Rampla seguía de fiesta. El aplauso fue para el plantel cuando salió a la cancha por hacer historia en la
Copa Sudamericana. La gente de pie reconociendo el esfuerzo. El Ronco López vestido con su mejor traje. Y en la cancha el equipo salió a atropellar a River. De primera le marcó la cancha. Presión alta.
Cuatro en el fondo, un volante tapón. Y el resto para atacar. Tres hombres detrás de los puntas con el Mago Olivera al mando de la orquesta. Y Rampla empezó a sonar en el Olímpico. El partido le quedaba incómodo a River. Se notaba.
Pero el darsenero se percartó del detalle. Calzada tomó referencia sobre Olivera. Y lentamente se empezaron a apagar las luces de la fiesta.
El darsenero, que arrancó con un conservador 4-4-1-1 que según las circunstancias se transformaba en un 4-2-3-1, empezó a meter pelotas largas inquietantes. River perdió cuatro goles antes de convertir a los 36 cuando Correa, incontrolable por izquierda, recortó para el medio, y dejaron solo a Nico Rodríguez que le rompió el arco a Odriozzola. La única de Rampla fue en el cierre.
El complemento mantuvo las mismas características. Rampla con la pelota pero chocando contra el muro defensivo de un River que empezó a contar con chances. Hasta que el visitante llegó al segundo. Gran pase de Diego Rodríguez a Correa que, viendo adelantado a Odriozzola, se la tiró por arriba. Parecía sentenciado el tema pero el amor propio de Rampla le permitió descontar a cinco del final y tirarle el peso a River. El final fue de infarto. Neri erró sin golero y en la recarga casi lo empata Rampla que se quedó vestido y fin fiesta.