La Dirección General de Secundaria informó que finalizó una parte de las obras previstas en el Liceo IAVA, que incluían la intervención de un salón que era utilizado por los estudiantes para llevar adelante sus actividades gremiales. Sin embargo, la rampa que se iba a construir –y que había sido parte de la génesis del conflicto con los estudiantes– todavía no se instaló.
Según un comunicado de Secundaria, las obras que ya finalizaron o están en ejecución implicaron más de $ 2,2 millones, incluyeron la "reparación del ascensor", la "recuperación del acceso original sobre la calle Eduardo Acevedo", la "recuperación del reloj solar", la "puesta a punto de la instalación lumínica de galerías de patios", la "puesta a punto de los paneles de iluminación", la "puesta a punto de la instalación eléctrica del gimnasio" y la "puesta a punto de la iluminación de diferentes salones, el laboratorio y la escalera roja".
Las fotos de la entrada recuperada fueron divulgadas por el diputado colorado, Felipe Schipani.
En la entrada, según pudo constatar El Observador, se volvieron a habilitar las escaleras, que estaban tapadas con piso de madera y se quitó la puerta de vidrio que dividía al patio con lo que era el salón gremial. De todos modos, el acceso a la nueva entrada está inhabilitada y tapiada.
El conflicto con los estudiantes del Liceo se dio cuando Secundaria quiso desalojarlos del salón gremial para volver a habilitar esa entrada. Según se les había dicho a los estudiantes, ahí se construiría una rampa para mejorar la accesibilidad. La rampa, en esta entrada, no se construyó aún, constató El Observador.
Según divulgó Secundaria, en una segunda etapa de las obras se construirá la rampa pero no se especificó dónde estará. Además confirmaron que se reparó el ascensor, que se encontraba roto y que también había sido punto de conflicto.
El origen del conflicto se dio cuando previo a semana de Turismo, Secundaria pidió que desalojaran el salón gremial. El director del liceo Leonardo Ruidíaz se negó a desalojar a los estudiantes dado que el director no tenía las llaves de ese salón.
La negativa de Ruidíaz al pedido de la directora general de Secundaria Jenifer Cherro derivó en un sumario con separación del cargo y retención de la mitad del sueldo al docente.
Eso provocó que los estudiantes ocuparan el liceo en varias oportunidades y realizaran manifestaciones en la puerta del liceo y marchas hacia la Administración de Enseñanza Secundaria (Anep).
Los estudiantes entendían que el problema no era la construcción de una rampa —de hecho entre sus postulados está la inclusión edilicia—, sino porque ya había otra rampa y el problema era que no funcionaba el ascensor que daba libre acceso a los distintos pisos. Entendieron que la quita de su espacio era un modo de censurarlos.
La dirección del liceo fue otorgada a dos inspectoras de Secundaria mientras el sumario continúa.
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