Presidente de UTE admite que tarifas pueden bajar pero hay "intereses encontrados"

Lejos de apagar la mecha y la polémica que desató el ajuste de 3,2% que regirá en las tarifas de la energía eléctrica a partir de enero, el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, blanqueó las diferencias sobre la definición política que tomó el gobierno a instancias del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para equilibrar las cuentas públicas. "Podríamos haber bajado las tarifas", reconoció el titular del ente energético en una entrevista con el semanario Brecha.

El jerarca admitió que si bien en la tarifa industrial el país es "competitivo" frente a la región, "tenemos más problemas y más preocupación en la (tarifa) residencial porque se trata de la mayoría de los habitantes, nuestros clientes. Hay que tener empatía con la gente, porque las estadísticas dicen que el consumo de UTE en los hogares insume entre 2% y 5% de la canasta básica. Hay que reconocer que la factura eléctrica es algo que se siente mucho".

Sin embargo, Casaravilla recordó que el MEF "con total transparencia" definió que las empresas públicas debían mejorar sus resultado en US$ 650 millones para 2019 con el objetivo de cumplir con la meta de llevar el déficit fiscal a 2,5% del PIB. Hoy el desequilibrio de las cuentas públicas es el equivalente al 3,5% de la economía en los 12 meses a octubre.

"Las empresas públicas hemos evitado que subiera el déficit fiscal, y el 80% de ese déficit evitado fue por el aporte de UTE, que es la que ha hecho la mayor contribución. Hemos cumplido por encima de lo que era la meta. Si uno hace la cuenta de los años 2015, 2016 y 2017, hay como US$ 600 millones excedentarios con respecto a la meta. Fíjese que si hubiéramos tenido US$ 650 millones para distribuir en estos tres años en la tarifa residencial, hubiésemos tenido un detalle interesante, estaríamos en otro discurso, en otra situación", explicó. No obstante, el jerarca reconoció que las empresas públicas operan en un "ecosistema" en el cual el Ejecutivo "fija las reglas de juego".

"Tengo la entera satisfacción de que este año hemos hecho una versión de resultados histórica de US$ 381 millones. Tengo la tranquilidad de que ese dinero está siendo volcado al erario público. Con ese dinero estamos haciendo el sistema de cuidados, escuelas rurales, instalando cámaras de seguridad, en otras dimensiones.

"Con el MEF tenemos intereses encontrados; eso es obvio y es necesario, porque permite la tranquilidad que uno llega hasta donde llega el otro, y ahí vamos logrando salir. Hace siete años y medios que estamos trabajando y me siento muy tranquilo porque en los últimos tres ajustes de tarifas hemos tratando de tener la menor incidencia sobre nuestros clientes", dijo Casaravilla.

Consultado por Brecha sobre el futuro de Gas Sayago, el presidente de UTE fue categórico. Dijo que la sociedad anónima que conformaron con ANCAP para gestionar la empresa en su momento solo es un "instrumento. No es nada. Si me preguntan, de hecho tenemos hasta una definición de Directorio, existen solo dos alternativas: o vendemos Gas Sayago o liquidamos Gas Sayago. ¿Qué sentido tiene si no hay gas?, se cuestionó. Y descartó que Gas Sayago pueda participar de una eventual sociedad con Shell (la única que mostró interés en el proyecto hasta el momento). ¿Para qué? ¿Qué vamos hacer? ¿Una Pluna 2, que quedamos en minoría y después no controlamos nada? No queremos una regasificadora, queremos gas", enfatizó Casaravilla.

En ese sentido, indicó que el gas natural que en un futuro pueda traer Shell a Uruguay tendrá que "ser competitivo" para que el negocio le sirva a ambas partes.