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Siembra de trigo avanzó al 60% del área, que será similar a la de 2019
Con el 60% del trigo de la nueva zafra ya implantado y con las chacras en muy buen estado, porque el clima así lo ha permitido, se prevé que el área de este cultivo se mantenga estable por dos razones: la ecuación económica y la competencia con la cebada y la colza.
Facundo Capandeguy, director de la empresa agrícola 3agro, estimó que este año se sembrarán entre 210 mil y 230 mil hectáreas, es decir, un área similar a la pasada campaña.
Según la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA), el área de trigo para la zafra 2019 fue estimada en casi 230 mil has, un 12,7% más que en la zafra anterior, cuando se sembraron 204 mil has.
Considerando la gran capacidad y experiencia que tienen los productores, el trigo es uno de los cultivos de invierno donde los agricultores tienen la oportunidad de decidir rápidamente si incrementar o disminuir el área implantada, lo que depende en gran medida del clima.
“Generalmente muchas decisiones pasan sobre la fecha de siembra, que es ahora y algo recontra determinante es el clima. El año pasado hubo un problema de lluvias en la mitad del período óptimo, que son los primeros 15 días de junio, y eso complicó. El clima ahora viene espectacular y eso es algo bueno para sembrar”, expresó.
Según el ingeniero agrónomo, los productores están acostumbrados a redoblar apuestas y, de la mano de una zafra de verano que si bien no fue mala “no tuvo sabor a nada”, los agricultores no tienen liquidez, lo que exige que haya más cultivos de invierno para tener mayor renta para el próximo año.
“Eso empuja al productor a reinventar alternativas o agrandarlas. Hoy no hay ningún cultivo que deje una renta extraordinaria. Si bien todos dejan lo suyo, la producción se ha diversificado mucho más y eso es bueno. Los ánimos pasan y se renuevan en cada zafra”, valoró.
Capandeguy informó también que hay una buena demanda por semilla. Hubo varios negocios que se cerraron temprano y ahora, en plena zafra, se están liquidando los últimos contratos que son más medianos y chicos. “Hay demanda, no es una locura, pero está”, dijo.
60% del trigo sembrado
Hay interés de siembra
Mathías Mailhos, presidente de Copagran, comentó que el trigo es una alternativa viable, aunque como todo, con incertidumbre. "Prácticamente todos los agricultores somos trigueros", señaló.
En lo que refiere al área, expresó que es probable que se mantenga en números similares, pero aseguró que "hay interés en sembrar" por las consultas y la demanda de semilla.
"Se visualizan ganas. Estamos en plena siembra, la tierra no ha secado bien después de la última lluvia. Estamos trabajando, sembrando e intercalando entre cebada y trigo", concluyó.
Las perspectivas del MGAP
El panorama para los cultivos de invierno es alentador, ambientado ello por las buenas perspectivas climáticas, un dólar más fuerte y precios interesantes. En ese marco, desde el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) se visualiza un “crecimiento interesante” en el área de cultivos de invierno para la campaña 2020/2021, muy próxima ya, estimando una siembra global de 480 mil hectáreas (has).
El director de los Servicios Agrícolas (DGSA) del MGAP, Leonardo Olivera, dijo que se espera superar las 220 mil has de trigo este año. En una conferencia de prensa, a principios de mayo, el jerarca hizo referencia a que el contexto internacional “es un poco más favorable” y que pueden darse precios "interesantes".
También opinó que este cultivo tiene una demanda interesante y que muchos productores están con buen ánimo, lo que podría hacer aumentar un poco el área.
“Creemos que por la falta de crecimiento en el cultivo de cebada, sumado a un contexto internacional que parece favorable y a la flexibilidad en la fecha de siembra, se pueda estar incrementado la misma en forma importante”, indicó.
De acuerdo a datos provisorios de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), el rendimiento promedio del trigo en la zafra 2019/20 se ubicó entre 3.100 y 3.300 kilos por hectárea, con un descenso respecto al promedio de la zafra anterior que fue récord histórico (3.667 kg/ha), pero por encima del promedio de los últimos 10 años (3.100 kg/ha).
