula, “junto con las potencias occidentales, apoyó la resolución de la ONU que deploraba ‘en los términos más enérgicos’ la agresión de Rusia contra Ucrania y exigía su inmediata retirada militar”.

Se trata de “una señal categórica de la diplomacia brasileña que aparentemente no ha sido entendida en Washington y en las capitales europeas. La opinión de Brasil sobre la guerra en Ucrania encuentra eco en el Sur Global y es compartida por otros promotores de la paz en distintas latitudes, incluido el Vaticano”, subrayan los autores.

La iniciativa de paz brasileña “refleja un profundo sentimiento de frustración y fatiga en el mundo en desarrollo ante un enfrentamiento extenso que está generando un enorme sufrimiento humanitario, costos materiales e incertidumbre diplomática”.

En ese sentido, los autores del artículo no dudan de que “Rusia es la única responsable de iniciar la guerra en Ucrania, pero a estas alturas la respuesta de Estados Unidos y Europa es, a su vez, causante de patrocinar una ‘guerra por encargo’ sine die”.

Al respecto, citan “las filtraciones Discord del Pentágono”  que revelan el lugar de la OTAN, “implicada en un conflicto prolongado dentro de Ucrania con el objetivo de ganar la guerra. Estas filtraciones indican también que varios países clave del Sur Global no comparten la perspectiva y el propósito occidentales”.

El artículo de El País cita que “el Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania, liderado por Estados Unidos y constituido para proporcionar asistencia en materia de seguridad a Kiev, está formado por el 26% del total de miembros de Naciones Unidas”.

Entre las potencias emergentes hay desacuerdos “sutiles”. Sudáfrica y Pakistán muestran un enfoque de “estrategia de control de daños”. Brasil y la India optaron por impulsar la negociación diplomática.

Sin embargo, Hirst y Tokatlian advierten que “la mayoría de los observadores occidentales perciben el enfoque brasileño de la guerra de Ucrania como indeseable y contraproducente. Las reacciones políticas en Washington y Bruselas a las declaraciones de Lula señalando las incumbencias de Estados Unidos y Europa han afectado el impulso de la política brasileña”.

Las opiniones críticas de Lula “han causado malestar en ambos lados del Atlántico Norte, que teme que las posturas de Brasil encuentren más eco en China y Rusia. Tales percepciones se incrementaron aún más después de que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, hiciera escala en Brasilia durante un viaje a América Latina”.

Además, eso se convirtió en un pretexto para “una amplia condena interna por parte de diferentes segmentos políticos de Brasil”. Además, “las reacciones oficiales de Estados Unidos alcanzaron un tono inusitado e inapropiado. Podría merecer la pena que Washington se tomara en serio las preocupaciones y puntos de vista de Brasil”.

Tras dieciséis meses “de violento conflicto, la guerra en Ucrania es una fuente de división internacional que profundiza las narrativas en disputa y pospone las soluciones alternativas. La mayoría de los gobiernos del Sur Global no se sienten obligados a involucrarse en un embrollo geopolítico de la Posguerra Fría sin resolver y con grandes ganadores en la industria armamentista”.

El artículo dice que “es importante recordar que la paz no ha prevalecido en la era posterior a la Guerra Fría. Las narrativas occidentales tendían en los años noventa a centrarse en el surgimiento de un orden mundial pacífico, basado en reglas y cada vez más democrático tras el colapso de la Unión Soviética. Pero para países como Brasil, la perspectiva es muy diferente. Los conflictos recurrentes y las guerras perpetuas han sido la verdadera marca del orden mundial en la Posguerra Fría”.

Al respecto Hirst y Tokatlian refieren los casos de “la guerra de Irak de 1990-91, pasando por la intervención en Kosovo en 1999, hasta la ‘guerra contra el terrorismo’ mundial desde 2001, Occidente ha mostrado un mayor entusiasmo por movilizar al Sur Global en sus esfuerzos por proseguir las guerras en lugar de construir la paz.

Citan también “la guerra de Afganistán, que duró dos décadas, la guerra entre Georgia y Rusia de 2008, los persistentes conflictos de Siria y Yemen, la guerra entre Azerbaiyán y Armenia en medio de la pandemia de la covid-19, y la invasión ilegal de Ucrania por parte de Rusia, son ejemplos de la intensificación de dicha tendencia”.

En un mundo donde parece haber una creciente fatiga con la paz, Lula ha sido categórico: “El mundo necesita tranquilidad”. No obstante, “la dinámica bélica y la preferencia occidental por un conflicto largo en Ucrania parecen persistir e incluso intensificarse”.

En este contexto, “las acciones preventivas y las iniciativas de paz resuenan como poco probables y hasta ingenuas”. Sin embargo, subrayan que “China ha surgido como la principal gran potencia que muestra interés en la promoción de soluciones pacíficas de algunos de los conflictos más visibles y sensibles”.

Además de su plan de paz para Ucrania, “Beijing está intentando llevar la distensión a una región conflictiva como Medio Oriente. Ésta se fue convirtiendo por décadas en una zona en la que Occidente se ha acostumbrado a administrar el caos como un hecho habitual y favorable a sus intereses estratégicos”.

China, por supuesto, no cuenta con las credenciales “para erigirse en un nuevo paladín de la paz”. Pero “es lamentable que estas credenciales de Estados Unidos se hayan descuidado y debilitado como resultado de su propia política interna. La promoción de la paz de la mano de Washington, dentro y fuera de Occidente, podría resonar en casa y el exterior”, dicen Hirst y Tokatlian.

Brasil cree que “tiene voz y voto en el escenario del incipiente siglo XXI que necesita urgentemente encontrar más tranquilidad: una condición indispensable para la prosperidad de todos. Las percepciones erróneas de Occidente sobre el activismo a favor de la paz del presidente Lula, así de otras iniciativas del Sur Global, sólo conducirán a un círculo vicioso que incitará a más ideas equivocadas”.

En la más reciente cumbre del G-7, una vez más Lula “subrayó que el apremio de una solución pacífica en Ucrania no debe eclipsar otras situaciones altamente conflictivas entre palestinos e israelíes, armenios y azeríes, kosovares y serbios, además de la dramática situación en Yemen, Sudán, Siria y Haití”.

En definitiva, “el mensaje de Lula no es ‘dar una oportunidad a [más] guerra’; la paz es crucial porque el mundo puede estar avanzando hacia el borde de una verdadera catástrofe”, finaliza el artículo publicado en la edición del martes 6 de junio de El País de los dos prestigiosos politólogos argentinos.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...