El fútbol es la pasión de nuestro pueblo. Es común que los uruguayos señalemos que el país cuenta con la misma cantidad de directores técnicos que de habitantes. Eso expresa hasta qué punto el fútbol nos representa. Es probable que cada campeonato mundial, o los propios campeonatos olímpicos ganados ya hace mucho tiempo, hayan abonado nuestro sentido de nación. Desde sus inicios la selección nacional alcanzó la gloria. Los títulos obtenidos en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928 y los campeonatos mundiales de 1930 y 1950 que marcaron la vasta historia del fútbol uruguayo.
Para cualquier amante de este deporte es imposible recorrer Montevideo y no visitar sus principales estadios. Aquí les presentamos una ruta turística dentro de Montevideo, diseñada para los más futboleros:
Fue construido especialmente para la organización de la Copa Mundial de Fútbol de 1930. Es aquí donde la selección uruguaya de fútbol juega sus partidos de local. Además, ha sido sede del Campeonato Sudamericano en 1942, 1956 y 1967; así como de la Copa América 1995, todos ganados por Uruguay.
En este estadio está ubicado el Museo del Fútbol, que se propone conservar el patrimonio y difundir la hisoria del fútbol uruguayo, de Sudamérica y del mundo. En el museo se encuentran trofeos, indumentaria, banderas y una colección de objetos de los mejores momentos del fútbol uruguayo.
El Centenario fue declarado por la FIFA en 1983 como Monumento Histórico del Fútbol Mundial.
Dos esculturas ubicadas en el barrio Pocitos, en la calle Coronel Alegre, entre Silvestre Blanco y Charrúa, rememoran el primer gol de los Mundiales de Fútbol. Las esculturas, diseñadas por el arquitecto Eduardo di Mauro, recuerdan el arco y el medio de la cancha del ahora inexistente Estadio de los Pocitos, donde el francés Lucien Laurent marcó el primer gol de las copas mundiales, el 13 de julio de 1930.
Popularmente conocido como “el Parque”, el estadio Gran Parque Central es propiedad del Club Nacional de Football. Fue construido en 1900, lo que lo convierte en el estadio más antiguo de América y el decimoquinto a nivel mundial. El Templo Tricolor, como también se le llama, pasó a la historia por ser la sede del primer partido de la historia de los campeonatos del mundo. En el 2005, recibió un galardón de la FIFA por la conmemoración del primer partido de la Copa Mundial.
Recibe el nombre por la distinción otorgada por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol como el mejor club de Sudamérica del siglo XX. Inaugurado en marzo del 2016, en el estadio también se puede visitar el Museo de Peñarol, en el que se encuentran los trofeos más importantes del club, además de accesorios históricos, como camisetas vestidas por sus principales jugadores.
En el estadio Luis Franzini, ubicado en el Parque Rodó, es donde entrena el equipo Defensor Sporting y juega como local, aunque es utilizado tanto para el Campeonato Uruguayo como para torneos internacionales, y como la Copa Libertadores y la Sudamericana. Tiene capacidad para 18.000 espectadores.
La empresa Fanáticos del Fútbol Tours se dedica específicamente al turismo futbolístico de Montevideo. La propuesta abarca diversas experiencias: desde vivir la pasión junto a las hinchadas hasta visitar entrenamientos y estadios. Con guías especializados y tours bilingües, la idea es acompañar a los visitantes en un recorrido por las tierras donde se ha escrito gran parte de la historia del fútbol mundial.
Más información en futboltours.com.uy.
Es imperdible para los turistas futboleros darse una vuelta por nuestros estadios más importantes y conocer la icónica trayectoria del fútbol uruguayo. Los rastros de la historia son reliquias para los turistas más fanáticos: en 18 de Julio, cercano a la intersección con Vázquez, se conservan vestigios de la primera sede de la Asociación Uruguaya de Fútbol, inaugurada en 1900. Aunque el edificio entero ha desaparecido, aún se mantiene la antigua arcada de granito rosa, con una placa conmemorativa que dice “Por este pórtico pasó la primera copa del mundo. Julio 1930”.
Para el disfrute de uruguayos y extranjeros, Montevideo propone un recorrido turístico con una historia deportiva sin igual.
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