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Sigue dando Criollas el tiempo
Destacarse en un mundo tradicionalmente varonil como el de las competencias equinas no es tarea fácil, pero eso a Soledad Ferreira (48 años) y Sofía De Arteaga (30) eso no las detuvo, por el contrario, les dio un impulso para volar bien alto. Uruguayas y bien criollas, son las dos mujeres que ganaron el Primer Encuentro de Mujeres de Oro, un evento exclusivo para damas realizado en Brasil, la cumbre de la raza Criollos en Sudamérica. Gracias a ellas, y jugando de visitante, Uruguay brilló y se quedó en lo más alto del podio en este primer campeonato.
Soledad y Sofía se adueñaron del primer lugar en las paleteadas brasileñas de un concurso organizado por Mauro Ferreira, un criollista socio de la Asociación Brasileña de Criadores de Caballos Criollos (Abccc) que incluso ha presidido a la institución y actualmente se encarga de la Rural de Lavras Do Sol, lugar donde se desarrolló la competición el pasado 16 y 17 de noviembre.
Mauro conocía las destrezas de estas damas, sobre todo de Soledad, quien ha sido la primera y una de las pocas mujeres en llegar a competir en la final del Freno de Oro, la competencia máxima de la raza, que se cumple todos los años en la Expointer, en Esteio, una muestra similar a la Expo Prado pero de un tamaño mucho mayor.
El Freno de Oro, prueba que combina una evaluación morfológica y funcional del caballo, ha tenido un crecimiento importante no solo en Brasil. También en Argentina , Paraguay y Uruguay es una competencia de alta exigencia para el equino y el jinete, que prepara al animal y lo monta.
“A Mauro lo conozco de las veces que he ido a Brasil a competir y así me invitó a participar de esta prueba en la que solo éramos mujeres. Nos invitaron a participar y nos dijeron que ellos nos prestaban los caballos”, narró a El Observador Soledad Ferreira.
La yunta no dudó en aceptar la invitación al primer evento para jinetas. Y la idea era solo participar para apoyar: nunca se imaginaron ganar, porque no conocían a los caballos, algo básico en este tipo de competencias.
A los equinos los conocieron la noche anterior al día de la prueba. Se les presentó la oportuniad de probarlos en una competencia que se armó en el momento. “Nos prendimos a esa prueba porque así aprovechábamos a conocer las yeguas y las vacas. Habíamos practicado esa mañana, pero con bichos más mansos”, dijo.
Ferreira aseguró que esa noche les fue “horrible”, porque no conocían a los caballos y las vacas “estaban complicadas”.
Al día siguiente, ya en la prueba de paleteadas, de la que participaron 10 yuntas, el ánimo de las uruguayas estaba por el piso.
“Nunca nos imaginamos que íbamos a ganar, sobre todo porque los caballos eran prestados y menos aún cuando el día anterior nos había ido mal en la prueba.
Estábamos en el horno. Además, las otras chicas eran buenísimas”, confesó.
El gran distintivo de la yunta uruguaya fue que no perdieron ni una vaca: completaron la prueba con un eficiente desempeño en el manejo de los caballos con los que deben apretar y conducir a los vacunos por la pista.
“‘Qué suerte que vinimos’, fue nuestra primera reflexión luego de la prueba. Siempre estamos acostumbradas a que sean todos hombres y unas pocas mujeres, una o dos. Esto era todo mujeres. Fue un orgullo haber ido, ni que hablar que haber ganado fue la frutilla de la torta, pero nunca lo imaginamos. Queríamos ir y participar de una prueba solo de mujeres. Y conocer a las chicas que participaron, porque acá somos las únicas. No tenemos esas oportunidades. Estuvo muy bueno y valió la pena”, aseguró.
Una vida entorno al Criollo
Ferreira trabaja en su centro de entrenamiento de caballos, en Paysandú. Además de entrenarlos, participa en pruebas de Freno de Oro, para domadores y en paleteadas. De Arteaga trabaja con ella y desde un primer momento formaron la yunta, que se disolvió por unos años dado que De Arteaga se fue a trabajar un tiempo a Argentina.
“Corríamos juntas en Uruguay cuando ella trabajó acá, hace como cuatro años. Después se fue y quedé sola como mujer, porque acá no hay competiciones. Cuando volvió se armó de nuevo la yunta. Retomamos como pareja de paleteadas y nos ha ido bien. Ganamos este año en la Expo Prado y ahora estamos para ir a la final en marzo o abril”, contó.
Buena representación
Diego De Brum, presidente de la Sociedad de Caballos Criollos del Uruguay (Scccu) aseguró a El Observador que la primera alegría y satisfacción que recibieron de estas dos mujeres fue cuando se enteraron de la invitación para participar. “Y cuando ganaron fue pura alegría y festejos”, comentó.
Indicó que Uruguay es muy chico y se dificulta programar este tipo de actividades, algo que Brasil puede proponerse sin mayores problemas. “No nos podemos comparar, pero la Scccu siempre empuja y promueve la participación de las mujeres en sus eventos”, afirmó. De hecho, son muchas las jinetas que participan en las actividades de la raza, aunque la más atractiva y popular entre las jóvenes son los campeonatos de enduro, en los que se corren 50 u 80 kilómetros.
Sangre criolla. Además de trabajar y competir juntas, Soledad Ferreira y Sofía De Arteaga son primas lejanas, pero su relación se estrechó por la pasión compartida por los caballos.
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